La casa el centro de todo: furor por las reformas y la decoración
Más de cien días en casa hicieron que el hogar se transforme. De repente, hubo que montar una oficina en el living, improvisar un gimnasio en el balcón o tratar de armar una escuela de campaña. Las pesas y los accesorios para hacer ejercicio crecieron en ventas, igual que las sillas de oficina. Las ferreterías se llenaron de gente que compraba productos mientras pedía instrucciones para usarlos. Tantos días y meses en casa hicieron que muchos se decidieran finalmente a hacer arreglos pendientes y a ocuparse de esas compras postergadas. Es que, mas que nunca, el hogar se transformó en un mundo, y por supuesto, todos quieren vivir en un mundo mejor.
Manos a la obra
En cuarentena, los videos de DIY (hágalo usted mismo), los cursos on line y los tutoriales de blogueras entusiastas fueron furor. Quizá ver durante días la misma pared blanca vacía hizo que algunos compraran pintura y rodillo para cambiarla de color. Otros menos aventureros hicieron compras online para sumarle un cuadro o se decidieron a encargar una estantería donde acomodar los libros que estaban juntando polvo en un rincón.
Pero nada de eso fue inmediato. El primer mes, la incertidumbre generalizada congeló el consumo por completo. Pero a medida que el tiempo pasaba, y algunos gastos salían de escena (nafta y viáticos en general, ropa de trabajo, comer fuera de casa o la salida del after office, por ejemplo) los consumidores lentamente se fueron animando a reasignar ese presupuesto e invertirlo en sus casas.
Tu casa, tu mundo
Durante el aislamiento, algunos rubros debieron cerrar sus puertas y entraron en recesión. Pero otros crecieron exponencialmente. La decoración, por ejemplo, es un caso de éxito. Reconectar con la casa generó un boom por la deco, sea en grandes muebles o en los pequeños detalles: un florero que resuelve un rincón o una planta con un lindo macetero. El objetivo era mejorar ese espacio en el que, de repente, debíamos pasar las 24 horas del día.
"Al principio de la cuarentena hubo cero movimiento. Después la gente estuvo mucho más receptiva a los posteos. Nosotros migramos todo a digital en este contexto y empezamos a tener mucho movimiento. El boca a boca tomó fuerza, quizá porque la gente pasaba más tiempo frente a las pantallas. Claramente estaban prestando más atención a la casa", cuenta María Malvitano, de Intervista, una tienda que comercializa mobiliario y objetos para la casa, desde velas o home-spray hasta muebles de distintas épocas, modernos, de autor o vintage. Malvitano agrega que más allá de que las ventas aumentaran considerablemente en mayo y junio, también tuvieron mucho mayor feedback en redes sociales.
Migramos todos a digital en este contexto y empezamos a tener mucho movimiento.
La comodidad ante todo
Aunque la industria textil es una de las más afectadas, un fenómeno interesante es el loungewear, la palabra que define a esas prendas confortables para disfrutar del tiempo en casa. Prendas de algodón, holgadas, cómodas que se convirtieron, para muchos, en un uniforme para atravesar la cuarentena con estilo. Ese es el caso de Jota & Co. La marca creada por Julieta Ortega y Fernanda Cohen vio crecer sus ventas entre 800 y 1000 por ciento durante los últimos meses.
Jota & Co, la marca creada por Julieta Ortega y Fernanda Cohen, vio crecer sus ventas entre 800 y 1000 por ciento durante los últimos meses.
"La realidad es que la marca se vio sacudida por la crisis económica argentina el año pasado. Terminamos un 2019 difícil. Y este año, con el tema de la pandemia, crecimos un montón. Hacemos ropa de entrecasa, no solo pijamas, y ahora que la gente pasa mas tiempo puertas adentro, creo que uno se va acomodando a la situación", cuenta Fernanda Cohen, socia gerente de Jota & Co., y aclara que actualmente los productos que más venden son buzos, pantuflas y conjuntos de pijama (casaca y pantalón).