El pronóstico del jueves al fin de semana: la primavera se despide
Después de un fin de semana con 36°C quedó demostrado que ya estamos expuestos al calor extremo, acaso el mayor flagelo meteorológico que pueda sufrir la ciudad, por encima de las ráfagas e infinitamente peor que cualquier escenario de granizo
- 6 minutos de lectura'
Despedimos en esta sencilla ceremonia a nuestra amiga la primavera. Sencilla por falta de presupuesto, no porque nos hagamos los humildes, nos hubiera gustado algo más rimbombante, algún show acorde a la ocasión. Cabe recordar que el período estival tiene varias fechas de inicio, la más conocida es la del 21 de diciembre cuando el calendario nos avisa que el verano está vigente. Los más caprichosos lo saludarán a partir del solsticio, lo que sería el comienzo del “verano astronómico” que curiosamente esta vez caerá el 21 a las 12:58 horas. Pero también existe el “verano meteorológico” que comienza el 1 de diciembre.
Ya describimos muchas veces que las estaciones están desfasadas en sus versiones meteorológicas y astronómicas pero en ningún caso queda tan claro como en el período estival, porque cuando llega el 21 generalmente ya llevamos varias semanas sudando la gota gorda. Diciembre ya es sinónimo de calor y aunque culturalmente todavía sea primavera, para las ciencias de la atmósfera ya es verano de manera clara e irrefutable, lo que nos lleva a anunciar el último fin de semana de primavera.
En lo personal creo que hay una creencia de una mayoría abrumadora que ama el verano y que año tras año me parece más un mito, que pueden ser más una primera minoría por sobre las demás estaciones. Tengo la teoría de que el verano nos conecta con aspectos de nuestra infancia donde disfrutábamos de ese período sin ir a la escuela, las vacaciones, las fiestas y un montón de sensaciones agradables relacionadas con el cierre del año y los primeros meses del siguiente, y que indirectamente amábamos ese tramo del año, no por el calor sino por las experiencias que nos daba. Claro, desandar el verano en la infancia es una vivencia muy diferente, cuando las vacaciones son más cortas, con más responsabilidades y cuando tenés que salir a ganarte el mango en un día sofocante, el cuento es otro. Por eso no habrá festejos por el final de la primavera, solo señalar que a partir de la semana que viene, y por tres meses, la ciudad enfrenta su desafío meteorológico más difícil.
Jueves: bienvenido frente frío
Seguimos con la veleta alternando entre cuadrantes y este 25 de noviembre vuelve a ser turno del aire frío. El día comienza con viento del norte en una mañana agradable con 19°C de mínima. Desde temprano contaremos con alguna probabilidad de precipitaciones que se irá acrecentando con el correr de las horas. Se espera mucha nubosidad por la mañana en una jornada con poco sol que tendrá el foco puesto en la rotación de viento del mediodía cuando un frente frío arribe a la ciudad para desbaratar cualquier intento de otra tarde de calor, de hecho puede que la máxima se alcance a esa hora con el termómetro apenas superando los 23°C. Las lluvias nos pueden acompañar hasta el final de la tarde donde se espera una intensificación del viento con ráfagas desde el sudoeste. La noche marcará el final de la inestabilidad conservando la circulación de aire frío aunque la nubosidad baja y las pocas horas de viento sur todavía no incidirán en el termómetro en un cierre con 20°C.
Viernes: vuelve el cielo despejado
Para mañana se espera la vuelta del cielo despejado en la ciudad, si bien estaremos expuestos a una tremenda insolación de nuestra superficie, el sol tendrá el lastre del viento frío como para no llevarnos hacia una tarde de alta temperatura. La mínima acusa el golpe del viento sur con 17°C de salida, luego el termómetro comenzará a escalar hacia una tarde de calor tranquilo con el mercurio apenas sobrepasando los 30°C. Promediando el día entrará aire fresco desde el río para promover un descenso nocturno hasta los 23°C. La noche mantiene el cielo despejado con un poco más de viento sin condicionar ningún plan de salida nocturna.
Sábado: la noche, entre algodones
El sábado tendrá dos semblantes diferentes. Un comienzo con cielo despejado en un amanecer a pleno sol con el termómetro iniciando la cuenta desde 19°C grados. La mañana presentará valores agradables para llegar a un mediodía o primeras horas de la tarde, donde se empiece a nublar nuestro cielo acompañado de una rotación de veleta hacia el sudeste. La falta de sol y el aire fresco van a pichar al termómetro que se recortará en 29°C para configurar una tarde térmicamente muy agradable y completamente alejada de temperaturas incómodas. Hacia la noche comienza la inestabilidad aunque en los papeles el cielo aguanta hasta algunas horas pasada la medianoche. Todas las simulaciones ponen la noche a salvo pero no nos sobra nada, quien tenga algo en agenda hacia el final del día deberá estar atentos a nuevas actualizaciones.
Domingo: lluvias y descenso de la temperatura
Se espera un reingreso de aire frío en la mañana dominical que podría venir acompañado de lluvias débiles desde temprano. Se espera un día con poco o nada de sol con el mercurio saliendo desde los 20°C e intentando llegar a los 27°C vespertinos. Si bien se pueden esperar algunos pasajes sin precipitación o con lloviznas débiles e intermitentes, todo el día estará solapado con probabilidad de lluvias, recién por la noche recobraremos la estabilidad en un cierre con ráfagas frías en el estuario.
Spoiler alert
La semana que viene ofrecerá pocas horas de viento norte y varios días estarán dominados por la circulación de aire frío garantizando que el termómetro no se dispare por casi diez días. La jornada más calurosa será el martes con una máxima de 30°C y no se esperan precipitaciones.
Eso es todo amigos y amigas. Después de un fin de semana con 36°C quedó demostrado que ya estamos expuestos al calor extremo, acaso el mayor flagelo meteorológico que pueda sufrir la ciudad, por encima de las ráfagas e infinitamente peor que cualquier escenario de granizo. Inevitablemente cada tanto ligaremos alguna tarde sofocante y alguna noche en la que cueste dormir, lo importante es que no se pongan en fila varios días con estas características y que podamos desandar diciembre sin padecer ninguna ola de calor. Hasta aquí llegó la primavera meteorológica, se acaba la tregua térmica, se quiebra el armisticio de temperaturas extremas y solo quedará la esperanza de que el calor fuerte se retrase lo más posible. Algún incauto amante del período estival podría leer estas líneas desde otra latitud y preguntarse porque tanta aversión al calor. Es que esto es Buenos Aires, donde el verano a veces se disfraza de infierno, donde el verano no siempre se disfruta, donde el verano cada tanto aplasta el alma del laburante de a pie. Esto es Buenos Aires, el lado B del verano.
Hasta la semana que viene
@JopoAngeli
Otras noticias de Pronóstico reservado
Más leídas de Lifestyle
No falla. El método para eliminar las chinches con ingredientes naturales
No fallan. Los siete trucos de un neurólogo para fortalecer y cuidar la memoria
La última entrevista. Cuando Roberto Giordano habló sobre sus problemas de salud: “Ya tengo tres bypass”
Fin del misterio. La ciencia reveló dónde se encuentra el centro del universo