Hallazgo: un niño encontró en la playa un diente de megalodón, un tiburón gigante que vivió hace millones de años
La pieza dentaria, de unos 10 centímetros de longitud, pertenece a un animal marino gigantesco y extinto y fue hallado por un pequeño de 13 años que sueña con ser paleontólogo y que una vez al año viaja a la costa junto a su padre para buscar fósiles
- 5 minutos de lectura'
Un niño de 13 años encontró en una playa de Gran Bretaña el diente de un tiburón. Pero la pieza dentaria no pertenece a un ejemplar de tiburón de los que hoy pululan por los océanos del planeta, sino de una criatura prehistórica gigante que habitó los mares hace millones de años y que fue conocida como megalodón.
El diente de esta especie prehistórica descubierta por el pequeño Ben en las playas de la localidad de Walton-on-the-Naze, en el sur de Inglaterra, mide unos 10 centímetros de largo y tiene, al igual que un diente de tiburón actual, una forma triangular, similar a una punta de flecha.
El padre del niño, de nombre Jason, señaló al medio británico BBC que ellos se encontraban pasando unos días en esa ciudad costera y que Ben estaba “en la luna”, por la felicidad de haber hecho el hallazgo de ese diente, que los especialistas calificaron como “raro”.
Precisamente, padre e hijo se encontraban pasando el fin de semana en ese lugar para buscar fósiles. Ellos llegaron al pueblo de Hemel Hempstead el viernes pasado por la tarde y el domingo por la mañana ya habían hecho 26 kilómetros caminando por la costa en busca de restos del pasado.
Ambos se levantaron bien temprano el domingo y bajaron a la playa a primera hora cuando el niño encontró el diente gigante debajo de unas rocas. Eran las 7 de la mañana. Jason, tal es el nombre del papá de Ben, señaló: “Podíamos ver el borde del diente que sobresalía, y Ben supo inmediatamente que era algo y lo sacó de la arena”.
El análisis del diente
Luego de quitar la pieza dentaria de ese lugar, padre e hijo la llevaron al Discovery Center de Essex Wildlife Trust en Walton-on-the-Naze, donde el personal especializado confirmó que se trataba de un diente de megalodón. Los científicos del lugar señalaron que esa pieza tendría entre 20 y 3,6 millones de años de antigüedad. Dijeron que se habían encontrado otros fósiles similares en esa región, pero que, en general, eran solo fragmentos de los dientes.
Mientras que Wildlife Trust de Essex analizaba el fósil encontrado por Ben y Jason, también se enviaron fotografías del hallazgo al Museo de Historia Natural de Inglaterra, donde dijeron que posiblemente ese diente, sin perder su autenticidad, puede haber sido retocado. “La pieza muestra poca corrosión y su corona es casi prístina, parece que puede haber sido restaurado”, señalaron.
“El diente nos parece muy similar a los fósiles encontrados en Java que se venden habitualmente en las tiendas de fósiles del Reino Unido. Creemos que puede haberse perdido en la playa”, apuntaron desde el mencionado museo.
Sobre el final de la nota, Jasón contó a la BBC que, al menos una vez al año, él y su hijo Ben viajan a la costa de Walton-on-the-Nace para buscar fósiles, y que también suelen ir a la región conocida como Costa Jurásica, un tramo de playa de 153 kilómetros de largo en el sur de Gran Bretaña. Jason aseguró que el pequeño sueña con ser paleontólogo cuando crezca y añadió que ese diente de megalodón es un gran aporte a su colección de fósiles.
Cómo era el megalodón
El megalodón (Otodus megalodon) era un tiburón megadentado gigante que vagaba por los océanos hace unos 22 millones de años, hasta que hace tres millones desapareció. Su nombre significa “diente grande”. Esta bestia marina era tres veces más grande que el gran tiburón blanco. Podía tener hasta 18 metros de largo y pesar hasta 60 toneladas.
Este pez cartilaginoso era carnívoro y no tenía depredadores conocidos. Se encontraba en la cima de la cadena alimentaria y podía comer de todo, aunque su comida favorita eran las ballenas y las focas. Era común que cazara en mar abierto y atacaba a sus presas cerca de la superficie cuando, en el caso de ballenas y focas, salían a respirar.
El megalodón nadaba a gran velocidad y en ráfagas cortas, por lo que tendía a atacar a sus presas desde abajo. Primero, intentaba incapacitarla hiriéndole una aleta o la cola y luego, cuando el animal atacado no era capaz de nadar, era más fácil devorarlo.
Este monstruoso tiburón vivió muchos años después de que se extinguieran los dinosaurios, que desaparecieron 65 millones de años atrás. Los científicos aún analizan la causa de la extinción de este inmenso escualo y creen que tuvo que ver con la competencia por conseguir alimentos con otros animales que habitaban las aguas, especialmente el gran tiburón blanco moderno.
El megalodón puede ponerse de moda en estos días, no solo por el hallazgo del diente que realizó Ben, sino también porque este jueves se estrena en la Argentina y en otros puntos del planeta, la película Megalodón 2, el abismo, en la que este animal reaparece en los mares en la actualidad para asolar y destruir a cuanta presa se le ponga adelante, demostrando una inquina especial contra los seres humanos.
Este filme es la secuela de la película del mismo nombre estrenada en 2018 y, al igual que en la primera parte, el principal enemigo del megalodón en esta historia será el actor británico Jason Statham.
Temas
Otras noticias de Arqueología
A subasta. Es la tabla más antigua del mundo con los Diez Mandamientos pero era usada para sostener una puerta
Cápsula del tiempo. Encontraron una botella incrustada en un faro con una carta de hace 132 años: “Es un hallazgo único en la vida”
A 15 metros de profundidad. Impresionante hallazgo: encontraron una momia egipcia enterrada en dos ataúdes
Más leídas de Lifestyle
Alimentación. Las 11 reglas para vivir más años, según la familia más longeva del mundo
Secreto de jardín. El fertilizante ideal para hacer crecer las plantas en tiempo récord: se prepara en casa y es barato
Para considerar. El alimento que un cardiólogo recomendó no incluir jamás en el desayuno
“Nunca dejó de ser un nazi”. La historia desconocida detrás de la detención de Erich Priebke: un pintor belga y una confesión inesperada