Princesa Beatriz: cinco detalles de su boda revelan que es la preferida de la reina
LA NACION
Todo parece indicar que la princesa Beatriz, hija de Sarah Ferguson y del príncipe Andrés, es una de las nietas preferidas de la reina Isabel II. Además de consentirla por la paciencia, la incertidumbre y la desilusión que atravesó la duquesa de York desde el anuncio de su compromiso con Edoardo Mapelli a mediados de 2019, la monarca hizo todo lo posible para convertir a la pequeña boda de Beatriz en la más royal de este siglo, incluso, por encima de los casamientos de William y de Harry.
Cinco gestos se cuentan entre las muestras del afecto que une a la reina Beatriz, la primera princesa en nacer después de Ana en 1950.
- La presencia. En el contexto de la pandemia que sugiere a las personas mayores aislarse y no participar de ninguna reunión, la reina Isabel y Felipe de Edimburgo estuvieron presentes en la ceremonia íntima y privada que se realizó en la capilla de Todos los Santos en los terrenos del castillo de Windsor, actual hogar de los monarcas.
- El anuncio. El casamiento celebrado en perfecto secreto fue anunciado por los portavoces de la reina. Las primeras fotos del enlace se publicaron a través de las redes sociales que representan a Isabel. Unas horas más tarde, la reina nombró caballero a un héroe británico a quien le comentó: "Esta mañana se casó mi nieta y todo fue muy bonito".
- Las flores. La decoración de la capilla de Windsor estuvo a cargo del florista real oficial: Rob Van Helden Floral Design, uno de los más reconocidos de Londres. El profesional botánico es un holandés instalado en el Reino Unido desde hace casi treinta años. Predilecto de la reina, se ocupa de ambientar todos los eventos, reuniones y ceremonias de la familia real. El arreglo que diseñó para la puerta de la capilla fue el complemento ideal para equilibrar la ausencia del lujo y la pompa propias de las bodas de la realeza. En el caso de Kate Middleton y de Meghan Markle, sus floristas no eran tan célebres ni tampoco eran proveedores de la monarquía.
- El vestido. El vestido de la novia causó sensación en el mundo entero. Elegido directamente del guardarropas de su abuela, se trató de un modelo vintage que la reina usó tres ocasiones: en una visita de estado a Roma en 1961, en el estreno de la película Lawrence de Arabia en 1962 y en la apertura del Parlamento en 1966. Con casi sesenta años de historia, es un regalo con el que Isabel quiso mostrar su cercanía con la princesa. Norman Hartnell, el diseñador de la magnífica prenda, estuvo a cargo también del vestido de novia de la reina, del atuendo que usó para su coronación y del traje de boda de la princesa Margarita, además de ser el preferido de actrices como Vivien Leigh y Elizabeth Taylor. De acuerdo con un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham, el modelo vintage que usó Beatriz está confeccionado en tafeta de Peau de Soie color marfil y adornado con pedrería hasta la cintura. Las modistas de la reina lo remodelaron para asegurarse de que luciera perfecto en la novia y le agregaron unas pequeñas mangas abullonadas de organza.
- La tiara. La tiara con la que la princesa adornó su peinado suelto y natural es una de las favoritas de la reina. Llamada La Fringe es una de las joyas más valiosas del mundo. Creada en 1830, fue utilizada por Isabel el día de su boda al igual que lo hizo su hermana Margarita en 1973 cuando se casó con Mark Phillips. Tanto Kate como Meghan utilizaron piezas de menor importancia. Otro detalle de la monarca para comunicar un mensaje al mundo: Beatriz es una princesa de verdad.
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