Impresionante: avistaron una rara especie de calamar gigante a 6000 metros de profundidad en el Pacífico

En el 2021, más específicamente en el mes de abril, un grupo de exploradores marinos hizo historia al realizar la inmersión más profunda en busca de un naufragio. La misión, respaldada por la organización Caladan Oceanic, tenía como objetivo encontrar una embarcación hundida durante la Segunda Guerra Mundial. El proyecto no solo fue un éxito porque dieron con los restos que buscaban sino que, un año después, fueron noticia nuevamente en este caso por reportar un encuentro con algo aún más sorprendente.

En 1944, el Golfo de Leyte fue el escenario de una de las batallas más encarnizadas de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos quería invadir las islas Filipinas y, cuando Japón intentó interponerse, desplegó toda su fuerza bélica. Los países se trenzaron en un duro enfrentamiento marítimo que terminó con el triunfo de los norteamericanos y una gran cantidad de bajas para ambas naciones. Entre todas las embarcaciones que sucumbieron estaba el destructor USS Johnston. El hundimiento del mismo tenía un aspecto llamativo por la zona en donde ocurrió.

El naufragio sucedió en las cercanías a la isla de Samar, muy próximo a un cañón marino conocido como la Fosa de Filipinas. De esta manera, el USS Johnston terminó en una de las zonas más profundas del accidente geográfico. Luego de una larga preparación, los exploradores dieron con él. Días antes de realizar el histórico hallazgo, habían intentado descender pero sin éxito. O eso pensaron ya que, años después, vieron algo increíble en las grabaciones de ese día.

Alan Jamieson, investigador de aguas profundas de la Universidad del Oeste de Australia, analizó el video cuadro por cuadro para ver si se les había pasado algo. Y, efectivamente, en un punto muy lejano pudo detectar una pequeña mancha despasándose a lo largo de la pantalla. El descubrimiento consistía en un par de segundos de filmación que se veía muy borrosa pero el experto, para quitarse las dudas, envió el material a Mike Vecchione, zoólogo del Smithsonian Institution.

Su colega confirmó las sospechas: se trataba de un individuo perteneciente a la familia de los magnapínidos (Magnapinnidae). Es decir, era un calamar gigante. De acuerdo a National Geogrpahic, estos animales “se caracterizan por tener ocho brazos y dos tentáculos delgados con una distribución irregular. Sus extremidades pueden alcanzar hasta veinte veces el tamaño del resto de su cuerpo, con una longitud máxima reportada de 6.4 metros de largo”. De acuerdo a diversos estudios, establecieron que se trataba de un espécimen muy joven.

El avistamiento del calamar provocó un revuelo en la comunidad científica ya que tuvo lugar a 6,212 metros debajo del nivel del mar, profundidad que nunca se había registrado en esta especie. Asimismo, los acercamientos con este tipo de animales son muy extraños y poco frecuentes.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), en la historia hubo solo 12 encuentros entre calamares gigantes y vehículos motorizados de exploración. La más reciente se dio en Estados Unidos durante noviembre del 2021 cuando la expedición Windows to the Deep 2021 de NOAA dio con uno en el Golfo de México.

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