Se trata de una gran colina boscosa que en la actualidad es una reserva natural. Sin embargo, en su origen se trataba de una fortaleza militar.
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“Lysa Hora” es una de las llamadas montañas calvas que se encuentran en Kiev (Ucrania). Se trata de una gran colina boscosa ubicada cerca de la confluencia de los ríos Dnipro y Lybid’ que en la actualidad es una reserva natural que forma parte del museo de la Fortaleza de la capital ucraniana.
Un lugar ideal para hacer picnic
Sin embargo, esta montaña tomó una gran relevancia ya que diferentes leyendas dan cuenta de que en este lugar se realizaban una gran cantidad de rituales paganos que incluían reuniones de brujas y de magos. De hecho, el nombre “Montaña pelada” obedece a la denominación de los rituales paganos y no a un punto geográfico específico.
En la actualidad son muchas las personas que teniendo en cuenta sus frondosos árboles, las flores brillantes en la primavera y las hermosas vistas de Kiev, se juntan para compartir un picnic junto a familiares o amigos.
En su origen era una fortaleza militar
En 1872 el ejército ruso construyó una pequeña fortaleza en esta colina. Sin embargo, cuando la obra quedó terminada se descubrió que la fortaleza tenía muy poca relevancia militar por lo que al poco tiempo se convirtió en un almacén donde los oficiales del ejército rojo guardaban una gran cantidad de fusiles y otras armas.
Sin embargo, a partir de 1906 se les ocurrió que ese lugar era propicio para ejecutar a los presos políticos condenados por el gobierno zarista. De hecho, se sospecha que más de 200 personas pasaron por ese lugar entre 1906 y 1917 y terminaron sin vida. Una de ellas fue Dmitry Bogrov , el asesino del primer ministro Pyotr Stolypin.
Enfrentamientos bélicos durante la Segunda Guerra Mundial
Además, este lugar fue testigo de feroces combates durante la Segunda Guerra Mundial, cuando una unidad de voluntarios de defensa locales resistió la ofensiva nazi en Kiev.
Más tarde, el Ejército Rojo usó la fortaleza como área de almacenamiento hasta 1980.
Además, se destaca la existencia de un complejo subterráneo debajo de la fortaleza, pero de hecho solo se pueden encontrar tanques de agua viejos, todavía llenos de agua de lluvia.
¿Qué dicen las diferentes leyendas?
Esta montaña es una de los lugares más místicos de Ucrania. Según los mitos, las brujas se reunían para sus ceremonias sabáticas en estas colinas y se unían con cuervos, águilas y criaturas paranormales para realizar las clásicas celebraciones.
Se cree que en estos encuentros, de los que también participaban demonios y otros espíritus malignos, las brujas discutían sus planes para comunicarse (o dominar) a los mortales. Estas galas maléficas, al parecer, no finalizaban sin antes escuchar el canto de algunos gallos que también eran parte de los eventos.
Una de las leyendas que circula en relación a esta montaña da cuenta que el rey Volodymyr, al cristianizar a todo su pueblo en el año 988, se deshizo de todos los ídolos paganos, pero en el ídolo vivía un demonio, que nadó por el rio Dnipró y llegó al pie de la montaña, en la que vive desde entonces, según relata el sitio conucrania.com.
Otra leyenda, en cambio, sostiene que en este lugar se reunían los antiguos paganos durante la época precristiana a adorar a los dioses. A pesar de que con el cristianismo estos actos habrían terminado, la montaña se llenó de monjes eremitas, que cavaban sus cuevas para estar a solas con Dios. De hecho, quienes acreditan esta versión sostienen que los manuscritos que estos monjes escribieron todavía permanecen bajo tierra.
Un poema sinfónico en su honor
Lo que no es una leyenda es que Modest Petrovich Mussorgsky, un compositor ruso nacido en 1839 considerado como un innovador de la música en el romanticismo e integrante del grupo de “Los Cinco”, compuso el poema sinfónico Una noche en el Monte Pelado que tiene como escenario a este lugar lleno de historia y de misticismo.
Con mucha originalidad, el trabajo recibió excelentes críticas y es conocido en muchas versiones distintas.
En su blog anamariabrandolini.wordpress.com la escritora Ana María Brandolini cuenta que este trabajo estaría relacionado con en el cuento La Noche de San Juan del también ruso Nikolái Gógol donde un pastor narra sus experiencias amenazado por las brujas.
“La primera idea de Mussorgsky fue crear una ópera en tres actos en colaboración con su hermano, usando la obra de Gógol como libreto, pero la idea finalmente no fue llevada a cabo. Años más tarde, ante la publicación de una nueva obra literaria volvió a plantearse la idea. En este caso, la obra en cuestión era La Bruja del Barón Georgiy Mengden, un drama, donde un campesino es testigo de los conjuros de una hechicera en la montaña. Recién en 1866 logra obtener datos extras para completar su auténtica obra embrujada. Mússorgski encabezó la partitura con frases de su puño y letra, que desde un principio ayudaron a comprender mejor la atmósfera fantástica de la obra”, describe Brandolini.
Más allá de las leyendas mencionadas, lo cierto es que “La Montaña Pelada” es un sitio con mucha historia que cautivó a miles de hombres y de mujeres que, como Mússorgski , quedaron fascinados con el aura, con el misticismo y con los rituales que allí se practicaron y que de alguna manera lo sintieron como algo propio y muy cercano.
En la actualidad este lugar continúa atrayendo a practicantes del paganismo y la adoración satánica.
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