Con la intención de sembrar las bases para un asentamiento humano sustentable, Gaia se organiza en forma de una pequeña villa con principios ecológicos, comunitarios y sociales. Siete preguntas y respuestas para saber cómo se vive de una manera alternativa.
¿Cómo nació y se concretó este proyecto?
Nació desde la idea de desarrollar una ecovilla, donde las personas puedan contar con todas las comodidades de la vida moderna, como Internet, electricidad, etc., pero lejos de la contaminación visual, sonora y alimentaria de las grandes ciudades. Demostrar que es posible vivir con confort en apoyo mutuo y sin dañar al planeta, buscando lograr el nivel más alto de sustentabilidad.
¿Cuáles fueron los primeros pasos?
En 1992 se formó la Asociación Gaia, que compró un campo de 20,5 hectáreas en Navarro, provincia de Buenos Aires. Se empezó a limpiar el lugar, que estaba abandonado, a regenerar el suelo, a plantar los árboles que hoy son adultos; se comenzaron las construcciones ecológicas, se hicieron los primeros cultivos y se dio el primer curso certificado en castellano de Diseño de Permacultura.
¿Cuál es el foco del proyecto?
Vivir en armonía con la naturaleza y entre las personas, de forma sustentable y saludable. Contamos con alimentos orgánicos y casas hechas con materiales naturales; la energía es generada por paneles solares y aero-generadores de viento. Los sistemas de calefacción son de alto rendimiento y se alimentan con leña de árboles del lugar. También hay espacios comunes: un salón de usos múltiples, un auditorio para 120 personas, huertas orgánicas, lavaderos y duchas, biblioteca y juegos para niños, cocinas con hornos de alta eficiencia, tanto solares como de leña. Tenemos 500 árboles para madera y más de 1200 frutales. El objetivo es también que el lugar sirva para dictar cursos en todas las áreas que abarca la permacultura, y que reciba visitas del público y de las escuelas para que puedan ver el funcionamiento de sistemas sustentables.
¿Cómo llegan al público?
A través de la página web, buscadores, redes sociales, visitas al lugar y, sobre todo, el "boca a boca".
¿Cómo se organiza el trabajo?
Cada vecino decide a qué actividades o emprendimientos se quiere sumar con otros vecinos, o puede iniciar proyectos individuales. Otras personas no realizan actividades en el lugar, ya que continúan con sus profesiones como médicos, docentes, etc., o trabajan por Internet. A la vez, en la Ecovilla funciona el IAP (Instituto Argentino de Permacultura), que ofrece cursos, y los estudiantes participan con actividades en el lugar.
¿Cómo se reparten las tareas? ¿Cuánta gente participa?
Participan 22 familias y son copropietarios dentro de los dos condominios que forman la Ecovilla. Se organiza una asamblea y comités específicos para cada área (construcciones, parques, huertas y frutales, energías, forestación, emprendimientos, etc.). El sistema de condominio se organizó en 2017 y para fines de 2019 esperamos llegar a la población total que puede vivir o tener su lugar de descanso en la Ecovilla.
¿Algún sueño o expectativa para el futuro?
Que muchas personas se inspiren y vean que se puede vivir sanamente, cosechando la abundancia de la naturaleza, con todas las necesidades cubiertas y con mejor calidad de vida.
www.gaia.org.ar
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