La fiesta clandestina en Downing Street desató el enojo de la reina Isabel
La monarca y su personal de Windsor están indignados por las fiestas en la sede del primer ministro, cuando ellos acataron todas las medidas impuestas por la pandemia
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LA NACION
Una presunta fiesta organizada en diciembre de 2020 en el 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico, habría violado todas las restricciones impuestas por la pandemia. Y no solo los ingleses están furiosos por el hecho, sino también el personal de la reina, después de que Isabel II tuviera que sentarse sola durante el funeral del príncipe Felipe para respetar las medidas establecidas para luchar contra el coronavirus.
Según el periódico británico The Sun, los sirvientes del palacio reaccionaron con total consternación frente al escándalo de la fiesta de Navidad en Downing Street que salió a la luz la semana pasada.
Al comienzo de la pandemia, la reina dejó el palacio de Buckingham y formó una burbuja sanitaria con su difunto esposo Felipe en el castillo de Windsor. Allí, el personal contratado se vio obligado a pasar meses lejos de sus familias con el objetivo de proteger a la monarca de 95 años.
En este sentido, el personal royal le dijo a The Mirror que durante la pandemia “se hicieron muchos sacrificios que ahora han quedado sin valor debido a las supuestas fiestas ilegales que se celebraron en Downing Street”.
La indignación se hizo mayor cuando se comparó el comportamiento de la reina en el funeral del duque de Edimburgo, donde tuvo que sentarse sola para cumplir con las medidas de distanciamiento social. Un líder del partido laborista, Keir Starmer, criticó al primer ministro, Boris Johnson, por no acatar las reglas y usó el ejemplo de la reina como alguien que sí lo hizo, incluso en uno de los días más difíciles de su vida: “Su Majestad, Isabel II, se sentó sola durante el funeral del hombre con el que había estado casada 73 años”.
Un miembro del personal de Windsor dijo que algunos de sus colegas se sintieron “visiblemente molestos” por la conducta de Downing Street: “Muchos se perdieron la Navidad, los cumpleaños, otras ocasiones especiales y semanas enteras lejos de su familia. Pero todo estaba en el espíritu, era por un bien mayor y estábamos poniendo nuestro granito de arena. Lo que pasó es una cachetada para cualquiera, francamente”, le dijo el sirviente a The Mirror.
Los detalles del escándalo
La polémica sobre esa supuesta reunión nocturna celebrada el 18 de diciembre de 2020, en la cual, según la prensa, participaron hasta 50 miembros de la oficina de Johnson, con comida, bebida y juegos, sacude por estos días al Ejecutivo.
El revuelo llevó a la renuncia de Allegra Stratton, exsecretaria de prensa y protagonista del video, en el cual bromea sobre una fiesta ilegal realizada en vísperas de la Navidad, en la oficina del primer ministro, en tiempos en que las reglas prohibían toda reunión a puertas cerradas, incluso entre dos personas que no convivieran.
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