Bodega Luigi Bosca abre las puertas de la finca más antigua, extensa y emblemática de la familia Arizu para disfrutar del vino con todos los sentidos en un entorno natural inigualable.
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ara los aficionados al vino simplemente no existe un viaje más emocionante que recorrer sus rutas y caminos. Visitar bodegas y degustar sus ejemplares en el lugar en el que nacen, hacer un picnic en los viñedos, tomar clases de cocina regional, escuchar música en vivo con la Cordillera como marco o participar en actividades recreativas en las fincas son solo algunas de las propuestas -cada vez más interesantes- que las bodegas argentinas ofrecen.
Sin embargo, esta sofisticación del enoturismo y el auge de su popularidad no es únicamente una moda local; por el contrario, también es tendencia fronteras afuera. El turismo enológico es una de las ramas de la industria del vino que más ha crecido durante las dos primeras décadas del siglo XXI en todas las regiones productoras del mundo. En Argentina, la evolución más notoria del enoturismo comenzó a principios del segundo milenio y tuvo lugar durante dos fases diferentes.
La primera etapa se inició junto al inmenso desarrollo que vivió (y continúa viviendo) la industria del vino nacional. Desde principios de este siglo, muchas de las bodegas argentinas no solo empezaron a recibir al turismo en sus instalaciones, sino que también comenzaron a ofrecer diferentes actividades ligadas a la gastronomía, la elaboración del vino, la cultura y el deporte para acercar el vino a la gente en el lugar en el que todo comienza. En la segunda etapa -que continúa hasta el día de hoy- las casas productoras están abocadas a que sus servicios sean cada vez más sofisticados y sus propuestas verdaderamente diferenciales.
En este contexto desafiante, que pone a prueba la creatividad y la imaginación, Luigi Bosca decidió ir más allá y abrir las puertas de Finca El Paraíso y su château de 1905, protagonistas de las grandes innovaciones de la bodega y de la historia de cuatro generaciones de la familia Arizu. A través de la propuesta “Vivir Luigi Bosca”, la finca ofrece distintas experiencias para disfrutar del vino desde lo sensorial, mediante una vinculación directa con el patrimonio emocional de la marca y sus raíces. No solo se trata de visitar un lugar hermoso, en un entorno imponente como es Maipú, sino también de vivirlo en sintonía con la naturaleza y el legado de los Arizu.
Los espacios y el servicio en Finca El Paraíso mantienen la simpleza, la elegancia y la sobriedad que caracterizan a la casona en la que vivieron distintas generaciones de la familia Arizu. Allí, la conexión sensible y armoniosa con la naturaleza realza cada experiencia.
Actividades íntimas en un entorno imponente o grandes festejos de mesas largas junto a las vides; los distintos rincones de la finca permiten que cada encuentro sea único y singular.
Para idear una experiencia verdaderamente distinta, el equipo de la bodega trabajó codo a codo con el lifestyle consulting italiano Massimo Ianni, quien tiene más de 35 años de experiencia en la industria internacional del turismo y la hospitalidad. Juntos, se plantearon el objetivo de crear una propuesta innovadora y de lujo experimental para acercarse al público conocedor desde el disfrute y el aprendizaje emocional.
Actualmente, Finca El Paraíso ofrece dos experiencias únicas. “Raíces” es una cata transformada en un viaje sensorial donde convergen el conocimiento, la historia y las emociones. Durante el recorrido por la finca y sus viñedos, los relatos de la familia, los enólogos y sommeliers de la bodega acompañan a los visitantes a través de una audioguía. Como cierre perfecto, esta actividad incluye un picnic al aire libre al mejor estilo de la campiña francesa.
Por su parte, “Celebración” es la posibilidad de reservar los distintos espacios que posee la finca para eventos privados y festejos en armonía con la naturaleza. El espíritu y los valores de los Arizu y la bodega están plasmados en la ambientación y las puestas en escena, en la calidad de los productos y en el servicio cálido y profesional. Cada espacio de Finca El Paraíso ofrece un escenario diferente para crear una celebración a la medida de cada evento.
En una segunda etapa, durante el próximo año, se sumará la experiencia “Residencia” cuando la casona familiar comience a recibir huéspedes en sus tres habitaciones exclusivas. Cada espacio del château de estilo neoclásico fue diseñado para sentir la historia, la naturaleza y la calidez como resultado del legado de los Arizu.
Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años
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