En sus vacaciones en Mallorca en 1989, el heredero al trono español salió a navegar por el Mediterráneo y se mostró muy cerca de una de sus amigas, sin saber que los paparazzi estaban al acecho
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El verano boreal de 1989 no fue uno más para Felipe, el entonces Príncipe de Asturias. El heredero del trono español, con solo 21 años, conoció entonces los rigores de la prensa del corazón. Es que, en sus vacaciones en Mallorca de aquel año, el integrante de la Familia Real salió a pasear en lancha con amigos y entre ellos había una joven con la que él se mostró especialmente afectuoso. Lo que no sabía el futuro monarca es que los paparazzi, que lo seguían en otra embarcación, captarían la escena de los dos “aparentemente enamorados” y la llevarían a la tapa de las revistas.
Es así que, el 6 de septiembre de 1989, la edición española de Hola exhibía en su portada la imagen de Felipe en altamar muy cerca de una muchacha rubia. La chica de la imagen era Isabel Sartorius, de 24 años entonces, de madre argentina, el primer gran amor de la vida del actual monarca Felipe VI. Por ello, aquella portada que reveló ese romance permanece en la memoria de los amantes de las historias de la realeza aun 35 años después de su publicación.
Verano del ‘89
Como ocurrió en años anteriores, en el verano de 1989, la Familia Real se trasladó de Madrid a la isla de Mallorca a pasar una temporada de ocio. Las vacaciones de los borbones tenían su albergue en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca. Allí, el heredero de la corona y sus hermanas, la infanta Cristina y la infanta Elena llevaban una vida tranquila, con algunas salidas nocturnas que no despertaban la atención de la prensa.
“Pasaré las vacaciones en Mallorca con mis padres, los Reyes, como de costumbre”, había adelantado Felipe en la revista española Tiempo. Allí también reveló: “En Marivent hacemos más vida de familia que en Madrid. Siempre desayunamos juntos”.
Pero las vacaciones tranquilas y en familia iban a tener un cimbronazo inesperado en aquellas jornadas estivales de 1989. Y todo el país se enteraría.
Al mismo tiempo en que el Príncipe de Asturias compartía los soleados días de la isla española con su familia, otra persona también estaba vacacionando en la zona. Se trataba de Isabel Sartorius, hija de la argentina Isabel Zorraquín y del marqués de Mariño, Vicente Sartorius Cabeza de Vaca. Una mujer que, pese a su juventud, tenía mucho mundo recorrido y una formación exquisita.
En sus vacaciones mediterráneas, la muchacha se hospedaba en la villa de una familiar de su padre, la marquesa de Moratalla, ubicada en Soleclau, a pocos kilómetros de Palma de Mallorca. Luego se supo que en ese lugar, en medio de la campaña y sin vecinos próximos, el príncipe y la muchacha habían tenido algunos encuentros secretos. Pero hasta entonces, la prensa nada sabía sobre este reciente romance.
Paseo en lancha por el Mediterráneo
Pero el momento crucial que estremecería a la postre a la opinión pública española ocurriría el día de la festividad de la Virgen de la Asunción, el 15 de agosto. En esa fecha, el príncipe Felipe y un grupo de íntimos se subían a la lancha Njao para zarpar rumbo a un parque natural marítimo terrestre en la cala de la Isla de Cabrera, al sur de Mallorca, donde supuestamente los jóvenes podrían pasar un rato de diversión alejados de cualquier lente indiscreta. O eso creían.
La nave ancló cerca de la mencionada isla y sus pasajeros comenzaron a disfrutar. Se arrojaban al agua al agua desde la embarcación o tomaban sol encima de ella, según reconstruyen crónicas de la época. Entre los presentes había una muchacha alta y rubia que se encontraba muy cerca del heredero de la corona. Ambos se encontraban expuestos al rayo del sol mallorquín, en la cubierta del Njao, sonrientes y sin escatimarse miradas de enamorados.
Absortos algunos en sus zambullidas y la parejita de Isabel y Felipe, en sus escarceos románticos, no se percataron de que, desde otra embarcación, los estaban siguiendo y observando. El legendario paparazzo español Antonio Montero y otros fotógrafos apuntaron desde su lancha los teleobjetivos hacia el Njao para eternizar con sus cámaras el idílico momento que protagonizaban ambos jóvenes. Su intimidad se convertiría pronto en un hecho que el mundo entero conocería.
La foto que recorrió el mundo
Unos días después, llegaba la tapa de ¡Hola! con las imágenes de del príncipe y su “amiga” plebeya. En la portada, ambos aparecían tendidos en la cubierta del yate en trajes de baño. En la postal, él la mira a ella con una sonrisa. Ella lo mira a él llevándose una mano a la boca. Sin arriesgarse a hablar de romance, la portada de la tradicional revista experta en la realeza señalaba: “Especial atención del príncipe Felipe hacia una joven de su grupo de amigos”. Con letras más pequeñas, la volanta decía: “Su amistad se comenta en Mallorca”.
En otra de las imágenes que recorrieron el mundo, aunque no de portada, Felipe se encuentra de pie en el cubículo de comandos de la lancha y frente a él está Isabel, que lo mira embelesada mientras apoya una de sus manos en el pecho del muchacho.
Poco tiempo más tarde, lanzados a averiguar quién era esa joven “de porte aristocrático”, según Vanity Fair, que había robado el corazón del futuro monarca español, los medios supieron de quién se trataba. Isabel Sartorius era la mayor de los tres hijos que tuvieron Isabel Zorraquín y Vicente Sartorius. En su niñez, cuando sus padres se separaron, la pequeña se mudó con su madre a Perú, donde Isabel madre se casó con Manuel Ulloa, quien llegó a ser primer ministro de Perú.
La muchacha creció y se formó en Ciencias Políticas en la Universidad de Georgetown y la American University de los Estados Unidos. Hablante, además, de cuatro idiomas, ella comenzó a trabajar en la sede de la ONU. En 1987 volvió a Madrid, donde estudió Relaciones Internacionales y comenzó a trabajar para diferentes empresas.
“Fue un auténtico flechazo”
Isabel había conocido personalmente al Príncipe de Asturias en la primavera de 1989. Un amigo en común la invitó a una comida en la que se sentó al lado del heredero del trono. Allí ya comenzó a gestarse el romance. Luego, ambos fueron a la disco Joy Eslava, un clásico de la noche madrileña. “Fue un auténtico flechazo. La verdad, esa noche empcé a quererlo”, escribió la propia Sartorius en su autobiografía Por ti lo haría mil veces, del año 2012.
En cuanto a la falta de ‘sangre azul’ de Sartorius, nunca fue un problema para Felipe, que poco tiempo antes, en una entrevista, había asegurado: “No me siento en la obligación a buscar esposa entre las damas de la nobleza europea. ¡En absoluto!”. El príncipe demostró cumplir a rajatabla este precepto con Isabel y con su posterior historial amoroso.
Después de la tapa reveladora y la difusión de la historia de amor, llegó el acecho de la prensa, que buscaba continuamente conseguir una imagen de la pareja. Más de una vez ella tuvo que salir al encuentro de su novio real escondida en el baúl de algún vehículo.
El fin de la relación
Quizá fuera esa presión y exposición constantes las que llevaron a Isabel a terminar la relación con su príncipe, en el año 1991. “Fui su primer amor y, desde hace mucho tiempo, la vida continúa. Tengo un recuerdo maravilloso de lo que vivimos”, diría ella, en 2002, a la revista ¡Hola!.
En cuanto a los motivos de la ruptura, en aquel entonces también se dijo que la reina Sofía no aprobaba la relación de su hijo con Sartorius y también, que el Rey Juan Carlos miraba con malos ojos el hecho de que los padres de ella estuvieran divorciados. Pero Isabel, que hoy cuenta con 59 años, siempre negó estas especulaciones.
Lo que sí es probable es que la joven haya decidido dar un paso al costado en la relación porque no podía conjugar una alta exposición mediática como princesa y, quizás, futura reina, con su dedicación a cuidar de su madre. Es que Isabel Zorraquín pasaba por reiterados problemas e internaciones a causa de su adicción a la cocaína.
En el mencionado libro Por ti lo haría mil veces, Sartorius contó que su mamá arrastraba problemas con las sustancias desde hacía mucho tiempo: “Con 14 años salía del colegio y mi madre me mandaba a comprar droga. Yo iba: habría hecho cualquier cosa. Simplemente, era mi madre”.
Isabel Zorraquín falleció en Buenos Aires, en 2009, a la edad de 69 años. “Sabía que mi madre, mi mejor amiga, la persona a la que más he querido junto con mi hija, por fin había dejado de sufrir”, escribió Sartorius en su libro.
Terminó el noviazgo, la amistad siguió
Con respecto al romance con Felipe, el amor finalizó, pero no la amistad. Isabel viajó a Londres tras terminar la relación y él la llamaba todos los días. En la capital británica ella comenzó una relación con Javier Fitz-James Stuart Soto, con quien tuvo, en 1997, a su única hija, Mencía. La historia de amor entre Javier e Isabel terminó cinco años más tarde.
Isabel Sartorius tuvo otras relaciones. También Felipe, quien presentó a la prensa, sucesivamente, a Gigi Howard y Eva Sannum. Pero la amistad entre ellos continuaba...
A tal punto que el 1° de noviembre de 2003, Isabel observó que en su celular tenía 35 llamadas perdidas por parte de su ex y un mensaje de voz en el que le anunciaba que en breve anunciaría su compromiso con la periodista Letizia Ortiz.
Una semana después, Isabel fue al Palacio de la Zarzuela para conocer a la futura esposa del príncipe. A partir de allí, ambas mujeres se hicieron amigas. Según cuentan los medios españoles, esta la relación amistosa entre Sartorius y la periodista que se convirtió en reina consorte de España en 2014 cuando se casó con Felipe VI continúa hasta estos días.
“Hubiera sido una gran reina”
“El príncipe es un viejo amigo, al que quiero mucho, pero hoy por hoy tengo una mayor relación con doña Letizia y quedo más con ella”, se sinceraba Sartorius en la revista ¡Hola! en el año 2010. Y añadía: “Se ha dado la circunstancia de que (don Felipe) se ha casado con una mujer con la que me llevo fenomenal. Y ya está. Se terminó la historia”.
La respuesta vehemente de Sartorius se relacionaba entonces con que la prensa española se había sorprendido al ver a las dos mujeres tomando un café en un bar de Madrid. Aquella fotografía fue la que reveló que ambas señoras compartían una amistad.
Isabel Sartorius hoy se dedica al coaching ontológico. Se presenta como especialista en “Life Coaching” e “Inteligencia Emocional”. Hace mucho tiempo que su vida dejó de ser pública, pero todos la recuerdan y sus relaciones amorosas y ocupaciones siguen siendo noticia.
Cuando su nombre aparece en redes sociales, surge una expresión muy frecuente entre los foristas: “Hubiera sido una gran reina”, coinciden en mayoría.
Más allá de las especulaciones y aunque pasen los años, para los españoles, Isabel siempre será el primer amor del príncipe heredero, hoy el rey Felipe VI. Y es sabido que los primeros amores nunca se olvidan. Tampoco se olvida aquella portada de la revista ¡Hola!, de la que hoy se cumplen 35 años, que reveló ese inolvidable romance.
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