Con la reina ausente por primera vez en 50 años, ¿quiénes fueron los encargados de encabezar la Pascua real?
La tradicional celebración que se lleva a cabo en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, recibió a la comitiva, que esta vez, y luego de medio siglo con la reina Isabel II al frente, no fue liderada por ella
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Con la ausencia de la reina Isabel II de Inglaterra, la comitiva hacia la tradicional ceremonia religiosa para celebrar la Pascua a la que asisten cada año los miembros de la familia real fue encabezada por el príncipe William y su esposa, Kate Middleton. Los duques de Cambridge llegaron este domingo al evento que se realizó en la capilla San Jorge del Castillo de Windsor junto a sus dos hijos mayores, George, de 8 años, y Charlotte, de 6. Además de la monarca, tampoco formaron parte de la misa pascual el príncipe Carlos y su esposa Camila Parker-Bowles.
La ceremonia fue presenciada, entonces, por William, Kate, George y Charlotte, que llegaron primeros en la comitiva que asistió a San Jorge. Lo hicieron sonrientes y con vestimenta formal, la cual tenía tonalidades que oscilaban entre el celeste y el azul. Detrás de ellos, ingresaron al templo ubicado en el oeste de Londres los condes de Wessex, Eduardo -hijo menor de Isabel- y Sofía, junto a sus hijos, Lady Louise Windsor y James, vizconde de Severn. También asistieron la princesa Eugenia -hija del príncipe Andrés- y Peter Phillips -hijo de la princesa Ana- y sus pequeñas hijas, Isla y Savannah. Zara -otra hija de Ana- y Mike Tindall también estuvieron presentes, y lo hicieron junto a su hija mayor, Mía.
Pero más allá de todas estas figuras ilustres de la realeza británica, hubo una ausencia que no pasó desapercibida. Es que por primera vez en 50 años, la reina Isabel II no participó de la ceremonia religiosa. Según informaron los medios británicos, la monarca, que la semana próxima cumplirá los 96 años, no concurrió por “problemas de movilidad”.
Esta no fue ni será la única falta a ceremonias oficiales que realice la monarca. Su estado le impidió asistir a otros encuentros formales; por lo que la última presencia de Isabel II -que cumplió en febrero 70 años como Soberana de Inglaterra- en un evento público fue el pasado 29 de marzo, cuando fue a la Abadía de Westminster para el homenaje de su difunto esposo, Felipe de Edimburgo, quien falleció, a los 99 años, el 9 de abril del año pasado.
La reina, “cansada y agotada”
Isabel no concurrió tampoco al servicio del Jueves Santo, también en San Jorge, y en su lugar estuvo Carlos, junto a Camila. De acuerdo con The Sun, esta fue la primera vez que su sucesor al trono suplantó a su madre en ese evento, lo que marca un hito importante en el rol que comienza a tomar el heredero dentro de la familia real.
La reina tampoco estuvo el día de la Commonwealth el mes pasado, lo que despertó la preocupación de su entorno. En los últimos seis meses, además, Isabel fue vista utilizando un bastón y le habría dicho a alguien que la visitó en su residencia de Windsor: “Como podés ver, no me puedo mover”.
Sumado a esto, la monarca, que dio positivo de coronavirus en febrero, admitió que esa enfermedad la había dejado “muy cansada y agotada”.
Por sus problemas de movilidad, recibió un carrito de golf adaptado, con un costo de 80.000 dólares, para que pueda circular en compromisos futuros. Además, se hizo instalar un ascensor para ingresar en silla de ruedas en su casa de campo de Highlands.
Una fuente cercana a la corona le dijo al medio británico Daily Mail que, de aquí en más, habrá de suponerse que “la reina no estará presente en los eventos”. En caso de que asista a alguna ceremonia, “se decidirá qué día será y estará acompañada de otro miembro de la familia real”.
A pesar de estos anuncios, los británicos no pierden la esperanza de ver a su reina en las celebraciones de su Jubileo de Platino, es decir, los festejos por sus 70 años de ocupar el trono de Inglaterra: un hecho que comenzó el 6 de febrero de 2022 y que se prolongará durante todo el año.
La visita de Harry y Meghan Markle a Windsor
Más allá de su concurrencia a eventos formales y de sus problemas de movilidad, la soberana dio la semana pasada un firme paso en lo que podría ser la reconstrucción de las relaciones familiares.
El jueves, en Windsor, Isabel II recibió la visita de su nieto Harry -separado por decisión propia de la familia real- y su esposa, Meghan Markle.
El príncipe William no participó de este encuentro familiar dado que, al parecer, continua teniendo una relación distante con su hermano menor y con su cuñada estadounidense.
Los duques de Sussex pasaron a visitar a la reina madre antes de partir rumbo a Holanda, donde el sábado inauguraron los Invictus, una especie de juegos olímpicos para veteranos de guerra enfermos, heridos o discapacitados que se llevan a cabo en La Haya.
El príncipe Harry y su esposa fueron el centro de atención de la inauguración. Allí los rodeaban numerosos guardaespaldas y una productora de Netflix los filmaba constantemente.
En el discurso inaugural de este torneo internacional, la duquesa de Sussex rindió homenaje a la delegación ucraniana al exlamar “Slava Ukraini”, que significa “Gloria a Ucrania”. Con ese mismo espíritu, la selección de ese país, que sufre la invasión rusa desde el pasado 24 de febrero, recibió una ovación de pie por parte del público presente.
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