Proteico: el nuevo "light"
De los mismos genios de "sin colesterol", "dietético", "descremado" o "light" surge la fantasía maravillosa de llamar proteica a la mantequilla de maní. ¿Cómo sería esto en el mundo real? Resulta que existe algo llamado "proteína completa" o de alto valor biológico. Sería la que necesita nuestro cuerpo para mantener los músculos y es la que, en general, llamamos "proteína". Se consigue así, completa, de fuentes del reino animal (todos los productos de origen animal tienen proteína completa) y de algunas escasas fuentes vegetales, como la soja y sus derivados.
¿Necesaria?
Pero eso no significa que necesitemos comer sí o sí alimentos de origen animal o soja para obtener proteína de buena calidad. Sucede que esta proteína completa se conforma, a su vez, con una serie de proteínas (o aminoácidos). Por eso se la llama completa o de alto valor biológico. Muchos alimentos de origen vegetal son ricos en algunas de estas proteínas, que nuestro cuerpo combina perfectamente por sí mismo si se las damos. Solo necesitamos ofrecérselas todas (de distintos alimentos vegetales, por qué no) y el cuerpo las utilizará.
¿Es o no es?
Cuando llamamos "proteica" a la mantequilla de maní estamos estirando un poco, o bastante, la verdad. El maní contiene alguno de estos aminoácidos, no todos. Y, por otra parte, para que la mantequilla de maní sea una fuente significativa de proteína deberíamos consumir una cantidad descabellada para un alimento tan energético y denso. Digamos que puede ser un alimento saludable, delicioso y tentador. Pero llamarlo proteico es, como mínimo, cuestionable.
¿Es saludable?
¡Claro que sí! Nos brinda grasas vegetales de buena calidad, fibras, vitaminas E y B, ácido fólico. También minerales como el magnesio y el fósforo. Y nos brinda, por sobre todo, un sabor espectacular, texturas divinas y un precio muy sensato en comparación con otros frutos secos y semillas (en realidad, el maní es una leguminosa, aunque lo consumamos habitualmente como fruto seco).
¿La comemos?
Sigamos comiendo maní, y uno de sus derivados más suculentos y versátiles de la modernidad: la mantequilla de maní, que podemos llamar también pasta de maní o manteca de maní, y es siempre lo mismo. Si la compramos hecha, fijémonos en la etiqueta que no contenga nada más que maní: ni azúcar, ni aceite agregado, ni otras sustancias desconocidas. Solo maní. Y si no se te ocurre qué hacer con ella, acá abajo va una receta muy simple y deliciosa para aprovecharla.
Recetario Kiako: galletitas de manteca de maní
Ingredientes
- 1 huevo grande
- 3/4 taza de azúcar mascabo
- 225 g de manteca de maní (alrededor de 2/3 taza: si compran manteca de maní, generalmente, viene en potes de 450 g, así que simplemente usen la mitad)
Opcionales
- 1/2 cdta. de extracto de vainilla
- Pasas o ciruelas pasas
- Chips de chocolate
- Nueces o maníes tostados y picados
Procedimiento
- Precalentar el horno a 180 grados. Mezclar el huevo y el azúcar hasta integrarlos bien, tratando de disolver lo mejor posible los grumos de azúcar. Si quedan algunos, no se preocupen.
- Agregar la manteca de maní de a poco buscando que todo quede lo más homogéneo posible. Si usan vainilla o algún otro opcional, incorporarlo ahora. La masa debe quedar con una consistencia un poco más blanda y ligera que la plastilina, pero no es fluida ni líquida para nada.
- Si freezan 15 minutos la masa, va a volverse más sólida, ahora sí, parecida a una plastilina. Este proceso ayuda a darles una forma más redondeada y a hacer los cortecitos, de pura pinta, en la superficie. Pero no es obligatorio, pueden saltearlo.
- Tomar porciones de masa con una cuchara o, mejor aún, con un cucharón de servir helado, y colocarlas sobre una placa aceitada o de silicona. Formen medias esferas, incluso un poco más altas, casi como conitos: si después van a hacer cortes, se van a achatar un poquito. Dejar espacio entre las galletas porque van a leudar bastante.
- Si se quiere, marcar la superficie con algunos cortes de cuchillo.
- Llevar al horno entre 15 y 20 minutos, según el tamaño de las galletitas, hasta que se doren un poco en los bordes.
- Dejar enfriar antes de comer: esto es muy importante para que se pongan bien crocantes por fuera y tiernas en el centro.
*Me dedico a comunicar una alimentación natural a través de recetas que sean deliciosas, además de saludables. Escribí los libros
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