Un misterio que lleva 22 años: salió de su casa en San Valentín en 1990 y jamás regresó
La familia de Asha Degree vive un calvario y nunca dejaron de buscarla; en cada aniversario, realizan una caminata hasta el último lugar donde vieron a la pequeña
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Corría el año 2000 cuando el día de San Valentín, celebrado principalmente en los Estados Unidos, no fue romántico, sino que se tornó desolador para una familia norteamericana. Todo se desencadenó tras la desaparición de una niña de nueve años que salió de su casa en horas de la madrugada y jamás regresó.
Asha Degree vivía con sus padres y hermano mayor en las afueras de la ciudad de Shelby, Carolina del Norte y cursaba cuarto grado en la escuela Fallston Elementary. Tanto sus familiares como los conocidos la describieron ante las autoridades americanas como una niña feliz, tranquila, juiciosa, responsable y que jamás salía de casa sin el permiso de sus padres. Además, nunca tenía comportamientos extraños o sospechosos.
No obstante, pertenecía al equipo de básquetbol de su escuela y, en uno de los partidos que tuvo dos días antes de la desaparición, fue sancionada por cometer una falta contra una de sus contrincantes, poniéndose muy molesta, ya que, según sus compañeros de clase, era muy competitiva. De hecho, sus amigos les comentaron a las autoridades que tuvieron que calmarla porque su furia era bastante notoria al ver que habían perdido y, además, que no haría parte del equipo durante el siguiente partido.
Pese a ese episodio, un día antes de desaparecer, Asha ya se encontraba más calmada. ”Sus sentimientos sobre el juego parecían haber pasado. Aun así, no sabemos si ese partido de básquetbol fue lo que hizo que Asha saliera de casa esa noche o si fue algo más”, aseguró la madre de la niña en el programa americano Inside the FBI.
14 de febrero, una madrugada en la que Asha partió
Según lo que se consignó en un episodio del ciclo en cuestión, alrededor de las 2:30 de la madrugada, el padre de Asha Degree fue a ver cómo estaban ella y su hermano mayor en la habitación que compartían. Todo le pareció que estaba normal, porque dormían. Pero, siendo las 6:30 de la mañana, la madre de Asha fue nuevamente a la habitación para despertar a sus hijos y que se alistaran para el colegio; no obstante, la pequeña ya no se encontraba allí.
Al percatarse de la situación, llamó a su esposo para saber si la había visto, pero él le respondió que no, de hecho pensó que en ese momento dormía. De inmediato, les preguntaron a sus familiares que vivían cerca si la habían visto. Nadie sabía nada de ella. Después de contactarse con conocidos, amigos y no obtener respuesta, la pareja decidió llamar al 911.
Momentos después de la llamada, las autoridades llegaron hasta el lugar y se inició una investigación junto a la búsqueda intensiva para encontrarla. Los oficiales observaron que faltaba la maleta de la pequeña y algunas de sus pertenencias. “Todo indica que había empacado antes de su desaparición”, explicó el detective Tim Adams, quien inició la investigación. Al no tener ningún tipo de respuestas, la Oficina de Investigaciones del Estado de Carolina del Norte, junto al FBI y la comunidad del barrio donde residía Asha, se unieron a la búsqueda. ”Literalmente, cientos de voluntarios de la comunidad ayudaron a buscar a la niña”, informó el detective Adams.
Un día largo sin Asha Degree
Pasaba el día y Asha seguía sin aparecer, las pistas parecían estar muy ocultas y los rastros de su paradero muy lejos. Los informes de la desaparición llegaron a todos los medios de comunicación, lo cual ayudó a conseguir testigos que la vieron en la madrugada. Varios conductores les indicaron a los detectives que habían visto a una niña en la carretera a eso de las 4 de la madrugada.
“Hubo testigos bastante creíbles que dijeron que vieron a una niña pequeña caminando por la autopista 18 en dirección a la ciudad de Shelby y, junto a su descripción, se cree que era ella caminando hacia la ciudad”, señaló Adams. Asimismo, aseguró que: “Al menos una de estas personas dijo que había tratado de ver cómo estaba, ya que les preocupaba ver una niña que estaba sola en la carretera. Pero, cuando el conductor dio la vuelta, Asha se había ido hacia el bosque y el conductor ya no podía verla”. Pese a los esfuerzos por encontrarla, no solo pasó un día sino más de dos décadas sin que los padres supieran de su hija.
La maleta de Asha apareció 17 meses después de su salida de casa
“Diecisiete meses después, su maleta, la cual se creía que llevaba cuando se fue, se encontró a 20 millas al norte en la autopista 18, en otro condado; no obstante, algunos de los artículos que había dentro no le pertenecían”, expresó Adams.
Por lo tanto, la desaparición continuó en un gran misterio y, las pocas pistas que tenían los oficiales, no eran suficientes para hallarla. Ante su posible huida, los detectives tenían una teoría que argumentaba que no se habría ido sola de su hogar y que tuvo algún cómplice que la acompañó.
“Alguien tuvo que haberse conocido o pudo haber tenido lugar una reunión planificada o tal vez algún extraño pasó mientras ella caminaba y la recogió”, dijo el detective en Inside the FBI. Sin embargo, dicha hipótesis nunca se comprobó y tampoco se detectó un posible paradero.
Pasaron 22 años y Asha jamás volvió
Las autoridades informaron en Inside the FBI que aún siguen con la búsqueda de quien hoy ya tendría 31 años y realizaron un retrato de la joven con la supuesta apariencia en la actualidad. Asimismo, informaron que en esa época se les presentaron muchas trabas en la investigación, ya que la tecnología no era muy moderna y la niña no contaba con un celular, no dejó mensajes en la computadora y no existían cámaras de seguridad que los ayuden con las pistas.
”No hemos perdido la esperanza de encontrarla. Ella sigue siendo un caso de un niño perdido y no renunciamos ante eso. Actualmente, existe el Equipo de Despliegue Rápido de Secuestro de Niños del FBI, o CARD y nos están ayudando a encontrarla”, informó el detective, que desde el inicio estuvo al frente del caso, Tim Adams.
Sus padres son quienes más esperan con ansias la aparición de Asha y aún guardan la esperanza de que la ayuda de las autoridades se haga efectiva. ”Después de 22 años, sigo creyendo que mi hija está viva, no creo que esté muerta. Y sé que alguien sabe algo. Un niño de 9 años no puede desaparecer en el aire sin que nadie sepa nada”, expresó la madre en Inside the FBI.
Actualmente, existe una recompensa por información del paradero de Asha que llega a los 45 mil dólares. Además, su familia hace una caminata todos los 14 de febrero de cada año en el último trayecto que recorrió el día que desapareció.
De hecho, en ese lugar se colocó una valla publicitaria que muestra la foto de Asha cuando tenía 9 años y cómo puede lucir hoy, a sus 31. Asimismo se encuentran todos los números de contacto a los que pueden llamar si llegan a saber algo de ella y también se encuentra notificada la suma de dinero que se está ofreciendo como recompensa.
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