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Cargamos con tantos prejuicios ajenos (heredados, pero que hicimos propios), que sacarlos de la mochila a cierta altura de la vida se hace difícil, por eso desde aquí aplaudimos a la reina Letizia que este verano desafió a la pacatería luciendo una sentadora minifalda floreada. Fresca y libre de agenda oficial, el pecado de su Majestad -según describen las críticas de moda más recalcitrantes- es no solo que a una soberana no le cabe mostrar piernas, sino que una mujer de 49 años ya no está para vestirse como sus hijas.
Así de agitado se puso el verano en Palma de Mallorca, donde las chicas de la familia real decidieron pasearse por las calles ataviadas con las mismas prendas que usa el común de los mortales en tiempos de calor. “Ella es muy vieja para ese look!” o “El look de la reina Letizia con un minivestido de Zara divide a sus fans”, titulaban diarios y revistas mientras buscaban afanosamente alguna foto de la royal en traje de baño, como cada temporada.
Con sus piernas escuálidas y musculosas, e incluso si así no fueran, la mujer está en su derecho de ponerse lo que le dé la gana (para eso es reina), en todo caso, en estas épocas ni el largo de la falda ni el tamaño del biquini definen el estatus de nadie. Sin embargo, su estilismo siempre queda en el foco. Ya la habían condenado por sujetarse el pelo con una cola de caballo alta, un peinado “absolutamente inapropiado porque todos sabemos que a las mujeres se nos pone el cabello tan fino y pobre que lo mejor es ser discretas y no peinarnos como si fuéramos jovencitas y, de ser posible, cortarnos la melena con el estilo que ‘mejor nos sienta a nuestra edad’”, sentenciaba una supuesta experta desde una columna de opinión, muy en sintonía con la diseñadora de moda Carolina Herrera, a quien se le atribuyen máximas de idéntico tono: “Solo las mujeres sin clase llevan el pelo largo a partir de los 40 años”...
Madonna celebra sus 64 y 40 provocando
Lejos de parecerse en algo, la última “osadía” de Letizia viene a rendirle una suerte de homenaje a Madonna en su cumpleaños, un icono subversivo que acaba de celebrar los 64 y sigue revelándose contra cada uno de esos tópicos del edadismo y lo que se espera que seas a cierta altura de tu vida. Madonna nunca se queda con ganas de nada: se ha puesto relleno en el culo, anda con chicos que podrían ser sus hijos, baila en el escenario como una teen aunque luego le duela la cadera, y se viste a su antojo. No decepciona, aunque muchos de sus fans consideren que se ha puesto algo patética en su cuenta de Instagram, donde puede vérsela llorando, borracha, cocinando, abierta de piernas, mostrando un pecho y besándose otra vez con Britney Spears.
Pero, como bien describe en su columna Carlos Marcos, redactor especializado en música del diario El País, “tiene su gran mérito ver a una estrella del pop que lo ha sido todo (gracias a ir más allá en lo moral y en lo artístico) luchando por no convertirse en un personaje simplemente simpático. Madonna lleva 40 años de provocación meditada. Entremedias ha grabado buenos discos con una voz limitada” decía, citando algunos momentos memorables de una artista cuya existencia ha transcurrido buscando con desespero estar en el ojo de tormenta.
Entre los méritos que muchas congéneres y colegas le agradecen figura el discurso que leyó emocionada en 2016, cuando la revista Billboard la nombró Mujer del Año: “Si eres una chica, tienes que jugar a su juego. ¿Qué juego? El que dicta que puedes ser bella, adorable y sexy, pero no te comportes como si fueras inteligente. No muestres que tienes opiniones propias. Puedes permitir que los hombres te traten como a un objeto y puedes vestirte como una prostituta, pero tú no eres la dueña de tus deseos. Para los que me negaron, para los que no me ayudaron, para los que dijeron que no podía, que no debería, que no tenía derecho... gracias, porque vuestra resistencia me hizo más fuerte. Me convirtió en la luchadora que soy hoy” dijo entonces, aplaudida de pie. Coherente con aquello, en 2019 editó Madame X, un disco que pasó la prueba de los críticos más duros. “¿Qué pasa? ¿que no puedes hacer música juvenil, divertida y sexy si tienes cierta edad? Quién crea eso es un estúpido”, retrucó la diva del pop durante una entrevista a The Guardian, sobre el objetivo de ese álbum.
Hace unas semanas, Madonna confesó a la revista Variety que está trabajando en la película sobre su propia vida (protagonizada por Julia Garner): “Hay mucha gente tratando de hacer películas sobre mí. En su mayoría hombres misóginos. Así que puse mi pie en la puerta y dije: ‘Nadie va a contar mi historia, excepto yo”.
Larga vida al pelo largo, a la minifalda, y a las reinas…
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