¿Hollywood sexualiza a los niños de Stranger Things?
Los comentarios inapropiados en redes sociales y alfombras rojas han levantado voces críticas, entre ellas la de la ex estrella infantil Mara Wilson
MADRID.- La actriz Mara Wilson (California, 1987) fue uno de los rostros infantiles más populares en Hollywood en los noventa. Su rostro apareció en series como Melrose Place y, cuando dio el salto al cine, protagonizó algunas de las películas más famosas de la década, como Sra. Doubtfire (Chris Columbus, 1993) o Matilda (Danny DeVito, 1996). A los 12 años, se retiró de la actuación. En un texto publicado en su página personal en 2012 explicó que ser un actor de cine y repetir varias veces cada toma le parecía aburrido, que las pruebas de casting eran a veces inhumanas y que la fama le resultó, sencillamente, ridícula.
Desde entonces ha hecho algunos trabajos de interpretación en proyectos pequeños que le interesan o que organizan amigos suyos y se ha centrado, sobre todo, en la escritura. Hoy cuenta con 30 años. Hace unas horas ha escrito un artículo en la versión digital de la edición estadounidense de la revista femenina Elle sobre la fama a una temprana edad. Pero no habló de sí misma, sino de los niños más famosos que el mundo ha conocido durante esta década: los protagonistas de la serie de Netflix Stranger Things.
A Wilson le llamó la atención una fotografía de la actriz Millie Bobby Brown, que en la serie interpreta a Eleven y que actualmente tiene 13 años. "La semana pasada vi una foto suya en Twitter, vestida para un estreno. Me pareció que tenía el aspecto típico de una adolescente. Pero el pie de foto, sin embargo, decía: 'Se ha hecho adulta ante de nuestros ojos'. Y había sido escrito por un hombre adulto. Me sentí enferma y furiosa. Una chica de 13 años no es una adulta".
Wilson recuerda en su texto las cartas que seguidores mayores de edad que le llegaban siendo ella una niña. Rememora especialmente una en la que un hombre le escribió: "Me encantan tus piernas", y pasó a pedirle que le enviase una tarjeta con su beso marcado con pintalabios. También recuerda que en todos los estrenos y entregas de premios había, al otro lado de la alfombra roja, hombres adultos esperando a que les firmase una foto. En uno de los momentos más duros de su artículo afirma incluso que cuando ella estaba en el instituto era consciente de que existía material suyo circulando por webs para adultos con contenidos fetichistas y que su cara había llegado a ser sustituida por Photoshop en imágenes de alto contenido sexual.
Y mientras todo esto ocurría, paradójicamente, ninguno de los niños de su escuela mostraba interés alguno en ella. Según afirma, estos no veían en ella lo que sí veían algunos adultos: su inocencia y su juventud.
"Hoy tengo 30 años y ya no soy tan famosa como fui. Si un extraño me dice a través de Internet o que soy fea, o que quiere acostarse conmigo (algo que me dicen muchas veces por semana), puedo sobrellevarlo. Ya no soy una niña. Pero Millie Bobby Brown [la actriz de Stranger Things] sí lo es. Someter a debate el físico de una niña, ya sea en un sentido positivo o negativo, ya sea para sexualizarlo o para burlarse, sigue siendo debatir sobre el cuerpo de una niña".
La actriz y escritora termina llamando a la responsabilidad individual de cada uno a la hora de publicar y comentar imágenes de famosos menores de edad en la red y afirma que, pese a que ella siempre se sintió segura en los rodajes, ha presenciado comentarios desafortunados y ha oído demasiadas historias de adultos que no han sido particularmente cuidadosos con los niños con los que estaban trabajando.
La hora de la polémica
Este texto llega en una semana, además, en la que Hollywood se ha horrorizado ante las acusaciones vertidas en un reportaje de Hollywood Reporter contra el actor Tom Sizemore. Según ese reportaje, el actor se propasó sexualmente con una actriz de once años en el año 2003.
Las polémicas con los jóvenes actores de Stranger Things no son nuevas y se han dado algunos casos en los últimos meses. La modelo Ali Michael, de 27 años, subió a sus redes sociales a finales de octubre una foto de Finn Wolfhard (14 años, Mike en la serie) en la que escribió: "No quiero parecer rarita, pero llámame dentro de cuatro años". Tuvo que pedir disculpas muy poco después.
Un reportero de la web sensacionalista TMZ preguntó a Wolfhard en un aeropuerto cómo se sentía al respecto. "Fue una locura, fue un poco grosero. Está bien que haya pedido perdón, es raro, pero... está bien".
Pero el debate ya había empezado. Como recuerda la periodista Amy Jones en un artículo publicado en la web femenina The Pool, las alarmas ya sonaron cuando Wolfhard (recordemos, de 14 años) fue presentado durante la convención Comic Con de San Diego como "el mejor nombre para el porno de la historia". Por cierto: Finn Wolfhard despidió a su agente el pasado 21 de octubre después de que este fuese acusado de abusos sexuales.
Muchos actores y analistas de la industria cinematográfica afirman (como el exniño prodigio Corey Feldman) que la pedofilia es el gran pecado oculto de Hollywood. En pleno huracán post-Weinstein, muchos analistas opinan que Hollywood debería prepararse para afrontar este problema y crear un ambiente absolutamente seguro para todos los menores que trabajan en su círculo y en el que todos los días, por parte de admiradores y medios sensacionalistas, son sexualizados como adultos.
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