La mujer, actualmente desempleada, había ido al famoso Teatro Real, lugar del sorteo, para ver si alguno de los 95 números que había comprado resultaba ganador
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En España, la Navidad empieza “oficialmente” el 22 de diciembre, día en que se sortea el famoso “Gordo” de Navidad. Convertido hace años en gran tradición, este sorteo extraordinario es uno de las más grandes del mundo, ya que en total reparte más de 14 millones de euros en, aproximadamente, unos 1500 premios.
Por eso, el país entero se “paraliza” para seguir los números premiados, en una ceremonia a la que acude cada vez más gente. Ese fue el caso de Perla, una inmigrante peruana, actualmente sin empleo, que se apersonó al salón del Teatro Real para ver si esta vez tenía suerte.
En su mano agitaba el décimo tras oír el número agraciado. Las cifras coincidían. El 05490 era el primer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad y se llevó 400.000 euros.
Perla, que nació en Perú y ya lleva 20 años viviendo en España, estaba acompañada de sus dos hijos, que rompieron a llorar. Mientras, los compañeros de butacas -disfrazados como manda la tradición- no dejaban de aplaudirla. “Me quiero comprar una casa en Madrid y con esto me dará para pagar la universidad de mis hijos”, le contó a medios locales. “Otra parte será para la Iglesia. Yo soy muy católica”, añadió.
Perla fue al Teatro Real por la mañana cargada con 95 números distintos que había comprado en varios puntos de España: Valencia, Alicante y Barcelona, entre otros.
“Presentía que tenía que llegar aquí. En todas partes de España que he estado viajando con mis hijos he ido comprando los décimos”, le contó a los medios locales. Como no escucho bien, no veo bien y estoy un poco resfriada le dije a mi hijo que se fijara en el número en la pantalla y dice ‘ya ahora te lo digo’, pero yo lo presentía”, sostuvo.
Emocionada, contó su historia: “Ahora mismo estoy desempleada. Durante 20 años trabajé en hotelería y fui empleada del Palacio del Gobierno. Me echaron a la calle y ahora estoy cobrando el paro [seguro de desempleo]”.
“Por eso creo que Dios es grande. Dios hace justicia”, subrayó. “Estamos muy felices. No nos esperábamos esto. Siempre venimos a la lotería de Navidad con nuestra madre. Nos vamos a comprar una casa al fin”, dijo uno de sus hijos.
Perla confirmaba esto: “El año pasado vinimos y casi me llevo el tercer premio”, concluyó, feliz por la noticia que seguramente cambiará su vida.
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