La importancia de criar hijos curiosos y las herramientas que los pueden ayudar a futuro
La pandemia dejó en evidencia varias características positivas y negativas del aprendizaje actual. Para profundizar sobre el tema y los procesos que pueden beneficiar a los chicos y chicas, OSDE convocó a Melina Furman, bióloga y doctora en educación.
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¿Cuáles son los mayores desafíos a la hora de pensar la educación actual?
“Tenemos desafíos sistémicos grandes, un desafío enorme de inequidad educativa. Hoy hablamos del ‘efecto cuna’, que hace que las posibilidades de una persona estén determinadas, en gran parte, por el lugar donde nació”, nos cuenta Melina Furman, bióloga y doctora en educación, destacando uno de los mayores retos de la actualidad en materia de educación: resolver esa brecha de desigualdad que se extendió aún más durante la pandemia, dejando a muchos chicos y chicas desconectados de la escuela.
Según Furman, esto no es algo nuevo, pero sigue siendo un tema urgente que las escuelas alineadas a las poblaciones de menos recursos puedan acceder a más y mejores herramientas y capacitación. La idea es que los colegios se conviertan en un espacio de innovación pedagógica, y ahí reside otro gran desafío de la educación actual: “Poder repensar algunas metodologías de enseñanza que tienen larga data y que hoy necesitan ser revisadas. Sobre todo esta manera de enseñar más tradicional donde el docente explica y los alumnos escuchan y resuelven de forma pasiva, pero que no deja una huella profunda de comprensión”.
¿Qué impacto tuvo la pandemia en los procesos de aprendizaje?
“Un impacto enorme y muy distinto, según las posibilidades de cada familia y las edades de los chicos”, recalca Melina, volviendo a poner sobre la mesa las desigualdades que se manifestaron en los diferentes hogares durante la pandemia, dependiendo del acompañamiento, las tecnologías, dispositivos y conectividad a los que pudieron acceder los alumnos. En este sentido, otro de los desafíos que enfrenta la educación para 2021 “es volver a que la escuela sea ese espacio de encuentro que pone a todos en igualdad de oportunidades para la vida”.
A pesar de que todos los docentes (sin importar los niveles) se reinventaron, y que la creatividad pedagógica sobresalió en medio de esta situación tan inusual, para los chicos fue difícil acostumbrarse a estar confinados en casa y perder esa parte esencial de la escuela que es aprender a convivir con sus pares, un elemento fundamental para su bienestar.
¿Por qué destacamos la importancia de criar hijos curiosos?
“La curiosidad es una de las llaves para mantenernos siempre encendidos y con ganas de aprender”, asegura Furman. “Es esa llamita sagrada que seguimos cultivando para que no se apague, la que nos va a ayudar a que nuestro mundo se siga enriqueciendo y expandiendo de por vida”.
Para la educadora, la curiosidad es el mejor legado que les podemos dejar a nuestros niños, sobre todo en un mundo donde van a tener que reinventarse, actualizarse y seguir aprendiendo constantemente. Ese impulso interno, conocido como motivación intrínseca, es el mejor indicativo de que el aprendizaje va por un buen camino.
¿Cuáles son los “sí” y los “no” de la educación?
Los “sí”
- El conocimiento profundo: aprender para uno mismo y no solo porque alguien me lo está pidiendo. Esa búsqueda que se genera en la escuela y permite utilizar el conocimiento para distintas situaciones (resolver, crear, tener una opinión propia).
- Sí a todas las actividades que ponen a los chicos en el papel de “hacedores”, en un rol intelectualmente activo; trabajando con otros, haciéndose preguntas, reflexionando sobre lo que aprendieron.
- La escuela como espacio de innovación pedagógica: que cada establecimiento tenga las condiciones adecuadas para que los docentes puedan seguir mejorando en lo que hacen cotidianamente.
Los “no”
- Conocimiento inerte: cuando pasamos los temas por encima y nunca los terminamos de comprender.
- La falta de sentido en el aprendizaje escolar: los chicos sienten que no entienden el sentido de la escuela, de lo que están aprendiendo. Ese conocimiento no termina de resultarles relevante.
- La inequidad que tenemos hoy en día.
¿Cuál es el rol de la tecnología en la actualidad y qué cosas tenemos que repensar?
“La tecnología ya venía pisando con fuerza en la educación, pero el año pasado cobró protagonismo. Fue la manera de seguir aprendiendo y enseñando”, comenta Melina, una gran creyente de la tecnología como aliada: “Hay que aprovechar su enorme poder y las ganas que tienen los chicos de utilizarla, para que ese uso sea el que los ponga en un rol de productores y no solo de consumidores”.
La tecnología también puede ser una gran herramienta del aprendizaje en casa, pero hay que saber poner ciertos límites, sobre todo ante algunos usos que pueden ser más adictivos para los chicos. “En la medida que aprovechemos el poder de la tecnología para aprender y crear, el tiempo con tecnología está bien usado”, concluye Furman.
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