Cuando en 2010 se mudó a Lisboa, la brasileña Alice Moura tenía un objetivo claro: conocer la capital de sus ancestros. Quería saber de dónde venía su familia, cuál era su historia. Y, sobre todo, quería hacerlo como una local más. Por eso, cuando veía los buses turísticos, sentía cierta pena por esos viajeros que eran arreados a los mismos lugares, una y otra vez. Había un detrás de escena al que nunca iban a llegar: pequeños cafés, calles curiosas, esquinas antiguas. Un día decidió armar un blog con tips e historias de vida de la capital portuguesa que, años después, derivaría en su propia aplicación. Y esa fue la semilla que dio lugar a Rent a Local Friend, una app digna del siglo XXI donde la economía de plataformas también incluye la variante de alquilar "amigos locales" por unas horas.
Hoy, la app cuenta con más de 1.300 amigos inscriptos en 278 ciudades y 128 países. Ya sea para alquilar u ofrecerse, solo hace falta crearse una cuenta gratuita. "Desde la aplicación promovemos la economía colaborativa de intereses, para poder vivir experiencias más auténticas", asegura Alice, ahora CEO de la aplicación.
Para comprobarlo, alquilamos nuestros propios amigos en Río de Janeiro, Bogotá y Buenos Aires.
Río de Janeiro: exceso de aventura
Es 30 de diciembre y la ciudad carioca está abarrotada de turistas que vinieron a pasar Año Nuevo. Si uno viaja en esta época, probablemente sea para tirarse en una playa con una cerveza helada en mano. Pero mientras miles de personas se dan un chapuzón, nosotros dejamos el mar de fondo y disfrutamos de otra Río: visitamos el parque del Morro Dos Hermanos junto con Eduardo, nuestro amigo de alquiler que, ante todo, se jacta de ser un aventurero.
Al ser ingeniero ambiental, Edu suele disipar el estrés laboral escalando el morro con amigos. Para esta jornada, nos integra en su grupo. Nos cita en una plazoleta de la favela de Vidigal, lugar al que miraríamos con cierta desconfianza de no estar acompañados por él: "No pasa nada, suelen venir muchos turistas", dice para tranquilizarnos. Nuestro miedo infundado gana un primer pretexto cuando cuatro militares, a punta de pistola, paran la camioneta en la que ascendemos, aunque es solo un control de los tantos que se viven en las favelas. Metros más adelante, el chofer nos pide que dejemos de filmar, justo donde el mar se funde con las casas precarias, conservando estas increíbles vistas como un privilegio propio y celoso de la comunidad.
Desde la aplicación promovemos la economía colaborativa de intereses, para poder vivir experiencias más auténticas.
Ya en el morro, el pánico se hace carne en estos dos periodistas porteños, ahora gracias a unos muchachos que, entre nubes de humo de porro y rifles cargados, nos dan la bienvenida. "Siéntanse como en casa", dicen entre risas. Al momento de bajar, dos nenes de unos 10 años nos empujan para pasarnos. Nos reímos de su inocencia y agilidad, hasta que vemos pistolas en sus manos y escuchamos algo similar a unos disparos. David, sin embargo, no se inmuta: "No se preocupen, son fuegos artificiales. Sé diferenciar este tipo de sonidos. Hasta identifico el calibre del arma por el ruido". Nuestro asombro es solo superado por nuestro cansancio. Ya abajo, nuestras caras coloradas y transpiradas no logran esconder nuestro sufrimiento. Escalar no es lo nuestro. Él, fuerte y claro, sostiene: "Preparé este tour porque ustedes en la aplicación pidieron tener una aventura". Error de principiantes, sí.
Bogotá, Colombia: charla y chocolate
Exactamente un mes después del traspié en Río, uno de los periodistas de esta nota se encontró con Hada, una actriz brasileña con más de 26.000 followers en Instagram que, en sus ratos libres, aprovecha Rent a Local Friend para sumar dinero a su sueño: viajar por el mundo con su novio en una camioneta.
La app cuenta con más de 1.300 amigos inscriptos en 278 ciudades y 128 países. Ya sea para alquilar u ofrecerse, solo hace falta crearse una cuenta gratuita.
Esta vez, la cita no incluye armas de fuego ni esfuerzos físicos, sino una chocolatada y una especie de factura dulce rellena de mozzarella caliente. En un bar pequeño y vacío, Hada cuenta que llegó a Colombia para trabajar en El riesgo es que te quieras quedar, un programa de NatGeonal Geographic acerca de ese país y que, irónicamente, se quedó. Hoy, su principal ingreso proviene de una especie de Telar de Mujeres, con el que, gracias a la confianza entre sus pares, gana miles de dólares que ahorra para el viaje.
El tour, ahora en su auto, continúa con pequeñas escalas, perfectas para apreciar los distintos rincones de la ciudad. En las calles de La Macarena, barrio de artistas, los grafitis y restaurantes étnicos colman el paisaje. Sin embargo, Hada cuenta que eso no es lo que buscan ver quienes la alquilan: "En realidad, todos quieren conocer los barrios más pobres, sin entender que esto no es Europa o Estados Unidos. El peligro es real". ¿Y qué le dice este periodista al peligro en este tour? Hoy no.
Buenos Aires, Argentina
Luciana - periodista deportiva, hoy cronista en TNT Sports- invita a realizar el "tour de Maradona".
Nacimos y crecimos en esta ciudad, y creemos conocer gran parte de sus rincones. Pero a veces, hacerse el turista en tus propias calles puede darte otra perspectiva. Luciana, nuestra última amiga, ya había llevado a extranjeros a bailar tango o a tomar mate en un parque, pero con nosotros tenía que ser más original, así que aprovechó su profesión para planear un tour a medida. Ella es periodista deportiva –hoy cronista en TNT Sports– y, por ende, guía ideal para el "tour de Maradona" que armó.
Es un sábado de marzo y la cita comienza en la cantina Chichilo, en La Paternal. Nos ubican en la misma mesa donde el Diego almorzaba con sus amigos de toda la vida. El resto del local está ambientado con camisetas de muchísimos equipos de fútbol y algunos pocos comensales habituales del barrio. Para un turista, estos detalles son las anécdotas para contar ya de vuelta en casa. Para nosotros, también.
Al hablar sobre la app, Luciana explica que no solo la usa por la plata, sino que le gusta practicar inglés y conocer gente nueva. "Soy una guía de turismo no tradicional", comenta al explicar su rol part-time. Cuenta que jamás tuvo problemas con el servicio, aunque una vez sospechó que alguien quería contratarla para tener sexo: "Por suerte, la aplicación intenta ser lo más segura posible y te deja decidir no ir al encuentro, así que no hubo problema".
Mientras cata el vino de la casa, explica por qué eligió empaparnos de la vida del máximo ídolo argentino: "La gente que alquila amigos busca experiencias originales y, como yo estoy en el mundo del deporte, se me ocurrió que este podía ser mi diferencial". El valor agregado de Rent a Local Friend es notorio. ¿Dónde más un turista podría conseguir un plan tan a medida?
Después de un imponente almuerzo, nos invita a conocer la casa que Maradona compró con su primer sueldo. Una de las periodistas que escribe esta nota vive en La Paternal hace 25 años y no conocía, siquiera, la existencia de ese museo. La curaduría de Luciana es esencial, incluso para dos locales.
Caminar por la casa es volver a la década del 70. Todo está ambientado tal cual era cuando él la habitó, en parte, gracias a que Amazon filmó hace pocos días algunos episodios de la serie destinada a recorrer la vida del futbolista, que se estrenará en unos meses. Su cuarto, fotos de Don Diego y Doña Tota, el tocadiscos de una de sus imágenes más famosas, todo. Ya afuera, pensamos una analogía: el tour fue tan sorprendente e inesperado como el gol a los ingleses. La función de Luciana como guía está aprobada.
Tips de alquiler
- Saber exactamente qué es lo que se está buscando en la ciudad a visitar. Más allá de que las recomendaciones sean parte del juego, lo ideal es pasar un buen rato. Por ejemplo, si uno quiere conocer la escena artística del lugar, primero es mejor investigar un poco acerca de lo que está pasando allí.
- No tener miedo a pedir sino, directamente, indicar las actividades a realizar.
- Pensar cuánto tiempo se está dispuesto a pasar con una persona desconocida, que no va a actuar como un guía privado sino como una suerte de amigo.
Flavia Fiorio y Guido Scollo