Jordan Musser, la fisicoculturista que rompe prejuicios (y estadísticas) amamantando a su hija
Jordan Musser, una físicoculturista norteamericana, escribió un ensayo en el Huffingtton Post contando su experiencia como madre y atleta extrema. En septiembre del año pasado, amamantando, ganó dos primeros lugares en la Competencia de Bikini del Comité Nacional de Educación Física de Pittsburgh.
Ese día, Jordan publicó una foto en su cuenta de Instagram que causó tanto fervor como rechazo: estaba ella vestida con una bikini diminuta, un bronceado artificial que se había hecho evitando cuidadosamente la zona de los pezones, un rubio platinado y un make up salvaje. En uno de sus brazos sostiene las espadas que ganó como premio y en el otro abraza a su beba mientras se alimenta.
La físicoculturista cuenta que todo el tiempo tuvo que luchar con la contradicción que requiere tener una condición física extrema y la posibilidad de amamantar."Todo el mundo tenía cosas que opinar al respecto", se queja en el ensayo publicado.
Con diez años de historia en el fitness, para Jordan el físiculturismo es el espacio donde siente que avanza, que prospera. "Es agotadora la búsqueda incesante de desarrollar músculos más grandes y de reducir los depósitos de grasa que se han atrevido a quedarse. Es una guerra física y psicológica conmigo misma. Me encanta".
La contradicción entre amamantar y ser físicoculturista activa reside en que el objetivo de la actividad física es reducir a lo mínimo la grasa que es, justamente, lo que se utiliza en la producción de la leche materna. "Mi plan era una pérdida completa de la grasa corporal. Una hazaña casi imposible de hacer: lograr que la grasa descienda y mantener un suministro de leche. Pero estaba decidida a hacerlo realidad".
"Durante mi preparación para la competencia, la grasa fue el principal objetivo. Comí una dieta alta en grasas, alta en proteínas y rica en nutrientes (incluyendo pollo y carnes rojas magras, huevos en toda su forma, lácteos enteros, grasas, papas, grandes cantidades de vegetales verdes, batidos verdes y proteínas ocasionales. Con mi entrenador controlábamos a su vez la cantidad de leche. No tomé ninguno de los suplementos habituales debido a un posible cruce con la leche. Evité los diuréticos tan comunes en las dietas previas a las competiciones. Estaba tratando de encontrar ese delicado equilibrio entre nutrir mi cuerpo y el de mi bebé".
A pesar de las críticas de su mismo entorno físico, de su familia y de sus amigos sobre lo perjudicial que podría ser para su salud o la de la beba, Jordan se mantuvo fiel a sus propias necesidades y logró su objetivo. "El fitness soy yo. Es tan inherente a mí como respirar o reír. Si lo pierdo, me pierdo a mí misma. Si yo no soy la mejor versión de mí misma, mi hija no va avanzar. Lavaré los platos, cambiaré los pañales y perseguiré mis objetivos físicos", escribe.
Para concluir y dar por concluidas las críticas, Jordan cuenta que le pudo dar el pecho a su bebé durante todo el proceso de preparación al concurso y que nunca tuvo una disminución de leche.
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