“Kenzo Takada en Buenos Aires: tengo una enorme alegría de vivir”
Si tuviera que elegir un color para definir a la Argentina, Kenzo Takada, el gran diseñador que desde que se retiró de la moda se dedica a la pintura, ya sabe cuál sería: "El ocre, que representa la carne, la madera y el cuero, pero de una manera muy sensual", resume el japonés. Esta es la tercera vez que el diseñador nos visita. La primera fue en 1993, para inaugurar su local, y la segunda, en 2010, para presentar su primera muestra latinoamericana. Por entonces, Kenzo Takada no sólo se sorprendió con el parecido de Buenos Aires a París -donde está radicado y tiene su atelier-, sino que también tuvo la oportunidad de conocer nuestros campos, cuando visitó a la familia de su galerista. En esta ocasión, lo hizo de la mano de Avon, una firma con la que se muestra especialmente agradecido. "Me dio la oportunidad de acercarle un objeto de lujo a más personas. Avon Life Colour es un perfume suntuoso, a un precio posible", explica entusiasmado. Desde su habitación en Alvear Icon Hotel, nos cuenta todo sobre la nueva fragancia para ella y para él.
Trabajo en equipo
Kenzo Takada llegó a Avon a través de la prestigiosa dupla de perfumistas Frank Voelkl y Olivier Cresp, con quienes colabora hace años. Ellos tendieron el lazo entre una de las firmas de belleza más populares del mundo y uno de los diseñadores más exclusivos. "No es muy usual que surjan estas alianzas pero para mi es un privilegio porque Avon además cumple una función social ayudando a la economía de tantas mujeres alrededor del mundo", observa. El objetivo fue capturar en una fragancia "la alegría de vivir, la positividad, el optimismo". El resultado fue mágico: Avon Life Colour es transparente, pero transmite colores contundentes. "Es un misterio cómo pudimos lograr algo así, pero cada nota de aroma representa esta explosión de color", define.
Kenzo Takada revela que la magnolia, flor de base de la fragancia que durante el evento de lanzamiento los invitados pudieron colorear, le recuerda a su infancia: en su casa había uno de eso árboles y por ello cree tenerle especial cariño. Luego, describe, se perciben frutas variadas y rocíos florales que se funden con tonos de luminosidad. Después aparecen notas de pera, frambuesa, peonía rosa, lirios y, finalmente, un toque picante y un brillo de almizcle puro. Pero tanto en la fragancia femenina como masculina, se percibe también la fuerte personalidad oriental que es su sello de autor. En el primero, a través del arroz basmati y en el segundo, a través del jengibre silvestre, y un aspecto más alimonado y salpicado de salvia.
"Los aromas son un arma poderosa que nos permite viajar a otras culturas pero también viajar en el tiempo. Mi infancia es un pedacito de sándalo en los bolsillo de mi ropa o en el kimono de mi madre, y también las fiestas orientales de mayo repletas de hojitas de iris", asegura sin dejos de nostalgia y con el entusiasmo que lo caracteriza. "Tengo casi 80 años y por mi edad, intenté dejar de trabajar, tomarme la vida con más calma ,viajar, dedicarme únicamente a pintar pero la verdad, necesito seguir en contacto con el mundo, necesito moverme. Esto es lo que a mi me carga de energía. Me gusta la vida y espero que junto a Avon, hayamos logrado transmitir exactamente eso", concluye.
En un recinto tapizado con magnolias, la diseñadora Mariana Dappiano, influencers como Luciana Martinez, Griselda Pelozo Alegretti y Camila Leite Rozas y periodistas como Agustina Casanova se dieron el lujo de conocer al diseñador, de sacarse su selfie y de probar los nuevas fragancias Avon Life Colour.
Kenzo Takada lideró el encuentro con la sonrisa que lo caracteriza, contagiando toda su sensibilidad y su manera de mirar el mundo. No podíamos irnos sin preguntarle por su secreto de juventud: "rodearse de gente joven".
LA NACION