EXPEDIENTE
Escorial
Los 70 años de historia detrás la clásica empresa argentina de cocinas, termotanques y calefones
Producción 100%
de industria nacional.
Escorial cumple siete décadas fabricando cocinas, termotanques y calefones en sus dos plantas en la localidad de San Martín.
Están presentes en el 40% de los hogares argentinos. Su récord histórico de producción lo alcanzaron en el 2022 con la fabricación de 500.000 productos, pero esperan batir ese récord este año.
Su historia
En 1951 empezó la gasificación en Argentina. Antes, las cocinas eran de kerosene, pero en 1953 Laureano Fernandez fundó Escorial y empezó a fabricar su producto insignia: la cocina a gas.
Laureano Alfredo Fernandez, fundador de Escorial en una exposición.
En 1951 empezó la gasificación en Argentina. Antes, las cocinas eran de kerosene, pero en 1953 Laureano Fernandez fundó Escorial y empezó a fabricar su producto insignia: la cocina a gas.
Desde niño soñó con tener su propia fábrica. Luego de pasar por el servicio militar y atravesar su etapa universitaria, Laureano comienza a fabricar, de forma manual y con la ayuda de un vecino del barrio, unos hornos que se colocaban sobre los fogones. Esto sucedió en un almacén que su padre, un lechero inmigrante español, tenía frente a su casa en el barrio de Pompeya.
Primeros camiones de raparto de Escorial.
Desde niño soñó con tener su propia fábrica. Luego de pasar por el servicio militar y atravesar su etapa universitaria, Laureano comienza a fabricar, de forma manual y con la ayuda de un vecino del barrio, unos hornos que se colocaban sobre los fogones. Esto sucedió en un almacén que su padre, un lechero inmigrante español, tenía frente a su casa en el barrio de Pompeya.
Laureano emprendió el desafío de Escorial sin tener conocimientos técnicos del oficio metalúrgico, pero esa carencia la compensó con pasión, tenacidad y trabajo duro. Sus únicas herramientas eran una guillotina, tijeras manuales, una soldadora de puntos y una soldadora autógena.
Camión de reparto de Escorial en la fábrica de San Martín.
Laureano emprendió el desafío de Escorial sin tener conocimientos técnicos del oficio metalúrgico, pero esa carencia la compensó con pasión, tenacidad y trabajo duro. Sus únicas herramientas eran una guillotina, tijeras manuales, una soldadora de puntos y una soldadora autógena.
Primer fábrica, donde todo comenzó.
En dos años mudó su taller de la casa familiar a un galpón en el fondo de su propia casa y comenzó a comprar las primeras máquinas. La empresa tuvo un crecimiento sostenido al punto de alcanzar a viajar al exterior para comprar tecnología nueva.
Fotografía tomada durante de los primeros comerciales radiales de Escorial.
En el año 1969 Laureano logra comprar la actual fábrica de Escorial ubicada en la localidad de San Martín.
Jorge Viturro, presidente de Escorial.
Jorge Viturro, sobrino de Laureano, comienza a trabajar junto a él en 1997, su abuela lo convenció para que se una a la empresa familiar. Jorge es hoy el actual presidente de Escorial.
Inicio del nuevo siglo
A fines de los 90 y principio de los 2000, la situación económica del país era crítica y las ventas habían bajado sustancialmente por competidores directos brasileros. Laureano sufrió un ACV a sus 72 años y le dejó algunas limitaciones durante los siguientes 17 años. Aun así, siguió al mando de la empresa.
“Disfrutábamos trabajando juntos, los dos éramos enamorados de las máquinas y de los procesos, pasábamos horas hablando de nuevos proyectos.”, cuenta Jorge.
En el 2003 la economía del país comienza a crecer y las ventas de Escorial, también. La empresa se propone modernizar su fábrica y realizaron inversiones en bienes de capital de forma ininterrumpida.
En 2011 adquirieron una nueva maquinaria para fabricar
termotanques.
Con el correr de los años la empresa ha logrado una gestión profesionalizada,
orientada a resultados, manteniendo el espíritu, la visión y los valores de su
fundador.
“Pienso es necesario buscar la eficiencia y apoyarse en la tecnología. Y esta visión es también compartida por nuestros colaboradores, lo que hace que todos tengamos un trabajo desafiante que nos permite desarrollar nuestras habilidades en un ambiente de colaboración y trabajo en equipo.”
Su principal objetivo es fabricar productos de calidad, nobles y funcionales a precio accesible¨. ¨El trabajo duro, honestidad, solidaridad y honrar los compromisos son algunos de los valores de nuestra empresa familiar”.
“Estar en el 40% de los hogares argentinos, con un producto nuestro, es un orgullo. Pero también es una gran responsabilidad. Nosotros fabricamos productos de gas y la seguridad para nosotros está en primer lugar, la seguridad es todo”, concluye Jorge Viturro, presidente de Escorial.
Cocina a gas
La cocina funciona mediante la combustión del gas natural o envasado, que se libera al abrir la válvula de seguridad correspondiente a cada quemador. La llama se enciende con el encendido eléctrico, que genera una chispa, y se puede regular su intensidad con las perillas.
¿Cómo se produce una cocina Escorial?
1
La bobina de chapa se corta y se procesa en las prensas.
Se realiza el estampado de las piezas de la cocina.
2
El proceso de esmaltado es un proceso de vitrificación en donde se le termina dando color, blanco o negro, a la pieza.
3
La gran parte de los componentes que llegan a la línea de prearmado, como ser quemadores y válvulas, son fabricados íntegramente en Escorial.
4
En la línea de armado, con el ensamble de los componentes, se logra la cocina terminada.
Cuenta con
certificación de
Norma Iso 9001
En promedio se fabrica
una cocina cada
55
segundos.
Escorial trabaja con una
línea de
producción
estandarizada y
automatizada.
Las ventajas de una cocina a gas son:
El calentamiento y
la temperatura se
ajustan de forma
rápida y precisa.
El gas es una fuente
de energía más
económica que la
eléctrica.
Cocinar con fuego
es una práctica
tradicional de la
cultura argentina.
Eficiencia e innovación
En sus 70 años de historia, Escorial ha desempeñado un papel fundamental en la industria nacional argentina produciendo cocinas, calefones y termotanques de alta calidad que se han convertido en parte integral de la vida del 40% de los hogares argentinos. En su gran trayectoria, ha demostrado la importancia de adaptarse a un entorno cambiante y buscar la eficiencia y la innovación.
Apostar y fortalecer la industria nacional es fundamental para el desarrollo económico del país. Fomenta la creación de empleo y oportunidades de movilidad social, brinda autonomía y soberanía. Garantiza, que los productos cumplan ciertos estándares de calidad y seguridad según las normas locales, incentivando la investigación y desarrollo de procesos. Los mismos son cada vez más innovadores, fomentando la competitividad y el progreso tecnológico del país.