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En un buzón, una pared o una caja de electricidad. A la vuelta de la esquina, en plena calle. Hay que estar atentos, porque los afiches artísticos aparecen sin previo aviso. Son pequeñas piezas espontáneas que trazan puentes entre maestros argentinos del arte visual y sus barrios de referencia. Resignifican la obra, obligan a parar y bajar un cambio.
La movida lleva el nombre de Homenajes Urbanos, un proyecto que interpela a vecinos y turistas. Al frente de este rescate emotivo están Alejandro Giorgga y Melisa Boratyn. Alejandro (35) es Lic. en Museología, artista visual e integrante el colectivo BA Paste Up, referente de los collages que combinan afiches, stencils y frases en un mismo soporte. Melisa (33) es Licenciada en Artes, gestora cultural y la responsable de investigar la trayectoria de los artistas homenajeados.
La movida ya pasó por Almagro, Caballito, Villa Crespo, San Telmo y Saavedra. Y acaba de desembarcar en Recoleta, a lo largo del eje de Av. Libertador con el homenaje a la escultora argentina Alicia Penalba, que murió en 1982 en Francia, en un accidente de tránsito. “El vuelo comenzó en la infancia, hace siglos”. La frase plasmada en un afiche lleva la firma de la que se radicó en París, junto con una de sus litografías que también acompaña la última intervención urbana, en la zona cercana al Malba (en 2017 se realizó allí una exposición antológica, la primera en un museo argentino).
Legado visual
En medianeras, portones, refugios de colectivo y cartelerías en desuso Alejandro y Melisa plasman una porción del legado que, según la identidad de cada artista, invita a una experiencia visual. “Visibilizamos el trabajo de los que ya no están, los que no fueron del todo masivos. Conceptualizamos el homenaje desde nuestro rol secundario”, destaca Giorgga, que hace más de 10 años mapea las calles porteñas para detectar soportes disponibles. Con un balde de engrudo, brochas y pinceles transforma por tiempo indeterminado esa porción del espacio público.
“Nos interesa relevar el impacto de cada acción, no sólo desde las redes sociales sino también en cada punto intervenido. A la gente le llama la atención el afiche, muchos sacan fotos, después googlean y buscan información”, comenta el autor. Estos disparadores buscan acercar nuevos públicos al abanico del arte y potenciar el contacto, en un año jaqueado por la pandemia y con poquísima oferta cultural. La ola expansiva que arranca empapelando la calle sigue por la cuenta de Instagram @homenajesurbanos y se viraliza por grupos de whatsapp. “Antes le decíamos democratizar, ahora preferimos el término socializar”, dice Giorgga.
La calle como soporte
Entre los nombres que salieron de museos y galerías para ganar la calle figuran Liliana Maresca, Sergio Avello, Mirtha Dermisache, Xul Solar, Amancio Williams y Federico Manuel Peralta Ramos. También cruzaron a las avenidas fragmentos de León Ferrari, María Martorel, Carmen Córdova y Alberto Greco. “La selección de artistas obedece a un modo caprichoso, aunque antes de 2020 el factor determinante era la agenda de expos y retrospectivas para completar y anclar el homenaje. Pero la pandemia nos dejó sin muestras. Entonces nos tomamos el atrevimiento con Dermisache y Penalba”, señala Melisa.
Antes de realizar los afiches tipográficos la pareja se pone en contacto con familiares o herederos de cada homenajeado. Relevan información más allá del currículum, delinean su perfil social y buscan anécdotas personales. “En el caso de Avello nos encontramos con amigos suyos. Y en esta última acción de Alicia Penalba fue muy nutritivo el encuentro con la familia de Mario Kier Joffé, representante de la obra de la escultora. Nos facilitaron material muy rico y accedimos a otras facetas de la artista”, apunta Melisa.
“Sublime, erótica, visceral y sensible. Sus obras, más que hablar por sí mismas, nos sacuden en un abrir y cerrar de ojos. Nos gusta pensar que Alicia era feroz, valiente y que a las suposiciones y pre-conceptos de la época las pisoteaba con altura y elegancia. No fueron muchas las mujeres que durante el siglo XIX y XX consiguieron dedicarse a la escultura, pero aquellas que lo lograron dejaron un legado fuera de serie y ampliaron las posibilidades para una nueva generación. Por suerte una de ellas fue argentina”, escribió la curadora para acompañar la acción.
Gestión de muros y paredes
“Chicas, una alegría”. La frase impresa en negro sobre blanco refiere a Sergio Avello, pintor, dibujante, performer y DJ, que murió en 2010. Y según sus amigos era la muletilla con la que se despedía de cada encuentro. “Qué grande sos”, en cambio, refiere a Alberto Grecco, y reproduce tal cual la pegatina que el artista desplegó en 1961 en Av. Corrientes y Libertad.
Homenajes Urbanos participa de acciones en festivales, curadurías de muestras y otras intervenciones. Además multiplica el proyecto en otros países, gracias al intercambio con artistas que se suman a la modalidad. “Queremos que el arte argentino se abrace un poco más”, dicen Melisa y Alejandro.
“No somos de la escuela de intervenir frentes”. La aclaración valida los caminos que eligen para las intervenciones, que incluyen el trato directo con el propietario y su visto bueno. Sin embargo, saben que el hilo es delgado y a veces se enreda con el concepto de guerrilla urbana. Por eso agudizan la búsqueda en lo que denominan “zonas grises”: postes, tótems, tomas de energía que no molesten al vecino, paredes tapiadas donde las obras encuentran su lugar.
En tiempos donde la pandemia reconfiguró el espacio público, Melisa y Alejandro aportan una alternativa cultural, efímera y original. Una transformación del paisaje urbano a través de un método de impresión legendario.
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