¿Dónde queda? A una cuadra de la plaza Flores sobre la avenida Rivadavia al 6836, entre Membrillar –por donde tiene una salida– y Rivera Indarte. Sobre una de las paralelas a Rivadavia, Ramón Falcón, se encuentra otra de sus puertas de entrada.
¿Por qué la elegimos? Porque conserva su esplendor original con locales de primera marca custodiados por murales de gran valor artístico. La estrella es el techo pintado hace más de 60 años por Juan Carlos Castagnino, Enrique Policastro y Demetrio Urruchúa. Allí se pueden disfrutar de cuatro murales gracias a la claraboya ovalada situada en la cúpula.
El dato
La galería fue inaugurada el 10 de noviembre de 1956. Cuentan que para la fiesta de inauguración se contrató un lunch con champagne, pero que los artistas prefirieron un menú popular de empanadas y vino acorde con la corriente de realismo social que los caracterizaba. Pero no solo hay que mirar hacia arriba, las irregularidades del piso original de mosaicos graníticos cuentan también la historia de la galería junto con algunos locales originales de la época como la casa de decoración Tité y la blanquería sobre la salida de Ramón Falcón.
La pampa de Castagnino
Restaurados en 2002, los cuatro murales en 360 pertenecen a cada uno de los artistas. Castagnino representó al campo y a la ciudad. José Angelelli, constructor de la galería, también había convocado a Lino Enea Spilimbergo, quien llegó realizar bocetos de su cuarto de espacio para pintar pero se enfermó antes de empezar a trabajar por lo que sus compañeros terminaron su parte.
Policastro: Flores y el Norte
En su segmento de cielo raso, Policastro se inspiró en la Pachamama para unirla con trazos del barrio de Flores.
El realismo social de Urruchúa
Baldomero Fernández Moreno, el poeta del barrio, es el protagonista del mural pintado por Urruchúa. En la obra, el artista de las letras se encuentra acompañado por un sendero de representaciones de valores: la música, la libertad, el dibujo, el trabajo y la educación. Si bien Spilimbergo no llegó a pintar su mural, se encargó de que la composición total de la cúpula fuera armoniosa en tamaños y colores.
Como nuevos
Cuando en 2002 se decidió restaurar los murales afectados por la humedad y gastados por el paso del tiempo, las autoridades llamaron a uno de los ayudantes, que trabajó con los artistas en su momento. Carlos Uría era un estudiante de arte en esa época y para la restauración usó la paleta original de tonos ocres, marrones y azules.
Conservada
Salvo por la instalación del aire acondicionado y por la extensión en metros cuadrados hacia el ala que sale por la calle Membrillar, la galería no sufrió grandes modificaciones desde su inauguración.
Elegida por:
Clara miguens y Rodrigo Ruiz Medina
Clara Miguens es licenciada en Planificación y Diseño del Paisaje por la UBA, especialista en diseño del espacio público. Rodrigo Ruiz Medina es arquitecto, especialista en planificación urbana y diseño del espacio público, con criterios de sustentabilidad y normas LEED. Socios del estudio RM2:.
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