La trágica historia del niño obligado a vivir como una niña para un experimento científico
Una cirugía fallida hizo que sus padres lo criaran como una mujer, a pesar de tener un gemelo
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En 1965, una pareja de adolescentes llamados Janet y Ron tuvieron gemelos, Bruce y Brian Reimer, fueron los dos primeros hijos de esta familia canadiense. Tras el parto, los dos parecían muy sanos, pero sobre sus ocho meses, mostraban signos de dificultad para orinar. Se les diagnosticó fimosis, una afección en la que el prepucio no se puede retraer.
La pareja llevó a sus hijos al médico para realizar una circuncisión, el primero en someterse a la cirugía fue Bruce Reimer. El procedimiento de este bebé salió terriblemente mal, ya que el médico utilizó una aguja de electrocauterio en lugar de una cuchilla y quemó irreparablemente los genitales del bebé.
De inmediato, los padres decidieron que Brian no fuera sometido a la misma cirugía, por lo que regresaron a casa y meses después su fimosis se curó naturalmente.
Preocupados por la alteración en los genitales de su hijo, los Reimer acudieron a un sexólogo, quien sugirió hacer una reasignación de sexo y que este fuera criado como una mujer. Tras seguir el consejo del médico, cambiaron su nombre de nacimiento de “Bruce” a “Brenda” y comenzaron la crianza como si fuese una mujer.
Los padres de Reimer aceptaron el procedimiento y la transición impuesta al bebé comenzó poco antes de su segundo cumpleaños en 1967. Este increíble caso fue la base un estudio médico sobre la identidad de género que terminó de manera fatal para los Reimer.
Luego de realizar la cirugía de asignación de sexo, la familia comenzó a administrar estrógenos a Brenda, según el médico, esto ayudaría a “feminizar” su cuerpo.
Los padres acudían cada año al hospital para que se pudiera monitorear el crecimiento de Brian y Brenda como niño y niña. En 1975, cuando los gemelos cumplieron nueve años, se publicó su estudio en un libro llamado Sexual Signatures donde se describió la transición forzada de Reimer a Brenda como un éxito: ”La niña ya prefería los vestidos a los pantalones, disfrutaba con cintas en el pelo, brazaletes y blusas con volantes”.
Brenda no era feliz como niña
Los gemelos alcanzaron la pubertad a los 13 años, pero las cosas no salieron tan bien para la adolescente: “Pude ver que Brenda no era feliz como niña”, recordó Janet, su madre. “Era muy rebelde. Era muy masculina y no lograba persuadirla de que hiciera algo femenino. Brenda casi no tuvo amigos durante su infancia. Todos se burlaban de ella y la llamaban la mujer cavernícola”, puntualizó.
Al ver que su hija no estaba cómoda, los padres decidieron decirle la verdad: había nacido niño. Semanas después, Brenda eligió llamarse David. Fue sometido a cirugía reconstructiva y eventualmente se casó. Aunque no pudo tener hijos, fue el feliz padrastro de los tres hijos de su esposa.
Un trágico final
Luego de enterarse que habían sido presentados como un caso de éxito científico y que sus vidas habían sido plasmadas en un libro, los gemelos tomaron fatales decisiones.
Cuando David alcanzó los 30 años, enfrentó una profunda crisis de depresión que trajo consigo la pérdida de su empleo y la separación de su esposa. En el año 2002, sufrió la trágica pérdida de su hermano debido a una sobredosis.
Dos años después, cuando tenía 38 años, la policía informó a Janet y Ron, sus padres, que su hijo se había suicidado.
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