Las visitas de Florencia Peña a Olivos: el debate sobre la violencia y el humor misógino en las redes
En Twitter estallaron acusaciones por la visita de la actriz al Presidente: reacciones cruzadas y chistes reprochables alimentaron la polémica
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La publicación del listado de visitas a la residencia presidencial de Olivos durante los meses duros de la cuarentena tuvo sorpresas de todo tipo. La recurrente aparición de Sofía Pacchi –cuyos antecedentes eran esencialmente revistas con contenidos que hoy serían considerados misóginos-- llevó a los tuiteros a imaginar una serie de encuentros de carácter sexual. Lo cierto es que con la información creciente quedó en claro que pertenecía al círculo de amistades de la primera dama y que además contaba con un cargo rentado.
A partir de ese momento, lo que fue quedando cada vez de manera transparente era el hecho de que la actividad social en la Quinta de Olivos durante la cuarentena estricta no parecía haberse modificado. En momentos en que el país estaba paralizado, el presidente y su mujer recibían visitas de todo tipo, algunas relacionadas con la gestión y muchas otras con su ininterrumpida vida social, la estética personal, propia y de su perro Dylan.
Las cosas se potenciaron cuando en el listado de visitas apareció el nombre de la popular conductora y actriz Florencia Peña. Ella se ocupó de demostrar a través de la reproducción de un diálogo con el presidente que se trataba de un encuentro para conversar sobre la situación de los actores en plena cuarentena. Efectivamente, la actividad artística estaba totalmente detenida, como la educación, buena parte de la economía y toda la vida social de los argentinos, desde los cumpleaños hasta los velorios. Que la charla fuera presencial y no vía una plataforma digital, como estaba condenado el resto de los ciudadanos, podría haber sido el motivo de discusión pública.
No tengo la menor duda de que en el infinito mar de opiniones y brutalidades de las redes sociales, debe haber habido un alud de menciones procaces referidas a Florencia Peña. Son tan dignas de crítica como esperables en un universo tan numeroso como heterogéneo. De todas maneras, no fue hasta que la actriz hizo un reclamo público notablemente estridente (“¡No soy la petera del presidente!”) que la conversación pública fue devorada por este desvío.
📞 @Flor_de_P en #CronicaAnunciada:"Estoy agotada de esto. Se fueron al choto con esto. Y no me lo hacen a mi, es una violencia a las mujeres constante" pic.twitter.com/rXodpbyOot
— Juan Amorín (@juan_amorin) August 3, 2021
Si lo que sucedió sirve para despertar conciencias y entender que no podemos permitir que nos ataquen por nuestra condición de mujeres, nuevamente bienvenido el debate. Que este movimiento heterogéneo nos encuentre sororas y unidas. No es por mí, es por todas ✊💚 https://t.co/v7T0QXckci
— Florencia Peña (@Flor_de_P) August 2, 2021
A partir de ese momento, el tema de conversación no fue más las reuniones privadas en la Quinta de Olivos en momentos de parálisis nacional sino la sucesión de solidaridades con Peña, víctima de misoginia.
Se enojó y con mucha razón @Flor_de_P: a un tipo jamás le pasaría que para atacar su credibilidad alguien sugiera públicamente, y sin ninguna evidencia, que tuvo sexo con alguien del poder. Eso es violencia machista, que algunos promueven y otros dejan pasar al aire.
— Maria O' Donnell (@odonnellmaria) August 2, 2021
Realmente indigna ver tanto hdp suelto.
— Pablo Echarri (@echarripablo1) August 3, 2021
Te banco siempre, @Flor_de_P
¿Ni una sola mujer de Juntos va a decir nada sobre los dichos cavernarios contra @Flor_de_P ?
— raul kollmann (@tunykollmann) August 3, 2021
El ataque a Florencia Peña no solo es misógino. Representa la cultura patriarcal, fascista y retrógrada de la ultraderecha argentina.
— Osvaldo Quiroga (@osvaldo_quiroga) August 3, 2021
Abrazo fuerte @Flor_de_P !
— Gabriela Radice 💚 (@GabiRadice) August 3, 2021
El odio virtual, los ataques infames anónimos son siempre repudiables. Ahora, que un diputado agravie e injurie a una mujer sin más fundamento que su virulenta misoginia merece repudio y sanciones ejemplares.#bastadeviolenciamachista #LeyMicaela
No es sencillo determinar si un tema se instaló para ocultar otro. Las “cortinas de humo” no son fáciles de manejar y sus posibles efectos, en última instancia, son tan inciertos como incomprobables. Lo que sí es claro es que en la discusión política para algunos sectores la “violencia simbólica” rankea alto, más alto probablemente que la violencia real.
No es muy difícil darse cuenta de que, en términos de salud y bienestar general, la apropiación para amigos y militantes de los primeros lotes de vacunas generó postergaciones muy peligrosas en los grupos de riesgo. Que el Gobierno haya privilegiado -por motivos inconfesados- la negociación con el gobierno ruso por sobre el laboratorio Pfizer hizo demorar los esquemas completos de vacunación con un costo tangible; sería irresponsable hacer una cuenta, pero lo cierto es que se mide en vidas humanas. Lo mismo con la decisión de cerrar el país mucho más allá de lo razonable, persiguiendo ciudadanos, coartando libertades, hundiendo economías y quebrando espíritus. Del año de educación perdido hemos hablado mucho: las consecuencias son incalculables y a muy largo plazo.
Todas estas decisiones han sido de una violencia extraordinaria: no solo porque han sido gravosas para el conjunto de la sociedad sino porque los que las tomaban se pensaban exentos de cumplirlas. Es difícil imaginar algo más violento.
Donda explota a su mucama, reaccionan las redes → misoginia
— Carlos F. Grinblat (@CFGrin) August 3, 2021
Flor P te dice quedate en casa y se va a reunir con Alberto, reaccionan las redes → misoginia
Dicen eso y se quedan tranquilos
La víctima no es Florencia Peña.
— Luis Gasulla (@LuisGasulla) August 3, 2021
Las victimas son los q se fundieron, los q perdieron sus empleos o los que no llegan a fin de mes.
Las victimas son los q ya no están por el COVID.
Las victimas son los que Asesinaron con el verso de “te estamos cuidando”. pic.twitter.com/unxn0xq47a
Florencia Peña: "Ay, ¿por qué no dicen nada de los hombres?, ¿se la agarran conmigo porque soy mujer?
— Martín Carrizo (@martincarrizo_) August 3, 2021
No, Peña. Se la agarran con vos porque ningún hombre, ni ninguna otra mujer que haya visitado la Quinta de Olivos hizo el terrorismo mediático que vos hiciste.
Ya renunció a su respirador Florencia Peña? O todavía no¿? pic.twitter.com/G647QbbPdH
— Baby (@babyaetchecopar) July 30, 2021
Puestos a buscar algo más tangible que la habitual guaranguería tuitera, se señaló como origen del ataque misógino, un tuit del diputado Fernando Iglesias.
Para mí, la señorita iba a ayudarlo a encontrar la perilla que enciende la economía para poner la Argentina de pie.
— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) July 27, 2021
La alusión a la solución de los problemas de la Argentina proviene de una frase de Alberto Fernández, quien antes de ser presidente dijo que él sabía prender la perilla de la economía. Por la fecha, da a sensación de que la referencia es a Sofía Pacchi. La ambigüedad de la frase queda hecha añicos con la intervención de otro diputado, Waldo Wolff, quien acota: “pero ella de rodillas, ¿no?”. Evidentemente es humor de vestuario, innecesario y desagradable, especialmente en gente que tiene la honrosa tarea de representar a sus votantes.
Aún así, me resulta más chocante y “simbólicamente violento” el tuit con fotos sugestivas de mujeres que visitan al presidente.
El personal de trabajo @SantiCafiero https://t.co/oVeI5ucJWr pic.twitter.com/vY80GVIxLU
— Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) August 1, 2021
Al centrar esos tuits en el posible contenido sexual de esos encuentros, el diputado dispersa la atención del eje de la cuestión: la indebida actividad social en momentos de parálisis nacional.
Una vez ubicado el enemigo “misógino” el episodio no podía más que escalar. Como en la Ley de Godwin, que dice que a medida que una discusión en línea se alarga, es inevitable que aparezca una comparación en la que se mencione a los nazis, en el tole tole tuitero apareció la mención a la Dictadura.
Las mujeres sobrevivientes del campo clandestino de detención #ESMA ponen las cosas en su lugar.
— Amalia Bañuelos (@AmaliaBanuelos) August 3, 2021
La misoginia no tiene lugar en la comunicación pública en Argentina. pic.twitter.com/C6HJIBrBh9
La escalada no terminó ahí y la diputada Cerruti pidió, junto con otras legisladoras, la expulsión de Iglesias y Wolff de la cámara.
Ya presentamos el pedido de expulsión del diputado Fernando Iglesias por la violencia misógina y machista, verbal y psicológica que ejerce sistemáticamente contra las mujeres. No toleramos más su maltrato, ni el de nadie. pic.twitter.com/BVOns4jFfc
— Gabriela Cerruti (@gabicerru) August 3, 2021
Este clamor por la violencia simbólica, administrado partidariamente, oculta una violencia peor: la de los privilegiados.
Es crucial que las administradoras del feminismo nacional insten a no definir cualquier hecho como misoginia, porque se pierde de vista una violencia más grande y que la engendra: el de una casta privilegiada incumpliendo regulaciones ruinosas que impusieron para todos los demás. https://t.co/kJj0dAAxkH
— Esteban Schmidt (@estebanschmidt) August 3, 2021
En resumidas cuentas, en un país en donde el Gobierno ejerce violencia real sobre sus ciudadanos, dos diputados hacen chistes de adolescentes machistas, son acusados de “violencia simbólica”, asociados con la Dictadura y se solicita su expulsión de la Cámara. En Argentina, todo el año es Carnaval.
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