La mejor educación global, a un clic
Crecen las plataformas online que ofrecen cursos totalmente gratuitos en universidades privadas como Harvard, el MIT, Berkley o Stanford
Lo que hasta hace poco era privilegio de quienes podían viajar y afrontar los elevados costos de las universidades privadas más buscadas del planeta comienza a ser una posibilidad mucho más cercana gracias a Internet. Si bien el concepto de e-learning no es nuevo y hace más de una década que la educación online ha ido evolucionando, la novedad son las plataformas virtuales desarrolladas por eminencias globales en educación. Concentran en un único espacio virtual la posibilidad de estudiar en prestigiosas casas de estudio con sólo una conexión casera a Internet y ciertos conocimientos de inglés, sin ningún costo.
La vedette del año es la plataforma Coursera.org, desarrollada por dos profesores de la Universidad de Stanford, cuna de muchos de los cerebros que hoy brillan en Silicon Valley. Empezó como un intento para facilitar algunas clases para alumnos de esa institución, pero pronto se transformó en el centro virtual donde Harvard, el MIT, Princeton y más de 30 de las más prestigiosas casas de estudio del planeta abren más de 200 cursos, de forma gratuita, a cualquier estudiante. A seis meses de su lanzamiento, unos 2 millones de personas pasaron por las aulas virtuales. ¿Qué se puede estudiar? Desde Diseño, Computación, Música, Álgebra, Poesía, Sustentabilidad, Cine y Salud pública hasta Nutrición de equinos o los mejores métodos para probar vacunas. Pueden durar entre cuatro o quince semanas y se cursan bajo el concepto de flexibilidad estructurada. Significa que, dentro de un marco establecido, un estudiante puede ajustar los horarios de clase y los exámenes, algo clave para quienes trabajan y utilizan la noche para estudiar.
El aprendizaje a través de Internet es una combinación de muchos medios relacionados, como texto, video, audio y mucha interacción entre alumnos y profesores que también usan mensajes y telefonía móvil. Otras experiencias similares son Edx.org, un joint venture entre Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT); Udacity.com o Class.stanford.edu, de la Universidad de Stanford. La idea común es que se genera una sensación de comunidad. Los alumnos saben que no están estudiando solos, sino que son parte de una comunidad real y pujante.
Los desafíos
Estos sistemas aún presentan grietas respecto del control y monitoreo de la identidad de los participantes y de la distribución de las credenciales. En los programas virtuales de la Universidad George Washington (una de las que ofrece carreras completas), se usa una serie de mecanismos (exámenes vigilados de alta competencia, cámaras y tecnología de reconocimiento) que sirven para garantizar la integridad de los cursos. Coursera aplica mecanismos de control para la verificación de identidades. Pero, por ahora, lo que más importa es la honestidad de los estudiantes y las pruebas que hagan los futuros empleadores para corroborar los conocimientos adquiridos. Diplomas y créditos universitarios quedan a criterio de los profesores y de las instituciones. Princeton, por ejemplo, no ofrece ningún certificado, aunque también es cierto que el mercado se está alejando de las certificaciones formales y lo que se contrata cada vez más es el talento.
Estas plataformas son una ventana a la educación del futuro. Gran parte de la docencia tradicional puede ocurrir afuera del aula, dando lugar a modos de aprendizaje más interactivos, atractivos y, sobre todo, más equitativos e inclusivos. Aunque quedan métodos y tecnologías por mejorar, lo cierto es que hoy, desde una computadora en la Argentina, un estudiante con ganas de aprender puede estudiar en Harvard. Algo impensado hace muy poco tiempo atrás.
Entre los libros y el mouse
www.coursera.org
www.edx.org
www.udacity.com
www.class.stanford.edu