Estas especies son las aliadas de tu huerta para mantener lejos a los insectos indeseados y mejorar tu producción sin necesidad de productos químicos.
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A la hora de proteger los cultivos, existen algunas especies vegetales que, por su color o su aroma, funcionan como aliadas porque repelen plagas o porque atraen insectos benéficos que atacan a los indeseados. Incorporarlas es una forma de mantener a “los bichitos” a raya sin que tengas que usar productos químicos. En esta nota te presentamos seis de ellas y te contamos qué cuidados necesitan.
Caléndula
Calendula officinalis
La flor nacional de Holanda atrae insectos benéficos, es muy rústica y actúa como planta trampa de áfidos (pulgones). La ventaja adicional es que podés consumir sus pétalos crudos en ensaladas o secos y molidos, como un sustituto del azafrán.
Se siembra en almácigos durante el verano y el otoño. Una vez que la planta, queda instalada ya que se resiembra sola con facilidad.
Requiere pleno sol, suelos bien drenados y ricos, aunque se adapta bien a casi todos los suelos. Es resistente a la sequía. La distancia de plantación debe ser de 20 cm y es ideal para ubicar en la cabecera de los canteros.
Copete
Tagetes sp.
Es el compañero perfecto de los tomates, porque los protege de los nematodes, animales diminutos en forma de gusano que habitan el suelo y atacan sus raíces.
Es una flor muy aromática, de colores cálidos que van del amarillo al castaño rojizo. Podés cultivarla en macetas junto a pequeños tomates cherry. Sus pétalos se consumen como acompañamiento de arroces sin la parte blanca.
Ajo
Allium sativum
Con el aroma de sus aceites esenciales, confunde a las plagas y las disuade.
En otoño se plantan los dientes con la punta hacia arriba y de cada diente saldrá una cabeza entera. En las zonas muy frías, la plantación se realiza a fines del invierno.
Es importante seleccionar los más grandes y saludables y plantarlos cuando sea luna menguante
El ajo tolera un poco de sombra, pero prefiere desarrollarse al sol. El suelo debe tener buen drenaje y ser suelto.
La incorporación de materia orgánica en forma de compost maduro garantiza una buena cosecha.
Se planta en hoyos o en líneas, a 5 cm de profundidad, a una distancia de 15 cm entre plantas. Crecen lentamente durante el invierno, pero en la primavera su desarrollo se acelera.
Para obtener ajos tiernos, la separación entre plantas puede reducirse a 5 cm y se deben cosechar cuando las tres cuartas partes del follaje empiezan a ponerse amarillas y toman un aspecto pajizo.
Los bulbos se deben resguardar del sol en un lugar seco y fresco y, después de cuatro a seis semanas, ya estarán secos para limpiarlos y almacenarlos para consumirlos más tarde.
Albahaca
Ocimun basilicum
Es la aliada perfecta para los tomates y funciona como su gran protectora. Además, es muy resistente a plagas y enfermedades, aunque las plantas débiles pueden ser atacadas por hormigas, mosca blanca y orugas.
Se siembra en almácigos, a partir de septiembre, y se trasplanta al lugar definitivo cuando las plantitas alcanzan los 10 cm. Pasado un mes del trasplante, se pueden podar las extremidades para favorecer el desarrollo de las yemas laterales.
Requiere sol y prefiere un suelo suelto y nutritivo. .
Conviene aplicar coberturas y regar de forma moderada.
Crece saludablemente en invernaderos y jardines de invierno. Con buen sustrato, también se desarrolla sin problemas en macetas y jardineras.
Romero
Rosmarinus officinalis
El aroma de su aceite esencial tienen un efecto disuasivo para los insectos. Si se usa como cerco, también protege a los otros cultivos de los vientos y sus flores atraen a las abejas.
Requiere pleno sol, prefiere los suelos algo calcáreos y livianos y riego moderado.
Necesita poco o nulo abonado. Tiene un punto máximo de floración en la primavera, que se extiende con menor intensidad durante todo el verano.
Si está en el suelo y la exposición correctos, soporta las podas sin inconvenientes. Cosechá con tijera, por la mañana, antes de que el calor impacte el follaje.
Ruda
Ruta chalepensis
Sus hojas aromáticas repelen plagas que atacan a las plantas hortícolas.
En muchas culturas, es una planta asociada a la buena suerte y con efectos protectores del hogar.
Exige pleno sol, suelos profundos y ricos, y riegos frecuentes.
Se propaga por semillas y división de matas (en otoño) y se siembra en primavera.
Un plus: es vermífuga y, en infusión, es útil para tratar los espasmos gastrointestinales, aunque no debe usarse con niños menores de 6 años porque puede ser tóxica.
Por Gabriela Escrivá, técnica en Floricultura y Jardinería (UBA) y especialista en huerta orgánica.