“En medio de la agitación de la crisis política actual, donde la pérdida de esperanza parece ser moneda corriente, creo que es crucial resaltar un rayo de luz”, dice el protagonista de esta historia
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Tomás Gandini era muy pequeño cuando un sentimiento peculiar por el servicio atravesó su ser. Desde un comienzo, sin embargo, también supo que habitaba en un país signado por la desconfianza hacia las esferas políticas, donde conquistar un cargo público para la mejora genuina de la comunidad parecía ser una odisea titánica.
Pero había algo más, de alguna manera, él mismo se hallaba atravesado por un imaginario argentino que debía cuestionar y deconstruir para volver a escribir la historia. El camino, se dijo, era traspasar las fronteras y ver cómo funcionaban las cosas en otros rincones del mundo. El plan, en definitiva, consistía en vivir en el extranjero para observar y aprender las formas de liderazgo y gestión exitosas, a fin de volver y aplicarlas en Argentina.
“Creo que es imperante difundir la siguiente idea. En medio de la agitación de la crisis política actual, donde la desconfianza hacia los servidores públicos y los líderes políticos alcanza su punto más álgido, y donde la pérdida de esperanza parece ser moneda corriente, creo que es crucial resaltar un rayo de luz. Es imperativo demostrar que incluso en este oscuro contexto, existen individuos apasionados con una vocación profunda, decididos a impulsar cambios significativos. Lo notable es que estas personas, lejos de rendirse, están invirtiendo su tiempo en la formación en el extranjero, con la firme convicción de regresar y ser agentes de transformación”, sostiene Tomás.
La primera experiencia fuera de Argentina: “La política y la gestión pública son los ámbitos más importantes”
No fue hasta el primer año como estudiante de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, que Tomás decidió aventurarse a una experiencia Work and Travel en un restaurante de Universal Orlando, Florida. Aquella fue su primera experiencia en sintonía con su plan, donde aparte de sumergirse en la cultura estadounidense, comprendió que su mayor aprendizaje pasaría a ser el hecho de asumir responsabilidades laborales de adulto.
Sin haber alcanzado sus 20, Tomás aprendió a administrar un sueldo, ser responsable de cuentas a pagar, cocinarse y manejar un nuevo tipo de soledad, todas habilidades que Argentina no le había provisto hasta entonces. A su vez, el joven se descubrió compartiendo tiempo y espacio con otras culturas del planeta, más allá de la estadounidense, un hecho por demás rico y que lo incentivó a repetir la experiencia por tres temporadas más. Para la cuarta oportunidad, Tomás fundó, junto a dos socios, una empresa de mantenimiento de autopistas, donde licitaban contratos públicos con el Departamento de Transporte de Florida.
A su regreso a la Argentina en plena pandemia, el entorno académico de Tomás ya lo comenzaba a vislumbrar como una joven promesa. Con apenas 22 años, y junto a su equipo, él se había hecho cargo de diferentes operativos Covid, como centros de testeos, hoteles Covid, campañas de donaciones, y tanto más.
“Fue la etapa donde comencé a centrar mi interés por servir al otro y canalizarlo a través del servicio público. Sostengo fuertemente que la política y la gestión pública son los ámbitos más importantes, con impacto directo en la vida de las personas. Para bien o para mal. Depende cómo se gestione”, manifiesta Tomás.
Una odisea transformadora: “Contribuir al fortalecimiento de las instituciones y a la mejora del desarrollo social”
Tomás sentía que las experiencias en Estados Unidos no habían sido suficientes. Sabía que le faltaba absorber conocimientos en el ámbito académico y en una cultura diferente. Fue el director de su carrera, quien en marzo de 2023 le envió un mail sobre los programas de formación más importantes de América Latina para servidores públicos, organizado por la reconocida Fundación Botín.
Por aquel entonces, Tomás ya se hallaba trabajando en GCBA, desarrollando programas de formación práctica para estudiantes de grado de carreras de Ciencias Sociales y Jurídicas. Decidió que, a pesar del arduo proceso, debía postularse: “Uno de los primeros requisitos era desarrollar una política pública, presentársela a un funcionario público, que se aplique, medir su impacto y grabar todo el proceso en un video de menos de un minuto”, cuenta.
Tras cuatro meses, Tomás finalmente fue parte de los 32 estudiantes elegidos -entre 11.300 jóvenes líderes de veinte países de Latinoamérica- para formar parte del intensivo Programa de Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina, de la Fundación Botín: “Dicho programa tiene como objetivo contribuir al fortalecimiento de las instituciones y a la mejora del desarrollo social, económico y sostenido de la región”, describe.
“Los participantes recibimos una formación en la que se imparten contenidos académicos en áreas de Políticas Públicas, Ética Pública, Creatividad e Innovación, Liderazgo y Habilidades personales, y Tendencias Globales y Sostenibilidad, todo ello dirigido a ampliar su conocimiento sobre los principales retos de la función pública y reflexionar sobre el rol del Estado en la actualidad”.
“Los principales ejes estratégicos que abordan las clases son: orden global, desigualdad, sostenibilidad, ciudades y movilidad, sanidad, transformación digital, políticas públicas sobre educación, estado de derecho, ética pública, economía y habilidades del servidor público. Dichos contenidos se imparten en 540 horas de clase. La Fundación cubre absolutamente todos los gastos del programa durante las siete semanas de duración”, aclara.
Albert Einstein, alcanzar la cima y un camino revelador: “Mi propósito en la vida es atender los llamados del servicio para elevar a la Argentina”
El período de formación comenzó el 15 de octubre en Bogotá, prosiguió en diversos puntos de España y culminó en Río de Janeiro.
En Colombia, Tomás asistió a la Universidad de los Andes, una institución que propicia el pluralismo, la tolerancia y el respeto de las ideas: “Fue fundada el 16 de noviembre de 1948 por un grupo de jóvenes liderado por Mario Laserna Pinzón, con tan solo 24 años”, cuenta. “Es la primera institución de educación superior privada en Colombia de carácter laico e independiente de los partidos políticos, ajena a defender los intereses de algún grupo social o económico. El proyecto se hizo realidad con la ayuda de próceres académicos como Alfonso López Michelsen, Albert Einstein, John von Neumann y Thornton Wilder, a quienes contactó personalmente para que prestaran su apoyo intelectual al proyecto”.
“Lo particular de su historia es que Mario le envió cartas reiteradas veces al matemático Albert Einstein, sin que este creyera en su proyecto. Sin embargo, el esfuerzo dio sus frutos y la visión de Mario logró penetrar los ideales de Einstein y este aceptó formar parte del Concejo Consultivo de la Universidad. La lección de vida que nos deja esta etapa es que nunca debemos encasillar nuestro potencial es singularidades como la edad o nacionalidad, la perseverancia es la mayor virtud que un líder puede tener”, continúa.
En España, Tomás tuvo clases de liderazgo con Edurne Pasaban, alpinista y la primera mujer en conseguir coronar los 14 ochomiles (Las catorce montañas con más de 8 mil metros de altura), ingeniera técnica industrial y empresaria española. Ella los preparó para escalar el Cueco Cucon, una montaña de 2 mil metros de altura, donde pusieron a prueba sus habilidades de liderazgo en entornos ambientales extremos y situaciones desafiantes: “Se formaron tres equipos, nos dieron una brújula, un mapa y el horario en el cual deberíamos volver para llegar a la cena. Sin más preámbulos partimos en nuestra expedición”, relata el estudiante argentino.
Tomás se propuso llegar primero a la cima junto a su equipo, objetivo que alcanzaron tras siete horas. Un profundo sentimiento existencial atravesó al joven al lograr su propósito, sin experiencia previa en alpinismo. La bajada, sin embargo, fue ardua. El cansancio acumulado pesaba y demoraron cinco horas en llegar al campamento base en la noche helada de Cantabria: “Luego de una noche en la que me cuestione la vida entera, en parte por el delirio del frío que sufría”, confiesa.
En su travesía de aventura y aprendizaje, Tomás regresó a clases en Santander, junto a profesores de excelencia. El 26 de octubre se trasladaron a Madrid para asistir a las aulas en Castelló 18, pleno centro de la ciudad. Pero fue el 6 de noviembre, que el joven inició el tramo más significativo de la experiencia: el Camino de Santiago.
“Un recorrido en el cual se nos incentivó para meditar acerca de quiénes somos y cuáles son nuestros verdaderos objetivos, nuestro propósito de vida”, explica. “El camino es la metáfora de la propia vida. Cada etapa se asemeja a fases de la vida, siempre cambiante y llena de sorpresas. En el Camino de Santiago siempre caminas hacia adelante, nunca retrocedés o te parás a pensar en el pasado. Las sendas están plagadas de flechas amarillas y símbolos que van guiando el camino. En la vida también hay indicativos de hacia dónde ir, valores y acontecimientos que marcan cuál puede ser el mejor camino a seguir”.
“Durante el recorrido de 40 km que caminamos fui conectando conmigo mismo, mis deseos, virtudes, habilidades y aspiraciones. Las reflexiones que abordaba, mientras caminaba bajo intensa lluvia, típica del clima de Galicia. En el último tramo de 10km antes de llegar a la Catedral de Santiago mi introspección me hizo llegar a la pronosticada conclusión que mi propósito en la vida es atender los llamados del servicio para elevar a la Argentina y todas las matices que eso implica, pero principalmente la vida a los argentinos”.
El 9 de noviembre, Tomás arribó a Salamanca, para tener cátedra en una de las universidades más antiguas del mundo: la Universidad de Salamanca, fundada en 1218 por el rey Alfonso IX de León. Luego, previo paso por Madrid, el 26 de noviembre, partió a Río de Janeiro para cursar en la Fundación Getulio Vargas: “Los paisajes verdes de Río me sacaron el aliento. Su extrema desigualdad social me recordó a nuestro país y ganas de volver a contribuir para revertir esta desfavorable situación”.
En Brasil llegó el cierre, que para Tomás significó un comienzo. El inicio de una travesía con una identidad esencial fortalecida, donde prima la vocación de servicio, la integridad y la acción volcada, por sobre todo, a la comunidad argentina.
“Formar ciudadanos comprometidos, con pensamiento crítico, que impulsen los cambios necesarios para el desarrollo de nuestro país”
Tomás pisó su suelo natal el 2 de diciembre de 2023, apenas unos días antes de que la Argentina recibiera al nuevo gobierno. Sus meses fuera de la patria se sintieron como una vida entera. Para el joven, mucho en su país parecía haber cambiado. Algo, sin embargo, había permanecido inamovible: los problemas clásicos que atraviesan a los habitantes de su tierra.
Hoy, Tomás mira su pasado reciente mientras trata de regresar a su rutina, rodeado de sus seres queridos, a los que tanto extrañó. La impotencia que le provocan los escenarios sociopolíticos actuales es inevitable, aunque también lo es su propósito, aquel que lo acompaña desde que tiene memoria: servir.
“Estoy impaciente por poder aplicar todos los conocimientos y habilidades adquiridas durante el programa en mi rol en el nuevo gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sea cual fuere el área desde la cual me toque seguir impulsando la gestión de mi equipo”.
“Mi experiencia ha sido una odisea que va más allá de las aulas y los viajes; es un compromiso apasionado con el servicio público, una llama ardiente que busca iluminar el camino hacia un impacto positivo duradero en nuestras sociedades. Formar ciudadanos comprometidos, con pensamiento crítico, que impulsen los cambios necesarios para el desarrollo de nuestro país. Ojalá mi testimonio transmita una inspiración contagiosa que pueda resonar en aquellos que buscan la chispa para convertirse en agentes de cambio”, concluye el joven de 24 años.
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Destinos Inesperados es una sección que invita a explorar diversos rincones del planeta para ampliar nuestra mirada sobre las culturas en el mundo. Propone ahondar en los motivos, sentimientos y las emociones de aquellos que deciden elegir un nuevo camino. Si querés compartir tu experiencia viviendo en tierras lejanas podés escribir a destinos.inesperados2019@gmail.com . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, no los protagonistas. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.
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