La tablet, ¿el mejor juguete?
Alivio para padres y nuevo fetiche infantil, es el regalo más pedido por los chicos para el Día del Niño; según los expertos, no debería usarse antes de los tres años
"La verdad es que me impresionó. Estaba sentada con mi hija, que todavía no tenía dos años, mirando una revista. Cuando llegué a la publicidad de una tablet, ella deslizó su dedito como queriendo desbloquear la pantalla", cuenta Laura, mamá de Francisco, de seis años; Delfina, de tres, y Constantino Del Papa, de siete meses.
También Vanesa, madre de Máximo y Milagros Giglio, mellizos de cuatro años, relata las proezas de sus hijos con la tablet. "Recién este año se las dejé usar y ya lo hacen mejor que yo. Máximo baja sólo jueguitos. Identifica los que son gratis y los ordena en carpetas por estilo. Los que son para pintar en una carpeta, los que son de fútbol en otra. Ni el padre ni yo sabemos cómo aprendió a armarlas. Es más, no sabemos ni cómo hacerlas", agrega, entre risas.
Laura y Vanesa no son las únicas madres que se sorprenden con la maestría techie de sus hijos. Desde que aparecieron los dispositivos táctiles, los chicos se acercan mucho antes a las pantallas. "Es más fácil deslizar la mano que pulsar botones, como había que hacer con los dispositivos anteriores. Hoy ya vemos niños de entre dos y tres años que utilizan una tablet o un celular táctil", asegura Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil y autora del libro Los chicos y las pantallas.
La imagen se replica a la velocidad de la luz: en subtes, autos, bares o restaurantes manitos cada vez más pequeñas se mueven con destreza sobre las pantallas, a modo de entretenimiento y muchas veces, admiten los padres, como una suerte de chupete digital.
Con el Día del Niño golpeando la puerta y el reclamo infantil a la orden del día, a más de uno la idea le ronda por la cabeza: "¿Y si le regalamos una tablet?"…
Según un estudio de Carrier y Asociados para Intel, de hecho, cada vez más las tablets reemplazan a los clásicos juguetes: hoy, los nenes argentinos de ocho a 12 años ya las usan como consola (con la explosión de los juegos sociales) y como "centro de entretenimiento". Pero aunque la realidad y la demanda son innegables, Morduchowicz aclara que la recomendación de los expertos, a nivel mundial, es que hasta los tres años los chicos no tengan contacto con ninguna pantalla, ni siquiera con la televisión. "A lo largo de la vida, tendrán mucho vínculo con las pantallas y no es necesario comenzar antes de los tres años. Se trata de privilegiar las actividades motrices, como gatear, caminar, correr y tocar objetos reales. Y, por último, priorizar el mundo real antes que el virtual", detalla la especialista.
"Yo tengo mi tablet desde los cinco y a los cuatro ya usaba la de mi mamá. Me gusta mirar videos y jugar a jueguitos. Pero ahora la uso sólo cuando no me dejan jugar a la Play. A veces, se la presto a Delfi, mi hermana, que tiene tres", relata Francisco Del Papa, de seis años. ¿Cuándo la usan? "En casa, por la tarde, antes de irse a dormir, cuando viajamos o cuando salimos a comer afuera. En esos momentos, las tablets son un excelente entretenimiento para estar tranquilos", cuenta Laura, mamá de los dos. Hasta tal punto llega el furor infantil por las tablets, que algunos negocios, como Mimo, decidieron sumarse a la ola. "Incorporamos un sector de juegos con iPads, en principio, en los locales de Belgrano, Unicenter y, luego, sumamos los del Alto Palermo y Paseo Alcorta. Ahí los chicos pueden disfrutar de juegos para todas las edades, que se van actualizando", cuenta Gerardo Garcea Breme, director de Imagen y Producto de la marca.
Entre los chicos cautivados con esta propuesta, se cuenta otra "experta" en el uso de los equipos, Florencia Chevnik, de cuatro años. Además de la fascinación por las tablets ajenas, ella tiene una fijación con la propia, que todos comparten en la casa. "Tenemos una sola para todos, así que me apuro a usarla porque si no mi hermano me la saca", confiesa. El hermano en cuestión, Nicolás, de siete años, resta importancia al comentario. "En realidad, prefiero la Play o el fútbol. La tablet la uso sólo cuando viajamos."
Los pros y los contras
Sebastián Gacio, neurólogo infantil y coordinador del Centro Infanto Juvenil del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, asegura que todavía no se conoce totalmente el impacto que tienen estas nuevas tecnologías en el desarrollo cerebral, ya que es poco el tiempo transcurrido desde su uso masivo. Sin embargo, el neurólogo agrega que del conocimiento científico del desarrollo cerebral durante la niñez y el impacto más conocido de algunos dispositivos más antiguos como la televisión se pueden plantear varias cuestiones. "La principal ventaja es que estos equipos son parte fundamental de la vida actual, tanto laboral como recreativa, y sobre ellos se desarrollarán las nuevas tecnologías en el futuro. Por eso es bueno que tengan la experiencia de su uso desde chicos, pero en su justa medida", advierte Gacio.
El especialista asegura que, si el tiempo de contacto con los dispositivos es muy alto, se pierde tiempo de contacto social, fundamental para el desarrollo de las funciones cerebrales más complejas. "Se pierde el juego creativo y los aprendizajes basados en experiencias de la vida real. También momentos de exploración del mundo en tres dimensiones, donde se utilizan todos los sentidos, la modalidad de aprendizaje fundamental en los primeros años de vida", explica Gacio.
Por su parte, las madres resaltan las cosas que se aprenden gracias a las tablets. "Máximo avanzó en el aprendizaje de letras e, incluso, identifica alguna palabra. La contra es que dificulta el desarrollo de la escritura a mano, porque prefiere tipearlo", dice Vanesa.
Florencia, mamá de Manuel Villasante, de cuatro años, dice que la tablet es una buena manera de introducirlo en el mundo de la tecnología, siempre y cuando esté guiado. "Es importante ayudar a los chicos a que el uso no sea sólo lúdico. La educación es un beneficio que se puede lograr con el dispositivo y con las aplicaciones adecuadas para cada edad", señala.
Limitar el uso
Todos los especialistas consultados por LA NACION aseguran que es importante que los chicos realicen actividades sociales, creativas y deportivas, además de jugar con las tablets. "Para limitar el uso de dispositivos es fundamental no permitir el uso de pantallas portátiles en el cuarto. Asimismo, prohibirlos en la mesa durante las comidas y que los padres, cuando estén con sus hijos, no utilicen constantemente el teléfono celular ni la tablet. También recomiendo que cuando los niños los utilizan, los adultos compartan el tiempo de uso con ellos", recomienda Gacio.
Rodrigo Filós, médico especialista en psiquiatría infantil del Centro Infantil para el Desarrollo Neuroconductual (Ciden) en la ciudad mexicana Hermosillo, resalta que el uso de los dispositivos no debe exceder la hora diaria y que los padres deben supervisar el contenido de las aplicaciones. "El uso excesivo de estos medios puede perjudicar física y emocionalmente a los menores. Además, muchos de los contenidos de programas y juegos pueden generarles, por imitación, actitudes agresivas o de ansiedad. Algunos efectos secundarios menos frecuentes son la falta de atención y de rendimiento escolar", advierte.
Roberto Caccuri, miembro del Conicet y especialista en neurocirugía y neuropatología, recomienda que los padres no recurran al juego del niño con los equipos con el fin de buscar tranquilidad para que no los "molesten". "Llegado a este punto, se transforma en un juego peligroso tornándose adictivo. Los padres deben observar con atención y controlar el tiempo que pasan con ellos", sostiene. Además, el investigador destaca que la obsesión por mantener relaciones sociales sólo con el sistema electrónico puede conducir a un embotamiento de la personalidad con su trastorno posterior que, con el correr del tiempo, lleva a un deterioro de las funciones cognitivas. "Por contrapartida, entre los beneficios, observo la precocidad del desarrollo de circuitos en el sistema nervioso, que ayudan a mejorar la velocidad del procesamiento de la información", manifiesta.
El tema de la edad
La edad es otro factor clave a tener en cuenta. Morduchowicz asegura que la primera pantalla en la vida de los chicos debe ser la televisión, a partir de los tres años, para luego ir incorporando las distintas pantallas hasta que la última sea el celular, a los 12 o 13. ¿Qué edad es aconsejable para utilizar tablets? "Siete u ocho años es lo recomendado, pero los especialistas sabemos que, a partir de los dispositivos táctiles, ya hay chicos de dos y tres en contacto con estos medios. No es lo aconsejable, pero es la realidad. Lo mejor sería, a esta edad, promover actividades que tengan que ver con lo motriz y con el contacto con objetos reales, y no virtuales", asegura la experta.
Serge Tisseron, director de Investigaciones de la Universidad París Ouest Nanterre y autor de la Regla 3-6-9-12 (ver recuadro), también desaconseja el uso de las tablets desde muy temprana edad. Según él, si el chico rompe sin querer un objeto del mundo real, debe esperar a que su padre lo repare y no siempre queda igual, y eso le enseña que las acciones son irreversibles. "El mundo digital es totalmente reversible. Pueden deshacerse las acciones y volver a empezar. Los adultos nos adaptamos al mundo digital, pero primero construimos nuestros puntos de referencia del mundo real –dice–. En el mundo digital, no hay pasado, presente ni futuro. Todo es eterno."
Según Tisseron es necesario tan pronto como sea posible introducir en los chicos la dimensión del tiempo. "Es mejor informar a los niños sobre el tiempo diciéndoles, por ejemplo, que tienen 30 minutos para jugar y preguntarles cuándo quieren utilizar ese tiempo, en lugar de decirles que pasó el tiempo de uso, directamente. Si me resisto al uso de tablets en los niños pequeños es porque creo que es necesario darles tiempo para construir sus propias referencias tangibles y temporales con el mundo real. Recién después de hacerlo, podrán tener una relación satisfactoria con las tecnologías digitales."
La regla 3-6-9-12
Serge Tisseron propuso esta regla sobre las edades adecuadas para el uso de cada tecnología que, desde el año 2011, es divulgada por la Asociación Francesa de Pediatría Ambulatoria (AFPA).
Evitar las pantallas antes de los tres años
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Internet y redes sociales, a partir de los 12
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