La dura pelea detrás del trench de Bogart
El hijo del actor de Casablanca demandó a la casa Burberrypor una imagen de su padre
MILÁN.- "Ilsa, no soy bueno para los actos heroicos, pero no hace falta mucho para darse cuenta de que los problemas de tres personas insignificantes como nosotros no cuentan para nada en este mundo enloquecido. Algún día lo entenderás. Brindo por verte, pequeña." Admitámoslo, de no ser por aquel sombrero ladeado, aquel destello de ironía mezclada con deseo en el fondo de los ojos, y aquel impermeable llevado con majestuoso desaliño, una frase como esa habría descorazonado a la más irrecuperable de las "pequeñas". Aquel impermeable se ha convertido en un ícono, ligado para siempre a la despedida de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en la pista de despegue de Casablanca .
Setenta años después, esa prenda es el centro de una intriga internacional mucho más prosaica y surgida en la "libre América" soñada por Ilsa, donde se enfrentan intereses comerciales y de copyright . Los encargados de la página que tiene en Facebook de la histórica marca británica Burberry -que ha hecho del impermeable uno de sus símbolos- han utilizado la escena final de la película de culto de Michael Curtiz en una galería fotográfica que recorría la evolución del estilo en el último siglo y medio. Oficialmente, no fue un intento promocional. Los derechos del uso de la foto habían sido adquiridos legalmente a través de la agencia Corbis. Quienes manejan los derechos de la familia Bogart, que no fueron consultados por Burberry, no son de la misma opinión.
"La maniobra comercial y no autorizada para asociar la marca al nombre y la imagen de Humphrey Bogart es poco respetuosa y preocupante", declaró Stephen, primogénito de Bogart y Lauren Bacall. "Y además es bien sabido que mi padre era un cliente fiel de Aquascutum", agregó. Son argumentos filiales de peso, en una disputa inconclusa sobre la paternidad del impermeable, que reivindican desde hace años ambas firmas británicas.
Tras haber provisto a personajes como Churchill y Cary Grant, la marca Aquascutum, muy rezagada en la carrera de actualización tecnológica, fue vendida en abril último a una empresa china. Burberry, por el contrario, ha resurgido sabiendo aprovechar el potencial de las redes sociales, una frontera relativamente nueva para las marcas de lujo. El caso Bogart sale a la luz en un momento de transición, y está destinado a hacer escuela. El nudo jurídico radica en la borrosa distinción entre uso editorial y uso comercial de las imágenes subidas y difundidas en las redes sociales. En ausencia de normas claras, queda a criterio de cada empresa el encontrar un lenguaje que mantenga el equilibrio entre la autopromoción y la comunicación.
Cine vs. Moda, un enfrentamiento clásico. La Bogart LLC reclama daños materiales y una orden de restricción contra Burberry para prevenir futuras utilizaciones del mito hollywoodense: la demanda fue presentada en California, estado donde el copyright de las imágenes caduca 70 años después de la muerte de la persona retratada. "Bogie" falleció en 1957. Desde Londres, Burberry ha iniciado una contrademanda frente a un tribunal federal de Manhattan. Las partes finalmente llegaron a un "acuerdo amigable", cuyos detalles no trascendieron.
"Los problemas mundiales no son asunto mío. Yo manejo un local", ironizaba el Rick interpretado por Bogart frente al Victor interpretado por Paul Henreid. Quien no maneje los problemas de una gran empresa tiene aquí una muestra del interrogante abierto que plantea la "propiedad" de una obra maestra. A nosotros, "siempre nos quedará París".
Traducción de Jaime Arrambide
Maria Serena Natale