La historia de Alice Keppel: la bisabuela de Camilla Parker Bowles que fue amante de un antecesor del rey Carlos III
La madre de la abuela de la actual reina consorte del Reino Unido tuvo un affaire con el rey Eduardo VII
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Tras la muerte de la reina Isabel II, el pasado 8 de septiembre, asumió el trono el ahora rey Carlos III, su primogénito, de 73 años de edad. El ex príncipe de Gales está casado con Camilla Parker Bowles desde 2005, después de vivir un romance de casi tres décadas en las sombras. Diana Spencer, esposa y madre de los dos hijos de Carlos, tenía conocimiento de esta infidelidad y habló de ella la última entrevista que le concedió a la BBC en 1995, cuando dijo: “Éramos tres en mi matrimonio, una multitud”. Según el Daily Mail, la actual reina consorte del Reino Unido tiene además una historia familiar en común con el actual monarca: su bisabuela fue la amante del bisabuelo de él.
En sintonía con la cuarta temporada de The Crown, la relación extramatrimonial que sostuvo el esposo de Lady Di con Camilla, mientras ambos estaban casados, resurgió y salieron a la luz viejas anécdotas y detalles de la relación.
Dicen que la frase que rompió el hielo entre la duquesa y el príncipe fue: “Mi bisabuela fue amante de tu bisabuelo”. Ese humor ácido propio de la británica conquistó de inmediato al príncipe Carlos, cuando se conocieron en la década del ‘70.
Lo cierto es que un siglo antes, Alice Keppel, socialité británica, también casada y con hijos, fue “la amante” más conocida del rey Eduardo VII, el tatarabuelo del príncipe Carlos. La bisabuela de Camilla había contraído nupcias con el oficial británico George Keppel, pero esto no le impidió conquistar al monarca de 56 años cuando ella tenía 29.
Según los biógrafos expertos en la realeza británica, por aquella época las amantes de los reyes tenían un papel más que “naturalizado” en la corte, al punto de que Keppel y la reina Alexandra estaban al tanto de la relación y la aceptaban.
El Daily Mail también publicó las declaraciones de la pintora Imogen Taylor sobre la duquesa de Cornualles: “Ella siempre mencionaba que su bisabuela fue amante del rey, como si se tratara de un talismán”.
De ser “la mujer más odiada” de Inglaterra a convertirse en reina consorte
En junio pasado, Camilla brindó una entrevista a Vogue, en la que admitió cuánto le pesó ser la amante de Carlos cuando él aún estaba casado con Lady Di. Para ella tampoco fue fácil, según contó. Durante décadas fue señalada como la rival de la princesa Diana de Gales y fue considerada “la mujer más odiada” de Inglaterra por ser la tercera en discordia en el triángulo amoroso más famoso de Buckingham.
Muy sincera y sin ningún tabú, Camilla recordó aquellos años y reconoció: “No es fácil”. Con los sentimientos a flor de piel, la esposa del príncipe de Gales rememoró: “Fui examinada durante tanto tiempo que solo te queda encontrar una manera de vivir con eso. A nadie le gusta que lo miren todo el tiempo y que lo critiquen”.
Con dignidad, la duquesa hizo una profunda reflexión: “Pero creo que al final, me elevo por encima y sigo adelante. Tenés que seguir con tu vida”.
El 31 de diciembre, Camilla Parker Bowles, la esposa del entonces príncipe Carlos, heredero de la corona británica, recibió por parte de la reina Isabel II el título más prestigioso del Reino Unido. De ahora en más, la duquesa de Cornualles también podrá ser llamada Dama de la Orden de la Jarretera. “Su majestad la reina está encantada de nombrar a Su Alteza Real la duquesa de Cornualles como Dama Real de la muy noble Orden de la Jarretera”, expresaron en un comunicado desde el palacio de Buckingham. Se trata de una distinción tan importante que es concedida por la monarca sin la consulta al primer ministro. De esta manera, Camilla pasó a tener el mismo rango que los hijos de la soberana y tras la muerte de la monarca pudo convertirse en reina consorte del Reino Unido.
La historia de amor de Camilla Parker Bowles y el príncipe Carlos
Camilla Rosemary Shand conoció al príncipe Carlos durante un partido de polo en los años 70, según describió la biógrafa real Penny Junor, autora de “The Duchess: The Untold Story” (La duquesa: la historia no contada). El encuentro fue explosivo.
“¿Sabías que mi bisabuela, Alice Keppel, fue amante de tu tatarabuelo, el rey Eduardo VII?”, le preguntó en tono de humorada la joven Camilla, de 23 años, a Carlos, de 22. Esa pregunta fue la que dio inicio al romance. Si bien la pareja comenzó a salir, la Corona no aceptó a Camilla como futura reina consorte, dado que ella ya había mantenido un noviazgo intermitente con el mayor Andrew Parker Bowles. Con el objetivo de separar a la pareja, el príncipe heredero fue enviado a un viaje de ocho meses por el Caribe.
En tanto, Camilla no se quedó esperándolo, consciente de que él nunca le pediría matrimonio por no ser ella una “esposa adecuada”. Entonces, Camilla se casó en 1973 con Parker Bowles y más tarde llegaron sus dos hijos, Tom y Laura.
Por su parte, Carlos se casó con la joven Diana Spencer, de 20 años, en 1981, y fruto de la relación nacieron William y Harry. Pero a principios de la década del 90 estalló la crisis en la Corona. Todos los dedos apuntaron contra Camilla cuando se filtraron conversaciones telefónicas de tenor erótico entre el hijo de la reina y “su amante”.
Los tabloides la describían a Camilla como “la otra mujer”. Si bien ya estaban separados desde 1991, a fines de 1992 anunciaron formalmente su ruptura. Mientras, Camilla seguía casada con Parker Bowles y vivía asediada por la prensa. Todo empeoró en 1994, cuando el príncipe admitió en una entrevista televisiva que había sido infiel a Lady Di, la madre de sus hijos, conocida como “la princesa del pueblo”.
Un año más tarde, Diana habló con la BBC y pronunció una de las frases que terminaría de enterrar la poca popularidad que podía tener Camilla: “Éramos tres en mi matrimonio, estaba un poco concurrido”.
Camilla terminó por separarse de Parker Bowles, pero el camino hacia un noviazgo con Carlos estaba embarrado. La opinión estaba en su contra.
El 31 de agosto de 1997, Diana murió como consecuencia de las heridas que sufrió en un accidente automovilístico, en pleno centro de París, en el que también perdió la vida su novio, el millonario egipcio Dodi al-Fayed. La trágica muerte de la Lady Di hizo caer aún más la imagen de Camilla, al punto de no poder hacer apariciones públicas por dos años.
El tiempo pasó y Camilla logró ganarse el corazón no solo de los británicos, sino también de la Corona. En 2003 Carlos y Camilla se mudaron a Clarence House, la residencia real que une el Palacio de Buckingham con la plaza Trafalgar. El 9 de abril de 2005 pudieron casarse, en una ceremonia que contó con la presencia de la reina Isabell II, y con una bendición religiosa en la que debieron pedir perdón por los pecados del pasado.
El visto bueno completo llegó en febrero pasado, cuando la reina Isabel II anunció que quiere que Camilla, esposa de Carlos de Inglaterra y actual duquesa de Cornualles, se convierta en reina consorte cuando su primogénito llegue al trono.
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