La tragedia de Laika y otros animales que viajaron y murieron en el espacio
Ellos fueron la “carne de cañón” de la carrera espacial; pioneros en lograrlo y morir en el intento
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Aunque en la actualidad parezca “sencillo” viajar al espacio gracias a los avances tecnológicos que los multimillonarios han aprovechado para forjar las bases del turismo espacial, salir del planeta es una hazaña que ha costado décadas y, sobre todo, vidas.
Los recuentos históricos hablan de al menos 22 personas que han fallecido en el intento de orbitar la Tierra.
Y si bien no suele ser tan recordado, al tiempo de las pérdidas humanas, más del doble de animales también han muerto en la aventura espacial.
El pasado 3 de noviembre se cumplieron 64 años desde que Laika, una pequeña perrita nacida en lo que hoy se conoce como Rusia, se convirtiera en el primer ser vivo terrestre en sobrepasar la atmósfera.
Lo que muchos no recuerdan es que fue la pionera en lograrlo y, a su vez, la primera en fallecer tras conseguirlo.
El propósito de conocer las condiciones fuera del planeta llevó a que los animales fueran la “carne de cañón” elegida por los investigadores.
Conozca a los principales animales que, sin tener conciencia de lo que hacían, viajaron al espacio y, literalmente, “murieron en el intento”.
Laika, la pionera
El anonimato que mantenía Laika, una perrita de escasos tres años que habitaba en las calles de Moscú, terminó para siempre cuando, a finales de los años cincuenta, un grupo de científicos la fichó como una de las piezas clave para su plan de “vencer” en la carrera espacial durante la Guerra Fría.
Para el año de su “incorporación”, la extinta Unión Soviética había alzado su bandera tras ser la primera potencia en enviar un satélite artificial fuera de la Tierra.
Así, por su supuesta “resistencia” a condiciones adversas, la perrita de cerca de 5 kilogramos fue seleccionada como el animal que pasaría a la historia como el primer ser vivo terrestre en sobrepasar la atmósfera.
Lo más controversial de su hazaña es que los hombres que la eligieron prácticamente sabían que no sobreviviría.
Incluso antes de que el viaje fuese una realidad, uno de los científicos la llevó a vivir con su familia pues, según registró en un libro, “quería hacer algo bueno por ella ya que le quedaba tan poco tiempo de vida”.
Laika murió horas después del lanzamiento del 3 de noviembre de 1957 debido a la hipertermia (sobrecalentamiento) que experimentó durante la misión de Sputnik 2.
En la actualidad existe un monumento en su memoria que fue inaugurado a casi 50 años de su muerte cerca del Instituto de Medicina Militar de Moscú, donde protagonizó todos los experimentos antes de entrar en órbita.
Aunque el grupo de científicos lamentó lo sucedido, lo más preocupante es que, de acuerdo con el registro de la cadena británica BBC, en la Unión Soviética, entre 1948 y 1961, 48 perros fueron lanzados al espacio y 20 de ellos murieron.
La trágica dinastía de los monos Albert
Del otro lado del pulso de la carrera espacial, Estados Unidos comenzó sus experimentos con animales, a finales de los años cuarenta, enviando unas cuantas moscas de fruta que se convirtieron en los primeros seres vivos en ser enviados al espacio.
Luego, buscando identificar la respuesta de los mamíferos, el país optó por enviar monos en su mayoría.
Presionados por el éxito de su gran rival geopolítico, los científicos norteamericanos desplegaron decenas de misiones en las que al menos cinco primates, llamados Albert I, Albert II, Albert III, Albert IV y Albert V, fallecieron en el intento.
Algunos lo hicieron por el sobrecalentamiento y otros perecieron cuando las naves en las que iban se estrellaron.
El 14 de junio de 1949, EE. UU. lanzó un cohete V-2 con el mono rhesus Albert II. Fue el primer mono en el espacio al lograr alcanzar la altura máxima de 134 km. Sobrevivió bien al sobrevuelo, pero murió durante el impacto por un fallo en los paracaídas.https://t.co/uBy3RmHQws pic.twitter.com/OKSBlsgQGs
— Ana Julia (@anajuliabanlei) June 14, 2019
En 1951, un mono, que unos pocos recuerdan como Yorick y miles como Albert VI, fue enviado junto a cerca de 11 ratones y, sorprendentemente, sobrevivió.
Lo triste fue que murió horas después de haber vuelto a la Tierra.
En 1959, Able y Miss Baker, otros dos monos, fueron los primeros en regresar y mantenerse vida al menos por un lapso de meses.
Sobre los Albert, se estima que los diez primeros de esa “dinastía” fallecieron.
Sin saber el destino de los demás, por lo que han reportado medios especializados, parece que actualmente su legado ya va en Albert XX.
La gata francesa
Francia fue el primer país en lograr que una gata llegara a sobrevolar el planeta. Ocurrió en 1963.
#Félicette fue el primer gato en el espacio.
— Jorge Arturo Colorado (@antroastronomo) August 13, 2020
Fue lanzada en un cohete Véronique por Francia el 18OCT1963.
La gata subió a más de 150km, experimentó la microgravedad por 5 minutos y sobrevivió a la reentrada.
Fue sacrificada para analizar unos electrodos en su cuerpo. 🚀🐱 pic.twitter.com/0YZxPVSBG1
Félicette, como se llamaba aquella felina blanquinegra, sobrevivió al vuelo espacial del 18 de octubre de aquel año.
Tan solo seis días después, debido a la emoción de la gesta, otro gato fue enviado en una misión similar. Lo lamentable es que no sobrevivió al viaje.
Especies que consiguieron salir de la Tierra
Según varios registros, además de las mencionadas, otras especies han hecho parte de estos viajes (tortugas, arañas, ranas, peces, conejos y hormigas, entre otras).
Aunque la conciencia animalista sea una realidad irrefutable en la mayor parte del mundo, hay evidencia de que estos seres vivos siguen siendo parte de experimentos similares.
Todo indica que la reflexión de Yuri Gagarin, el primer hombre que estuvo en el espacio, ya quedó en el olvido: “Aún hoy en día no sé si yo soy el ‘primer hombre’ o el ‘último perro’ en volar al espacio”.
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