La noche de Giuseppe Cipriani
PUNTA DEL ESTE.- La polémica por su obra en el predio donde durante décadas reinó el hotel casino San Rafael continúa. Los que adoran y los que odian es historia conocida. Pero nada de eso empañó la organización de su fiesta icónica en Gin Tonic, su chacra de La Barra. Con carpas y alfombras marroquíes sobre el pasto y champagne francés toda la noche, la velada comenzó con canciones italianas de Mina e Iva Zanicchi, pero terminó como bestial fiesta electrónica, con DJ europea y famosísimos enloquecidos. Pampita (tema aparte) muy desdibujada este verano ya que todo lo que aportó fueron besos para su flamante marido, Roberto García Moritán. Divina, en negro y oro, bailó con ganas pero los flashes apuntaron para otro lado. Por ejemplo, a Mecha Sarrabayrouse, que acababa de firmar la pipa de la paz con la familia que había tenido un altercado con su hija Lucía Celasco.
Llamó la atención un dúo seductor bastante retro. Ellos eran Adrián Suar y Gustavo Bermudez. La gente se asombraba sobre ese blend y creía al actor de Nano retirado en la Patagonia. No, no. De ninguna manera. El, separado, está en plena cumbre de conquista.
El dandy de la noche, sin dudas, Joaquín Furriel (a punto de comenzar a grabar una serie con Nancy Duplaá). Abrazos con su amiga Leonora Balcarce y caballero a la hora de buscar tragos respetando la cola. Bajo una luna llena increíble, la fiesta terminó al alba. La parrilla nunca paró y empresarios como Martín Cabrales, Sebastián Eskenazi y Jorge Corcho Rodriguez picotearon tirita de asado( del centro) en ángulo secreto del fiestón.
Penalistas en la arena
Entre calamares y el mejor gin tonic de La Barra transcurrió el cumpleaños número 102 de Don Mariano Cúneo Libarona, fiscal de la Cámara del Crímen durante veinte años. Estaban sus hijos- que heredaron la pasión por el Derecho Penal- y una docena de amigos maduros que llamaron la atención por lo cancheros en cuanto a look, bronceado impecable y elección de tragos. Fue en el deck tan exclusivo de Le Club, en la playa conocida como La Posta del Cangrejo (en honor al hotel icónico que ya no está). Sobró nostalgia, aplausos, abrazos y, desde ya, velitas. En un momento las mesas vecinas afinaron oídos porque el tema político se puso ríspido. Mariano, que fue habitué en la mesa de Animales Sueltos, el programa de Alejandro Fantino, tranquilizaba amigos explicando cuán seguro y resolutivo es el nuevo presidente Alberto Fernández. Ante la pregunta típica, casi el hit del verano, su respuesta fue: cero títere.
Fiesta noventosa
La esposa del empresario Laith Pharaon hizo súper evento en La Caracola. Empezó muy normal, con almuerzo soñado y luego se fue armando con invitados que llegaron en diferentes etapas. La balsa para llegar al lugar predispone bien y ya la energía sube. Además tocaba DJ Mina. Entre los invitados estaban Luli Salazar (con sombrerazo; ahora la vinculan con Máximo Kirchner) y el Cholo Simeone, muy llamativo con camisa colorada y feliz de estrenar casa en José Ignacio. También se sumó Pablo Cosentino, ex de Daniela Urzi, junto a su hijo. A las 20 horas los niños fueron invitados a otro programa y quedaron adultos y música. Sin fin.
Nueva tienda, vino y rock
Osklen inauguró espacio en José Ignacio y, si hay algo que sobró además de linos brasileros, estampas oceánicas, yutes, pieles de pescado y demás, fue rock. Allá estuvo Dignity (Calu Rivero) y su hermana Marou. También sus padres y la siempre impecable Belén Chavanne. ¿Qué los hizo bailotear? La banda uruguaya Dinamita. Sólo hubo un percance cuando la diseñadora Caro Criado recibió un codazo e hizo impensada catarata de vino tinto. Menos mal que todo fue sobre los vidrios y los linos inmaculados, carísimos, se salvaron de milagro.