La tendencia que sorprende en el Oktoberfest: cada vez más consumidores eligen esta cerveza
La bebida que no tiene alcohol se estableció como una opción respetada entre los asistentes; de hecho, Múnich abrió su primera cervecería al aire libre para este público
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La cerveza es una de las bebidas más elegidas y es tanta su popularidad que hasta incluso cuenta con un festival propio. El Oktoberfest, el festival cervecero más grande del mundo, que se celebra cada año en Múnich, Alemania y en tantos otros lugares del mundo, es un evento que atrae a millones de visitantes y es conocido tanto por su ambiente festivo como por su énfasis en la tradición cervecera.
Este año el festival tiene un nuevo integrante que no solo demuestra un cambio de tendencia en las elecciones de los consumidores, sino también una mayor conciencia e interés sobre la salud y el bienestar. El Oktoberfest tendrá este año una gran oferta de cervezas sin alcohol, algo impensado pocos años atrás.
En una entrevista con la Radio Pública Nacional de Estados Unidos, Tobías Zollo, maestro cervecero y asistente habitual al Oktoberfest, mencionó que, aunque prefiere la cerveza tradicional, a menudo opta por la versión sin alcohol durante el trabajo o en el almuerzo. Destacó que esta opción mantiene el mismo sabor que la cerveza convencional, pero con menos calorías que un refresco, gracias a un proceso especial que elimina el alcohol. “Desafortunadamente, no se puede beber cerveza todos los días”, bromeó.
Zollo no es el único que ha adoptado esta alternativa. En los últimos años, la demanda de cerveza sin alcohol ha crecido de manera significativa, mientras que el consumo de cerveza con alcohol ha experimentado una leve disminución.
Un informe de The Food Tech, por ejemplo, destaca que las generaciones más jóvenes están optando por moderar su consumo de alcohol, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de bebidas con bajo contenido alcohólico o sin alcohol.
La tendencia se vio reflejada en la realidad de muchas empresas. Weihenstephan, la cervecería más antigua del mundo. Por ejemplo, reporta que las variedades sin alcohol, como la lager y la cerveza de trigo, representan el 10% de su producción. Desde que comenzaron a producir bebidas sin alcohol en los años 90, el crecimiento continuó una tendencia similar al resto de la industria cervecera en Alemania.
La cerveza sin alcohol, una gran opción
Incluso en la mundialmente famosa Oktoberfest, la cerveza sin alcohol ha encontrado su lugar. De las 18 carpas del festival que se montaron en Múnich durante este octubre, todas menos dos la incluyen en su oferta durante los 16 días de celebración. Los precios son los mismos que para la cerveza con alcohol, entre 13,60 y 15,30 euros (15 y 17 dólares) por una jarra de un litro, pero con la ventaja de evitar la resaca.
“Para quienes prefieren no beber alcohol, es una excelente opción”, comentó Mikael Caselitz, de 24 años, de Múnich, en una de las carpas del festival. “Algunas personas creen que solo se puede disfrutar más con alcohol, pero la diversión también es posible sin él”. Caselitz agregó: “Si vienes a beber cerveza sin alcohol, nadie te juzgará”.
Walter König, director de la Sociedad de Investigación del Lúpulo en las cercanías de Múnich, explicó al medio que la elaboración de cerveza sin alcohol requiere variedades especiales de lúpulo, ya que el tradicional pierde su aroma característico cuando se reduce el alcohol en el proceso.
Sin embargo, a los consumidores eso no les preocupa, finalizó König, justo antes del inicio del festival. “Lo único que les interesa es que la cerveza sin alcohol tenga un sabor tan bueno como las cervezas tradicionales”.
La cerveza sin alcohol ofrece varios beneficios para la salud, ya que contiene menos calorías que su versión con alcohol, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan reducir su ingesta calórica sin renunciar al sabor de una cerveza tradicional. Además, evita los efectos negativos asociados al consumo de bebidas alcohólicas, como la deshidratación, la resaca o el deterioro de las funciones cognitivas, permitiendo disfrutar de una bebida refrescante en cualquier momento del día.
Otro beneficio importante es que la cerveza sin alcohol mantiene algunas de las propiedades nutricionales de la cerveza normal, como la presencia de vitaminas, minerales y antioxidantes, especialmente los polifenoles, que ayudan a reducir la inflamación y promueven la salud cardiovascular.
LA NACION
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