Gustavo Sala: "Muchas historias se basan en experiencias personales"

Gustavo Sala, el dibujante e historietista nacido en Mar del Plata en 1973, autor de Ordinario y Bife angosto, entre otros libros y recopilaciones de tiras cómicas, publicó en 2015 El amor enferma, en Ediciones de la Flor. Allí presenta un conjunto de historias narradas en su mayoría en cuatro escenas, protagonizadas por seres de distintas especies y épocas. Sapos, jirafas, gatos, cerdos, avestruces y caballos, provistos de atributos humanos, como peinados, vestuarios informales, modos de hablar y sobre todo el lenguaje de los enamorados, sufren y se angustian por amor. “El libro se fue haciendo de casualidad. Empecé a dibujar las historietitas de El amor enferma motivado por el dolor del fin de una relación y la necesidad de hacer algo con eso”, cuenta el autor de Lo que no importa está acá.

El título del libro es una canción de la banda de rock porteña Viva Elástico, cuya música, según explica el mismo Sala, “atraviesa de alguna gentileza manera el libro”. Con una actitud punk, filtrada por el melodrama y el humor desprejuiciado del dibujante, recorre las aventuras sentimentales de las criaturas de Sala, que deshacen brutal o irónicamente los clichés del amor romántico. Un tigre trajeado toma su café en un bar mientras rechaza los ofrecimientos de vendedores ambulantes con un lacónico: “Ya tengo, gracias”. Ésa también será la respuesta cuando intenten venderle un fracaso amoroso.

“Al principio no existía el humor, era todo más bien amargo –recuerda Sala–. Los chistes y la luz fueron apareciendo con el tiempo, durante el año y pico que dibujé la serie. En un principio colgaba las historietas en Internet y a los pocos meses empecé a publicarlas, ya como serie, en la revista uruguaya Lento. Podría decirse que se trata de una autobiografía camuflada, porque los personajes son todos animales, como yo. No me dibujé a mí mismo, pero muchas de las historias se basan en experiencias personales directas.”

El dibujante –que en 2012 protagonizó un escándalo con la tira de un personaje bautizado David Gueto, un DJ que pasaba música en un campo de exterminio nazi, y por el que debió pedir disculpas– suele satirizar el mundo del rock, los estereotipos sociales y las propias penurias. “Convertí el dolor personal en personajes, en chistes.”

El libro, que presenta diversos episodios de romance, hastío, culpa, indiferencia, separaciones y reencuentros, fue publicado por un sello que cuenta en su catálogo con nombres como Quino, Robert Crumb y Alberto Montt. “Haber sido editado por De la Flor es un placer, por lo que significa la editorial para el humor gráfico argentino”, observa Sala.

Maitena escribió la contratapa: “Para mí Gustavo Sala es el más corrosivo de los dibujantes actuales... Me resultó muy grato escuchar hablar mal del amor, porque todos hablan bien (¡hasta yo!), pero el amor también te hace mucho daño a veces. Sala se ríe de sí mismo, por eso es tan creíble su humor”.

Sala estará presente con algunas de sus publicaciones en el stand de Ediciones de la Flor durante la 26º Feria del Libro Infantil y Juvenil, que se desarrolla hasta fin de mes en el Centro Cultural Kirchner. El dibujante reconoce siempre la influencia que tuvieron en su trabajo algunos dibujos animados irónicos, como los de Ren & Stimpy o los de la nueva generación de dibujos (más agresivos gráficamente) de Cartoon Network. “A mí la historieta me empezó a gustar por ese lado y desde Mar del Plata, sin participar ni tener conciencia de toda esta escena, empecé a hacer Falsa modestia, que era una revistita fotocopiada, sin tener computadora ni Internet”, recuerda.

Para los interesados, podría decirse que el suyo es un libro para cambiar las telarañas de un corazón mustio o las astillas de un romance roto. Porque si bien no está probado que el amor cause enfermedades, nadie tiene dudas de que el humor cura.

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