La ruta de las esculturas
Un itinerario por las numerosas esculturas del parque puede ser la excusa perfecta para caminar al aire libre y aprender algunos detalles curiosos sobre sus historias.
De las siete que se detallan en el circuito sugerido, el busto de María Curie, de Santiago Parodi (2) merece especial atención. Porque a su pie, bajo una piedra, se esconde una cápsula del tiempo que sólo será abierta el 7 de noviembre del 2067, cuando se cumpla el centenario del nacimiento de María Curie. Entre otros documentos, ese sitio es caja fuerte de la ley que autorizó el monumento y de un puñado -certificado- de tierra original de Polonia.
Otra de las esculturas que contribuye a escribir la historia del parque es La flor del Irupé (6), una obra de Luis Perlotti que fue robada en 1989.
Hace tres años, la Asociación Voluntarios del Parque del Centenario comenzó una investigación para restituir la pieza artística. Los pies (que no pudieron robar) fueron encontrados en la Dirección de Museos y Obras de Arte. Y como en el Museo Perlotti - en Pujol y Méndez de Andés, antigua residencia del escultor donde hoy funciona un museo de la Ciudad- se conserva el molde original, la Asociación de Voluntarios propuso aprovecharlo para completar la escultura, utilizando mármol reconstituido y caucho de siliconas, de origen francés.
Otras obras que merecen atención son La aurora (1), Júbilo , de Martín Blazco (3), el busto de San Martín (4), La Victoria Alada , de Eduardo Rubino (5), Germán Burmeister, de Ricardi Aigner (7).