Lado B. Los hermanos low cost de los mejores restaurantes de América latina
Queremos disfrutar de los mejores restaurantes del mundo pero la inflación y el tipo de cambio fluctuante realmente nos supera cuando llegamos al exterior. Pero hay que tener en cuenta que muchos chefs reconocidos llevan proyectos informales y populares a su portafolio fine dining, lo cual permite una experiencia gastronómica craneada por los mas grosos con concepto, diseño, estilo y filosofía pero a buen precio. Ya vimos las opciones económicamente amigables que rankearon en la lista de Latin America's 50 Best 2019 el jueves pasado; a continuación, las mejores opciones lado B del continente.
Misia, Bogotá
Reconocida por su investigación incansable de los productos colombianos, la chef Leonor Espinosa ganó mucho premios, incluso el prestigioso Basque Culinary World Prize en 2018, por su trabajo en FUNLEO. Esta fundación trabaja con productores pequeños cuyos productos se usan en su restaurante LEO, Bogotá, que está en el puesto ocho de la lista de Latin America's 50 Best 2019.
Su lado B se llama Misia (una manera respetuosa de decir ‘mi señora’), un establecimiento alegre conocido por su cocina colombiana que resalta la influencia caribeña. Acá se habla de platos tradicionales populares como Mote de queso con guiso y berenjenas asadas (24,000 colombianos/$400 argentinos) y Canasta de fritos del caribe colombiano (29,000 colombianos/$480 argentinos). ¿El más económico para que te des este gustito de comida casera colombiana? La arepa de maíz peto con queso, tomate y albahaca por 9,000 colombianos ($150 argentinos). Dato extra: hace dos meses, Espinosa abrió un segundo local de Misia en su ciudad nativa Cartagena de Indias.
Hot Pork, São Paulo
Este lanchonete paulista ubicado en el distrito Centro se reconoce por sus panchos de cerdo artesanales creados básicamente para Instagram. Craneado por el matrimonio culinario Jefferson y Janaina Rueda, los dueños de A Casa de Porco, oficialmente el mejor restaurante de Brasil por llegar al puesto 6 en Latin America's 50 Best Restaurants 2019, los panchos gourmet de Hot Pork son ricos y pintorescos – y te salen R$16 ($225 argentinos). Devorá tu dog, con el conocimiento de que la carne de puerco proviene de la manada propia de los Rueda. Dato extra: su heladería Sorvetería está perfectamente ubicado al lado de Hot Pork para saborear un momento dulce como el fotogénico y sabroso Floresta Negra (Selva Negra).
Taiyaki, Santiago
Nombrado por la torta japonesa de forma de pescado, esta heladería santiagueña es la creación del chef español Sergio Barroso y el restaurateur chileno Raúl Yánez; su establecimiento fine dining Restaurante 040 rankeó en el puesto 37 en Latin America's 50 Best Restaurants 2019. Inspirada por las heladerías japonesas, el hit de Taiyaki, que está ubicado en barrio de Bellavista, es un helado de vanilla soft con cucurucha de waffle moldeado en el momento en la forma de pescado C$3.000 ($245 argentinos). Se puede prolongar la experiencia si pedís uno servido en un frasco cerámico colorido para llevar a casa como souvenir por C$5.000 ($400 argentinos). Dato extra: hace poco el dúo abrió su quinto establecimiento Nkiru Bar, cuya cocina ofrece panchos gourmet y tapas, todo a menos de C$7.500 ($610 argentinos) y esta semana abren otro restaurante, Olam.
Ambrosía Bistro, Santiago
El restaurante Ambrosía no solo rankeó en el puesto 30 en Latin America’s 50 Best Restaurants 2019, sino que también le otorgaron a su cocinera y dueña Carolina Bazán el premio de Latin America’s Best Female Chef (mejor chef femenino). Su lado B, Ambrosía Bistro – ubicado en el barrio de Providencia – ofrece una experiencia relajada de cocina chilena contemporánea con acentos asiáticos y europeos en un espacio íntimo e iluminado. Muchos platos son para devorar con las manos, como los ricos baos de cerdo y tacos de cerdo o lengua (ambos C$7.000/$570 argentinos). Las papas fritas, cocidas tres veces y acompañadas por salsa bearnaise y kétchup casero, son demasiado adictivas (C$6.000/$490 argentinos). ¿La mejor mesa? Sentate en la barra para disfrutar la vista de Bazán en su salsa. Dato extra: copate con una copa, ya que la carta de vinos la diseña la renombrada sommelier Rosario Onetto.
Mayo, Lima
En la lista de Latin America’s 50 Best Restaurants 2019, el chef peruano Virgilio Martínez logró que entren tres de sus establecimientos – Central (2º), Kjolle (21º) y Mil (30º) – parte de su familia culinaria. La primera vez que pasa en los 17 años de estos premios. También recibió el elogio del ‘más sustentable’ por su trabajo en Central. Ubicado en Casa Tupac, el mismo predio que los primeros dos restaurantes en el barrio limeño de Barranco, Mayo, un bar de coctelería, te lleva al mundo diverso de Martínez a una ganga del precio de Central. Y, para los poco organizados, la gran noticia es que Mayo acepta walk-ins, es decir que no hace falta reservar. Acá, se disfruta de bar snacks y tragos todos hechos con productos pocos conocidos como Coliflor quemado con kiwichas, muña y tomate de árbol ($S62/$895 argentinos) acompañado con un Sur Ica hecho a base de pisco quebranta $S38/$650 argentinos. O, simplemente disfruta de un espresso por $S8/$135 argentinos, sabiendo que el grano de la marca Three Monkeys viene de los Andes y la tasa divina está hecha a mano por una cooperativa de una comunidad indígena.
El Preferido de Palermo, Buenos Aires
Aunque cerró brevemente para una reconstrucción, El Preferido de Palermo – ubicado en una esquina icónica del barrio – lleva casi 70 años abierto de corrido. El dueño de Don Julio – la parrilla que acanzó el puesto 4 de Latin America’s 50 Best Restaurants 2019 – Pablo Rivero y su socio el chef Guido Tassi se ocuparon de la reapertura con la intención de mantener la esencia tradicional de bodegón. Lo más notable es la cava de embutidos, un laburo artesanal hecho por Tassi: probá un plato de Panceta madurada ($280 argentinos) o Salame chacarero ($240 argentinos). Clásicos incluyen Guiso de mondongo ($460) y de lentejas con huevo poché ($440), y de postre flan casero de huevos de campo ($180).
500 Grados, Lima
Dos hornos de leña (tienen nombre: Celsius y Fahrenheit) son las protagonistas de 500 Grados, un local casual del chef Jaime Pesaque, cuyo restaurante refinado Mayta rankeó en el puesto 49 de Latin America’s 50 Best Restaurants 2019. Ubicada en una esquina movida de San Isidro, todos los platos de 500 Grados pasan un toque por uno u otro de los hornos. Acá Pesaque elabora un comfort food tan sabroso y abundante como Huevos benedictinos (S$16/$275 argentinos), Focaccia de vegetales rostizados (S$15/$275 argentinos) y Ossobuco con puré de papas (pesa 1.5 kg y claramente es para compartir, S$99/$1.700 argentinos), que te deja creyendo que deberías brunchear todos los días. Pizzas como la Margherita ($S32/$550 argentinos), la más económica, valen la pena tambien.
Otros datos
El restaurante porteño El Baqueano abrirá un segundo local en la ciudad de Salta antes del cierre del año. Según su dueña y sommelier Gabriela Lafuente, cuyo establecimiento rankeó en el puesto 39 Latin America’s 50 Best Restaurants 2019: "Vamos a abrir NOA Restaurante que va a tener la misma filosofía del Baqueano trabajando con el producto, los productores y con todo lo que tiene que ver con el cero kilómetro, y menos traslados. Los vinos solo vendrán de la noroeste Argentina también. Lo más importante es el lado social: tendrá una escuela, donde los chicos tendrán un lugar para aprender. "
La chef Narda Lepes tambien va a abrir un segundo local, un spot mas pequeño que Narda Comedor (puesto 50) y con onda de panadería en la calle Nicaragua entre Arévalo y Dorrego en Palermo Hollywood. Se espera levantar las persianas antes de fin de año tambien.
En Bogotá, el chef de El Chato (puesto seis) Alvaro Clavijo maneja otros proyectos incluyendo Gaspar Terraza, cuyo menú incluye muchos platos de comfort food, como Ñoquis de roast beef (C$372,000/$620 argentinos) y Chateaubriand con papas fritas (C$42,000/$700 argentinos). Y en Ciudad de México, el chef Édgar Núñez de Sud 777 (puesto 16) también se ocupa de Comedor Jacinta, cuyos platos como tacos, sopas y el chile relleno traen recuerdos gustativos de su infancia.