La misteriosa desaparición del pirata sanguinario: la pista que resolvería todo 400 años después
Un buscador de tesoros aficionado encontró las joyas arqueológicas que revelaron la enigmática historia de uno de los corsarios más sangrientos del mundo
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Un puñado de monedas desenterradas en un huerto de frutas de una zona rural de Estados Unidos puede ayudar a resolver uno de los misterios sin resolver más antiguos del planeta.
El villano de esta historia es un pirata sanguinario inglés que se convirtió en el criminal más buscado del mundo después de saquear un barco que transportaba a peregrinos musulmanes desde La Meca hacia la India, y que eludió su captura haciéndose pasar por un comerciante de esclavos.
“Es una historia de un crimen casi perfecto”, afirmó Jim Bailey, un historiador aficionado y buscador de tesoros que encontró, con un detector de metales, la primera moneda árabe intacta del siglo XVII en un prado de la ciudad de Middletown, en el estado de Connecticut.
Esa antigua moneda de bolsillo, la más antigua jamás encontrada en Norteamérica, podría explicar cómo el pirata Henry Every se desvaneció con el viento.
El 7 de septiembre de 1695, el barco pirata Fancy, comandado por Every, emboscó y capturó al Ganj-i-Sawai, un barco real propiedad del emperador indio Aurangzeb, uno de los hombres más poderosos del mundo en aquel momento. A bordo de la embarcación estaban los fieles que regresaban de su peregrinación y decenas de millones de dólares en oro y plata.
Lo que siguió fue uno de los robos más lucrativos y atroces de todos los tiempos. Los relatos históricos aseguran que Every y su pandilla torturaron y mataron a los hombres a bordo del barco indio y que violaron a las mujeres antes de escapar a las Bahamas, un refugio que usaban los piratas.
Pero rápidamente se corrió la voz de sus crímenes, y el rey inglés Guillermo III, bajo la enorme presión de una India escandalizada y del gigante comercial de la Compañía de las Indias Orientales, puso una gran recompensa por las cabezas del pirata y sus secuaces.
“Si buscas en Google ‘primera cacería humana mundial’, aparece Every. Todo el mundo buscaba a estos tipos”, manifestó Bailey.
Hasta ahora, los historiadores sólo sabían que Every navegó hasta Irlanda en 1696, donde se perdió su rastro. Pero Bailey, además, afirmó que las monedas que él y otros buscadores de tesoros encontraron son la prueba de que el famoso pirata llegó primero a las colonias americanas, donde junto a su tripulación utilizaron el botín para los gastos cotidianos mientras huían de sus perseguidores.
En 2014, apareció la primera moneda completa en la granja Sweet Berry de Middletown, un lugar que había despertado la curiosidad de Bailey dos años antes, después de encontrar antiguas monedas coloniales, una hebilla de zapato del siglo XVIII y algunas balas de mosquete.
Agitando un detector de metales sobre el suelo, recibió una señal, excavó y encontró una moneda de plata oscura, del tamaño de una pieza de diez centavos, que inicialmente supuso que era española o acuñada por la Colonia de la Bahía de Massachusetts, un asentamiento inglés en la costa este de América del Norte en el siglo XVII.
Al acercarse, el texto en árabe de la moneda le aceleró el corazón. La investigación posterior confirmó que la exótica pieza de metal fue acuñada en 1693 en Yemen. Bailey contó que de manera inmediata se planteó nuevas preguntas ya que no existen pruebas de que los colonos americanos, que luchaban por ganarse la vida en el Nuevo Mundo, viajaran a cualquier lugar de Oriente Medio para comerciar hasta varias décadas más tarde.
Desde entonces, otros buscadores de tesoros desenterraron 15 monedas árabes de la misma época: 10 en Massachusetts, tres en Rhode Island y dos en Connecticut. Otra se encontró en Carolina del Norte, donde los registros muestran que algunos de los hombres de Every llegaron por primera vez a tierra firme.
“Parece que algunos de sus tripulantes pudieron establecerse en Nueva Inglaterra e integrarse a la comunidad”, afirmó Sarah Sportman, arqueóloga estatal de Connecticut, donde se encontró, en 2018, una de las monedas en la excavación de un sitio agrícola del siglo XVII. “Era casi como un esquema de lavado de dinero”, manifestó.
Aunque ahora suene impensable, Every pudo esconderse a plena vista haciéndose pasar por un comerciante de esclavos, una profesión emergente en la Nueva Inglaterra de 1690. De camino a las Bahamas, incluso se detuvo en la isla francesa de Reunión para conseguir algunos esclavos y así poder aparentar mejor su papel.
Los registros muestran que un barco llamado Sea Flower, utilizado por los piratas después de abandonar el Fancy, navegó por la costa oriental. En 1696, llegó con casi cuatro docenas de esclavos a Newport (Rhode Island), que se convirtió en uno de los principales centros de comercio de esclavos en Norteamérica en el siglo XVIII.
“Existe una amplia documentación de fuentes primarias que demuestra que las colonias americanas eran las bases de operaciones para los piratas”, indicó Bailey, de 53 años, que es licenciado en antropología por la Universidad de Rhode Island y que trabajó como ayudante de arqueología en las exploraciones del barco pirata Wydah Gally, frente al Cabo Cod, a finales de la década de 1980.
Bailey, cuyo trabajo diario consiste en analizar la seguridad del complejo penitenciario del estado, publicó sus hallazgos en una revista de investigación de la Sociedad Numismática Americana, organización dedicada al estudio de monedas y medallas.
Los arqueólogos y los historiadores familiarizados con el trabajo de Bailey, aseguraron estar intrigados y consideraron que está arrojando una nueva luz sobre uno de los misterios criminales más duraderos del mundo. “La investigación de Jim es impecable. Es un material genial. Es realmente una historia muy interesante”, dijo Kevin McBride, profesor de arqueología de la Universidad de Connecticut.
Mark Hanna, profesor asociado de historia en la Universidad de California y experto en piratería en la América primitiva, indicó que cuando vio por primera vez las fotos de la moneda de Bailey, no lo pudo creer.
“Encontrar esas monedas fue algo enorme. La historia del capitán Every es de importancia mundial. Este objeto material, esta pequeña cosa, puede ayudarme a explicarla”, dijo Hanna, autor del libro Nidos de piratas y el auge del Imperio Británico.
Las hazañas de Every inspiraron un libro de Steven Johnson llamado Enemy of All Mankind publicado en 2020, además de la popular serie de videojuegos Uncharted de PlayStation, y una versión cinematográfica de Uncharted protagonizada por Tom Holland, Mark Wahlberg y Antonio Banderas cuyo estreno está previsto para principios de 2022.
Bailey, que no guarda sus hallazgos más valiosos en su casa, sino en una caja de seguridad, manifestó que seguirá investigando sobre el tema. “Para mí, lo más importante es la emoción de la búsqueda y no el dinero. Lo único mejor que encontrar estos objetos son las historias perdidas que hay detrás de cada uno de ellos”, concluyó.
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