Un recorrido por los diseños desde fines del siglo XVII hasta la década del 40.
Si de aportar toques antiguos al comedor se trata, las sillas constituyen una de las mejores opciones. En muchos casos, pueden retapizarse y, además, no existe ningún problema en combinar en un mismo ambiente diferentes estilos, incluso con una mesa de líneas modernas. De todos modos, hay que tener en cuenta un detalle: a diferencia de una mesita de apoyo, en la que, como mucho, se colocará una lámpara o un florero, la silla es un objeto que sufre un gran desgaste –no es raro que las antiguas tengan las patas quebradas, cambiadas o el respaldo vencido–, de ahí que valorar su calidad constructiva y estado de conservación sea fundamental.
Por lo demás, integrar muebles antiguos a la decoración actual no tiene por qué resultar difícil. Una vieja lámpara ricamente ornamentada puede destacarse fantásticamente sobre una mesa de líneas puras, en tanto que una mesa de madera maciza se convertirá en el punto focal de un comedor minimalista. Los especialistas coinciden: casi cualquier combinación vale mientras que las habitaciones no se sobrecarguen
y se apueste siempre por la calidad. Por eso, el consejo suele ser unánime: compre siempre lo mejor que pueda permitirse y si el presupuesto es ajustado, elija, por lo menos, una pieza buena para anclar la decoración de un ambiente.
De izq. a der.: Thonet | Principios de Victoriano | Sheraton | Neo-Sheraton | Luis XV.
De izq. a der.: Victoriana | Respaldo de Escudo Hepplewhite | Regency | Neo-Chippendale.