La revancha del PH: el nuevo aspiracional a la hora de elegir vivienda
"Vivir en un PH es lo mejor que me pasó para afrontar la cuarentena: las salidas a pasear se reemplazaron por salidas a la terraza. No paro de barrerla y de cuidar las plantas, nunca estuvo tan limpia. Además, mi novio la usa de taller: recicló algunas sillas y una mesa. Todo esto, en el departamento anterior hubiese sido imposible. Es una tranquilidad el sol propio". Úrsula Danei es productora de televisión y su novio, Víctor Sánchez, actor y escenógrafo. Cuando se mudaron del dos ambientes a este PH (propiedad horizontal) en un primer piso por escalera no se imaginaron que la terraza se transformaría en un espacio clave. La pandemia cambió los hábitos y el espacio doméstico se reconfiguró. Las "casas chorizo" resultaron ganadoras de una contienda invisible a fuerza de amplitud, intimidad y poco roce vecinal.
Ambientes amplios y patios, techos altos y cielo abierto son algunos de los atributos que ahora treparon al tope de las consultas
Ambientes amplios y patios, techos altos y cielo abierto son algunos de los atributos que ahora treparon al tope de las consultas. Las inmobiliarias coinciden en afirmar que la vivienda típica que surgió en la Buenos Aires de principios del siglo XX como conventillo representa un porcentaje alentador entre las operaciones futuras. "Las consultas enfocadas en este tipo de unidades se incrementaron después del primer mes de cuarentena estricta. La gente prioriza la ventilación y la posibilidad de tener espacios al aire libre. Son muchos los que evalúan mudarse de un típico 3 o 4 ambientes a un PH con posibilidad de transformar cuartos en home office y destinar sectores de juegos para los chicos", comenta Juan Ignacio Mel, gerente comercial de Mel Propiedades. "Prácticamente no pagan expensas, tampoco comparten grandes superficies comunes con los vecinos. Estos son puntos a favor que ahora privilegian las parejas jóvenes interesadas, sin importarles los pisos por escalera o la falta de cocheras. Hoy, esta ecuación resulta alentadora", destaca Sebastián Miranda, socio fundador de Miranda Bosch Propiedades.
Proyectar en función de deseos y necesidades
El arquitecto Rodolfo Livingston, autor del método Arquitectos de Familia, es especialista en refuncionalizaciones. Su punto de partida: escuchar a las familias y proyectar en función de sus deseos y necesidades. "El afuera, esa posibilidad de salir del adentro y el sueño de cumplir la cuarentena juntos pero aislados y no compartir ascensor con los vecinos son algunas de las ventajas. El PH es este tipo de casa urbana que se puede adaptar a diferentes familias y con poca plata", señala el emblemático arquitecto, protagonista del documental Método Livingston (2019, dirigido por Sofía Mora). "La mayoría de nuestras familias clientes preguntan si pueden construir en la terraza, dónde ubican la escalera o si se puede dotar de más luz la cocina. También les interesa la cocina integrada, para recibir amigos. En general son matrimonios jóvenes o matrimonios con el nido vacío", describe Livingston.
A Kevin Eisenberg, de 30 años, la mudanza le cambió la calidad de vida durante estos 150 días de encierro. "La terracita pasó a ser como Disney. Durante las horas que da el sol a pleno, apoyarse en la medianera a leer o a hacer un llamado, sentarse en la mesita de afuera a almorzar, o regar las plantas constituyen auténticas escapadas. La terraza se convirtió en un mirador, o un sendero por donde caminar, aunque sea en círculos. Los cambios de luz, los reflejos del atardecer en los edificios, los pájaros que vienen de visita y el hueco de unos cinco metros entre las torres por donde se llega a ver el río (en Olivos), hacen de la terraza un oasis en medio de la cuarentena", describe el estudiante de la Universidad Nacional de las Artes.
"No tener vecinos también es un plus. Si las reuniones de consorcio terminaban en gritos y peleas no quiero ni imaginarme las discusiones actuales", resalta Úrsula Danei, desde su PH de Palermo. Independencia y poco roce, otras de las singularidades que destacan los usuarios de las casas chorizo, donde el contacto con los vecinos suele ser más estrecho, pero en dosis mínimas. Como Mariano Frigerio, papá de Sol, de 3 años, que se turna con sus vecinos para que los chicos usen el pasillo común como pista de monopatín. "Es tan largo que llegan a disfrutar y hasta se cansan entre idas y vueltas. Antes nos quejábamos del barrio (Villa Luro) porque estaba lejos de nuestros trabajos, ahora vivir en este PH nos salvó la vida", confiesa.
Pura transformación
Cuando la arquitecta Bárbara Berson recibió la propuesta de reciclar una propiedad abandonada de Zona Norte no dudó: "Me impactó la oscuridad, fue clave la operación para permitir entrada de luz y generar un oasis verde en la terraza", señala. "Estar sobre la tierra para mí es fundamental, cuidar la huerta y recibir mariposas. No tener a nadie abajo, ni a nadie arriba, otra característica", señala el dueño, especialista en desarrollo sostenible. Berson explica que las casas chorizo devenidas en PH constituyen una tipología "que dota de identidad a nuestra ciudad. Fue, en muchos casos, el primer paso de los inmigrantes para pasar del conventillo a la casa propia. Comenzaban con una pieza de cuatro por cuatro con baño y cocina al fondo que, con el tiempo sumaría más cuartos uno detrás de otro. El zaguán representaba el fuelle entre el mundo de lo privado y el ruido de la calle. Cruzando este espacio indeterminado encontramos el patio como lugar de encuentro de la familia al aire libre, este mágico invento."
Para Uriel Ullisky, arquitecto y socio de Krell Brokers los PH son las nuevas estrellas del mercado inmobiliario. "Las consultas se activaron. Es que 4 meses encerrados en departamentos sin balcones es mucho. Además, en las torres no permiten el uso de amenities (jardín, parrilla, gimnasio) y hay consorcios que decidieron restringir visitas. Los PH, en cambio, son independientes y presentan costos muy bajos de mantenimiento", destaca el broker y subraya: "En este momento no bajaron de precio, esto implica que no subieron, y ese es un dato alentador porque en los departamentos tradicionales sí notamos una baja".
"4 meses encerrados en departamentos sin balcones es mucho", dice el arquitecto Uriel Ullisky
"Son un desafío inspirador, una hoja en blanco donde está todo por hacer", dicen las arquitectas Giselle Gutman y Mariana Lehrer, del estudio Gutman + Lehrer. "Sabemos el potencial que tienen estas casas y cada una de ellas presenta una complejidad diferente", concluye Berson, sobre los nuevos héroes urbanos que están recuperando brillo en un contexto donde cambiaron los escenarios de encuentro. El tejido urbano ya no será el mismo, se vienen nuevos formatos, nuevas maneras de habitar los espacios propios.