Dejó salir a la artista plástica que jugaba de chica con su abuela y se animó a crear obras que se verán, desde hoy a la tarde, en la galería de arte Maman
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Wedding planner. Ex primera dama porteña. Desde un poco antes de la pandemia, productora ejecutiva de televisión. Y ahora, como si fuera poco, artista plástica. Bárbara Diez (51) no para, es pura energía. La mesa del living de su casa se convirtió en mesa de trabajo al llegar el confinamiento. Hizo tantos collage desde entonces que cubrió las paredes del piso al techo con sus creaciones. Tijera en mano arremetió con los libros de arte de su biblioteca heredada y los convirtió en materia prima. Cortó y pegó. Como cortó con el tema que la llevó a los medios el año pasado: la separación del Jefe de Gobierno de la Ciudad. Y volvió a cortar. A sus creaciones les sumó juguetes que supieron ser de sus hijas, envoltorios de golosinas, material descartable, revistas viejas... Su obra finalmente verá la luz hoy en una muestra con otras 9 artistas plásticas. “La vida es un collage”, suspira. Y sigue recorriendo su intensidad.
-¿Cómo se reveló la artista?
-Estaba todo dentro mío. Desde pequeña. Mi bisabuela Mamá Jane, francesa, del lado materno, me guio en este camino. Fue una mujer que marcó mi vida aunque falleció a mis 6 años. La extrañé siempre. Pasaba mucho tiempo con ella. “¿Mamá Jane esto está bien?”, le preguntaba mientras recortaba y pegaba a su lado haciendo mis primeros collages. “Mi amor, todo es bienvenido y correcto en el arte del collage”, me decía. Tengo en mi cuarto un cuadro de ella. La tengo muy cerquita. Está hecho con una técnica mixta de dibujo más pintura. Me recuerdo comiendo galletitas Lincoln, haciendo collage, tirada en el piso de la calle Levene. Cortábamos y pegábamos. Los fines de semana me iba con ella al campo de General Rodríguez. Pasábamos por La Serenísima, entregábamos los potes de vidrio de yogur en un portador de alambre y nos llevábamos otros 12. Mis recuerdos con ella son una fiesta. Me alentaba a hacer collage. ¡Cómo me divertía! Pero también hay arte del lado paterno. De la rama española de la familia. Mi abuela Lili cubría sus dedos con papeles y les daba vida a diversos personajes que caminaban y bailaban sobre su mesa del comedor. Sus padres, Firma y Odilio Estevez, en un acto de generosidad extraordinario hacia su ciudad, Rosario, donaron su casa y hoy es el Museo de Arte Decorativo Firma y Odilio Estevez. Este año fui con mis hermanas. Fue tan emocionante como revelador. El arte en todas sus formas.
El collage de su vida
Bárbara Diez se zambulló en los collage en plena pandemia. No hacía mucho que se había separado de Horacio Rodríguez Larreta y la creatividad, se sabe, es un buen espacio para cicatrizar heridas del alma y salir más fortalecida. En su caso, con cada pedacito, hizo un todo.
-¿El arte es reparador? ¿Con qué parte tuya te reencontraste?
-Lo vivo como una forma de expresión. No como reparador, sino como una forma más de la creatividad. Así como en cada celebración, en cada evento que realizamos me encanta y nos encanta como equipo sorprender desde lo creativo e innovador. Esta forma es otra expresión de la creatividad.
-¿Dónde trabajás?
-Trabajo en casa. Puse una mesa larga y me paso horas. Una vez que empecé no puedo parar. Este fin de semana hice siete collages. Esta mañana temprano ya estaba en el taller de marcos.
-¿Y qué haces con tantos collages?
-Por ahora he regalado algunos a gente muy amada. El resto los fuimos colgando con mi amigo el ambientador Martin Roig en mi comedor. Llegó un momento que no entraban e intervenimos desde el piso hasta el techo. Un sueño. Un collage de collages.
-¿Cuántas obras expones en esta muestra de mujeres?
-Llevé 69 obras y la curaduría que hace Patricia Pacino, eligió unas cuantas. No vi como quedaron los collages (NdeR: se expondrán desde hoy martes en la Galería Maman Fine Art, en el marco de la muestra Manos a la obra: diez artistas). Pero lo que van a hacer es un collage de collages. Las obras en general tienen el tamaño libro. Por supuesto que hay libros de arte más grandes pero al trabajar sobre el original, ese es el tamaño. Lo que hace que haya también obras pequeñitas. La obra se entiende bien en su conjunto. Como me decía Daniel Maman, es lindo llevarse cuatro, cinco, ocho…porque de esa manera se puede reproducir donde se vaya a colgar, de la manera que lo imaginé, un collage de collages. Pero cada uno ve e interpreta de manera distinta. Con lo cual el observador es el que decide.
-¿Hubo algo que te soltó?
-La pandemia nos encerró a todos, pasé muchísimas horas en casa. Y comencé a mirar con detenimiento los libros de mis bibliotecas. Allí estaban…encerrados. Miles de obras de artistas maravillosos encerrados como nosotros en pandemia. Pero desde hace años mis amigas me decían: “¡Cómo vas a cortar así las hojas de los libros!”. Y es todo lo contrario. Es sacarlos a la luz. Darles una nueva vida. Cada collage es sobre un original, no saco copias. Son libros de mis bisabuelas, de mis abuelas y abuelos más que nada. Arranco las hojas. No las corto, las arranco. Y utilizo juguetes de mis hijas, material descartable. Reciclo, reúso. Luego comencé a trabajar con algunos catálogos de arte. Hasta tengo revistas ¨El Hogar¨.
-¿Qué dicen tus hijas de todo esto?
-Aman. Me dan sus opiniones. Manuela, mi hija mayor (su otra hija se llama Paloma), estudió Diseño y Gestión de estéticas para la moda y se engancha, se divierte. Hizo algunas obras. No hace mucho collage, trabaja más con otras técnicas. Usa poliuretano, bastante vidrio líquido. Tiene su propio estilo. Y además es muy emprendedora, tiene una marca que se llama The web , donde venden ropa curada por ella y dos socias, en esta nueva realidad de reutilizar, reciclar.
Una wedding planner en serie
La experiencia televisiva también fue reveladora para Bárbara. Hace tiempo que quería contar todo lo vivido a lo largo de tantos años de bodas, eventos, cumpleaños. Iba a ser un libro. Terminó siendo una serie que se verá en dos temporadas por Star+, la plataforma para adultos de Disney. La exitosa planner será Celeste Cid. La serie fue dirigida por Daniel Barone.
-¿Cómo fue contar una historia para la tele?
-Durante la pandemia estuve trabajando como productora ejecutiva de la serie. Lo hice, como todo el mundo, desde casa. Siempre imaginé que iba a escribir un libro sobre el lado B de los eventos. Lo que no se ve. Luego de más de mil eventos, vemos que hay historias que se repiten. Mandé una idea a Disney, y les gustó. Comenzamos con los guiones y fui aprendiendo muchísimo. El mundo de la organización de eventos se parece bastante al de inventar historias para la pantalla. En ambos casos creamos sueños. Al no poder organizar celebraciones, canalicé la creatividad por medio de las historias y del arte. Con Disney veníamos trabajando desde hace dos años y medio. Terminamos de grabar la temporada uno hace tan solo un mes. Ahora estamos en post producción. Y se viene otra temporada.
-¿Y las fiestas? ¿Volvieron a full?
-Se empezaron a reactivar ahora que se puede. Estamos trabajando ya, hay mucho evento para fin de año y para el año que viene. En algunos casos es medio extraño porque algunas niñas que iban a hacer su fiesta de 15 ahora tienen 17 y ya no quieren festejar. Y en otros quieren seguir adelante con la fiesta. Algunas se han reprogramado hasta cinco veces, con lo cual el trabajo se hizo muy difícil. De las celebraciones se están encargando más que nada mis socias y todo el equipo. Yo me estoy concentrando más en los guiones para la temporada dos de ¨Planners¨ y estoy muy comprometida con los collages.
-¿Cómo definirías este momento de tu vida?
-Más que referirme a este momento de mi vida, definiría mi vida. Vivo intensamente. Esa es mi forma de vivir. No sé vivir de otra manera. Si hago una fiesta voy a hacer lo mejor que pueda. Y me voy a dar por entera. No se vivir de otra manera. Si hago collage le pongo todo mi corazón, mi energía, mi tiempo. Así como lo hago con la producción de la serie. Fui a las grabaciones, me involucré con los guiones. Y no solamente en entregar las historias o en contarlas, creé una relación bellísima con Celeste Cid (NdeR: protagoniza junto a Gonzalo Valenzuela y Leticia Siciliani), hemos pasado horas juntas, buscando el tono, la voz, la forma de decir. Leyendo textos. Y mirá que no es mi vida, no es mi biografía, es la vida de una organizadora de eventos con su oficina, una agencia de planners. El resto es todo ficción.
-¿Vas a ir a la apertura de la muestra de collages?
-No sé, no soy muy adepta a interesarme por el mundo exterior. No sigo modas. No veo bien el color. Es difícil encontrar una mujer daltónica.
-¿Sos daltónica?
-Increíblemente sí. Soy un caso muy extraño. Soy una mujer daltónica. Mis clientes no pueden creer que trabaje organizando fiestas y que no pueda ver bien el color. ¡Qué lindo contarte esto! Recuerdo cómo fue que se dieron cuenta…Un día llegué a casa con un examen sobre los colores primarios…y mi mamá, que me trataba de usted, lo agarró y me dijo: “Pero mire,… ha pintado todo mal!”. Más allá del reto, yo me quedé firme e insistí con que lo había hecho bien. Y fue así como terminé en un oftalmólogo y me hicieron un test con las cartas de Ishihara. Y bueno parece que adentro de los círculos había números y yo no los veía. Entonces recuerdo que el oftalmólogo se quedó sorprendido porque no era tan común encontrar una mujer daltónica. Esta es una historia que no muchos conocen. Me da alegría contarla.
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