"¿Qué es eso del pelo largo? ¿La polera y el blue jean? ¿Qué es eso de ir al Di Tella, al sarao y al happening?", cantaba Nacha Guevara en "Doble cero". Del vinilo de 1970 a su cuenta de Instagram, posteado después de una noche en la que es su hábito menospreciar a la nueva generación de famosos y así demostrar su desagrado ante lo escuchado en el programa Cantando 2020. Pero Nacha siempre vivió su vida pública en desacuerdo. La rebeldía propia de los 60 se mantuvo en el tiempo para que esta cantante, actriz y bailarina cuestionara a través del arte lo establecido en cada época. Hizo su versión de Evita, buscó mezclar géneros con el Heavy Tango, se mantuvo en el café concert, aunque en los últimos años su versión más conocida fue la de jurado de reality shows, donde fue posible ver su exquisito y acertado gusto por la moda.
Flower Power
La escena de los hippies en Estados Unidos, la moda en Londres, el Mayo francés y la juventud como nueva musa de la época tuvieron su correlato en Buenos Aires. Nacha pertenece a la camada de artistas formados en el Di Tella. Antes y después del instituto, participó del circuito independiente, donde siempre buscó diferenciarse. Se destacó como actriz de teatro y cine y en el music hall, donde su aspecto pasó del pelo largo y pelirrojo a una melena corta para encuadrar los rasgos típicos de la belleza de los 70: cejas finas, pestañas largas y exceso de brillos para ensalzar la mirada, acompañada por accesorios que iluminaban el vestuario regido por el glam. Vestidos largos y entallados con una silueta moderna, propia de la década, gestionada por el diseñador neoyorquino Halston e inmortalizada en Studio 54 y las artistas del music hall.
New Age Chic
En el exilio, le dio continuidad a su faceta de artista en musicales y, cuando retornó a Buenos Aires, se puso en la piel de Evita. Pero su figura se hizo masiva cuando siguió una de las corrientes de la década de 1990, la New Age, y la expuso en el programa de TV Me gusta ser mujer. Cada tarde daba lugar a temas relacionados con la ecología, la vida saludable, los ejercicios y la repetición de afirmaciones frente al espejo. A partir de esa época se convirtió en costumbre hablar de la jovialidad eterna de Nacha, acompañada de un cambio notorio en su apariencia, y que la artista aseguraba que se debía a la alimentación y los pensamientos positivos. Usaba boinas, estaba morocha y con mechas superlargas y onduladas, a veces con trenzas, y siempre lucía prendas ajustadas, con transparencias y de cuero. Logró un look personal mezclando la bohemia con lo sexi.
Smoking catódico
"La moda es algo creativo que expresa cosas", aseguró Nacha. A los 80 años, la artista lució las propuestas de cada tiempo y, como suele suceder, cuando se encuentra el estilo propio ya no se lo cambia. En su rol como jurado de programas de TV, presentó su vestuario exquisito gestionado por un conocimiento profundo hacia las siluetas bien construidas y por diseñadores de culto, más detalles que la diferencian como accesorizar con sombreros y flores. El Cantando 2020 fue lanzado en días de pandemia del covid-19 y Nacha como parte del panel apeló todas las noche al smoking como uniforme. Cada semana, un look distinto que ofició de generador de imágenes contundentes y de testimonio de que la moda es una expresión y la ropa puede ser su palabra.