De qué hablamos
cuando hablamos
de grifería sustentable
Compromiso
Soluciones y tecnologías aplicadas a los productos para que contribuyan a ahorrar la mayor cantidad de agua posible Y una planta productiva enfocada en el cuidado de los recursos y el control de su impacto ambiental.
Son esas las vías a través de las cuales FV, la compañía líder en grifería de alta tecnología, respalda su compromiso con la sustentabilidad.
Objetivos
Cuidar el ambiente desde el baño y la cocina
La sustentabilidad se vuelve, cada vez más, un aspecto vital de la arquitectura. Y FV se cuenta entre ese espectro de compañías cuyo foco -además de la calidad, la durabilidad, el diseño y el servicio- está puesto en ser una compañía sostenible.
“Llevamos 102 años en el mercado, queremos ser elegidos como pioneros y sabemos que la sustentabilidad es- y seguirá siendo- cada vez más relevante. Para eso proponemos, por un lado, una serie de productos que contribuyen al ahorro de agua. Y a la vez controlamos los procesos de nuestra planta para que no dañen el ambiente. Tenemos que ser capaces de crear un mundo sostenible para las generaciones que vienen”..
Claudio Bernal, gerente de Relaciones Institucionales y Promoción en FV
Sustentabilidad
Una producción sustentable
La planta productiva de FV queda en Villa Rosa, partido de Pilar, y cubre un área de 90.000
metros cuadrados: el equivalente a seis estadios de fútbol. Allí se diseñan y fabrican cerca
de 3.500 artículos destinados al baño y la cocina. La firma comercializa actualmente 32
líneas de productos que vende
a 25 países en el
mundo.
La fábrica produce todas las piezas con una serie de procesos totalmente integrados: desde la
fundición hasta el acabado final; desde el diseño hasta el packaging. Solo así puede tener
un seguimiento durante todo el proceso y en cada uno de sus pasos: el control de calidad que
asegura tanto el funcionamiento como la estética de
cada producto.
Pero para entender de qué hablamos cuando hablamos de producción sustentable hay que conocer primero cómo se fabrican las griferías. En trazos gruesos, el proceso consiste en el fundido del material que luego pasará por diferentes trabajos de tornería y prensado hasta llegar, finalmente, al cromado.
Huella hídrica
Planta modelo de tratamiento de efluentes
El proceso llamado “galvanoplastia” implica recubrir un objeto o un material con una o varias capas metálicas utilizando corriente eléctrica: es lo que, coloquialmente, se conoce como “cromado”. Esa tarea requiere de una importante cantidad de agua, que desde luego debe ser correctamente tratada antes de devolverla al ambiente. Por eso es que la planta modelo de tratamiento de efluentes de FV contribuye a disminuir la huella hídrica de la compañía.
“Lo que la planta de efluentes líquidos permite es separar del agua que empleamos para el proceso de galvanoplastia elementos metálicos. A través de un tratamiento físico químico esos elementos pueden unirse, precipitarse y separarse en barros, mientras que el agua queda limpia, en parámetros ‘de vuelco’. La calidad del agua se monitorea en forma constante. Y todo el proceso es auditado por las autoridades ambientales de la provincia”.
Andrés Salum, jefe del departamento de Medio Ambiente, Seguridad y Salud en el Trabajo
Libre de humo y olores
Tratamiento de emisiones gaseosas
En el edificio de fundición de la planta de FV no se percibe humo en el ambiente, tampoco
olores.
La planta de tratamiento de emisiones gaseosas consigue quitar las partículas del aire
(cenizas, hollín) mediante un filtrado, para ser separadas y enviadas a tratamiento y
recuperación para otros procesos industriales.
En FV, la calidad, el medio ambiente y la seguridad son una cultura: la compañía certificó sus sistemas de gestión bajo las normas ISO 9001:2015, ISO 14001:2015 e ISO 45001:2018 e ISO 50001:2015
Diseño sostenible
Tecnología para ahorrar agua
Es algo que las sociedades, afortunadamente, vamos comprendiendo: el agua no debe ser desperdiciada. FV colabora con ese objetivo a través de griferías que contribuyen a conservar el recurso por dos vías: una, el control del caudal; dos, asegurando un cierre correcto.
Tecnologías como las boquillas aireadoras (que permiten reducir el caudal al mezclar el agua con aire y conseguir un “efecto espuma”), y los cierres automáticos manuales o electrónicos, que garantizan el cierre, son parte de un catálogo especialmente enfocado en el ahorro del agua.