El artista entrerriano Yari Casanova obsequió al presidente un retrato del mandatario con cabeza de león; el cuadro se suma a la particular pinacoteca que posee el líder libertario
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Yari Casanova es un artista plástico argentino de 42 años que tiene su atelier en Gualeguaychú, la ciudad entrerriana en la que nació. Este martes, este pintor autodidacta visitó la Casa Rosada para regalarle un cuadro de su autoría al presidente Javier Milei. La pintura en honor al mandatario exhibe la figura de un hombre con la banda presidencial que tiene cabeza de león. En diálogo con LA NACION, el autor de la obra contó la reacción del líder libertario al recibir su representación artística: “’Estoy fascinado. Me encantó’, me decía”.
La obra de este artista entrerriano se suma a una larga lista de obras que ha recibido el presidente de la Nación en los últimos tiempos, con los que ya comienza a armar su propia pinacoteca.
La pasión por el arte de Casanova comenzó temprano. “Dibujaba y pintaba desde muy chico”, dice. Más adelante, cuando se fue a estudiar arquitectura a Buenos Aires, continuó pintando. Copiaba a grandes artistas como Miró, Dali, Pablo Picasso y a su admirado Jackson Pollock. Pronto fue decantando su propio estilo, que se dividió en dos vertientes. La abstracta y la figurativa. En esta última línea, el artista entrerriano comenzó a dibujar figuras humanas con cabezas de animales. Especialmente, de león. Esto último tuvo que ver con el regalo que le hizo al presidente de la Argentina.
–Yari, ¿por qué en la mayor parte de tus cuadros con cabezas de animales elegís el león?
–En realidad, mis dos primeros cuadros fueron en homenaje a mis viejos. A mi padre, que es sastre, le hice un orangután con traje; y a mi mamá la pinté como una mona con una ruana. Pero el animal fuerte es el león, porque representa muchas cosas. Es un animal noble, tierno con tus hijos, protector y feroz cuando tiene que enfrentar al enemigo. Estéticamente es fuerte, imponente, tiene mucha energía.
–¿Y el hecho de pintar leones te llevó a pensar en este obsequio al presidente?
–Sí. Yo venía pintando leones y cuando asumió Milei le escribo al intendente de Gualeguaychú, Mauricio Davico, para decirle que tenía una propuesta que ofrecerle al presidente. Y me dice: “¿Vos sabés que la semana pasada estuve a punto de llamarte porque le quiero regalar un cuadro a Milei?”. “Te estoy llamando por lo mismo”, le digo. Como que las cosas se alinearon para que le regalemos un cuadro entre los dos. Entonces hice un boceto, se lo mostré al intendente, le dio el ok porque le encantó, y empecé a pintar.
–¿Cuánto tiempo te llevó hacer el cuadro para el presidente?
–Más o menos lo habré pintado en tres semanas. Lo hice en una pintura al óleo que tiene 1,60 metros por 1,10 metros, con marco incluido. Es una obra importante. Quizás, si lo hacés de 70 por 50 centímetros, no tiene el mismo impacto. A Javier lo impactó mucho el tamaño, como una escala natural y como que te metés adentro de la obra, ¿viste?
–¿El regalo tiene que ver con tu afinidad política?
–No. Esto trasciende toda la ideología política y demás. El hecho fuerte es que un artista de Gualeguaychú haya pintado una obra para el presidente con la cabeza de un animal, que es muy atípico, y encima que te reciba el presidente en la Casa Rosada es algo muy importante, muy especial para mí.
–¿Cómo fue el encuentro con Milei?
–Fue este martes 21 de mayo. El lunes el intendente coordinó con Karina Milei y nos esperaron a las 15 del martes. Viajé hasta allá en mi camioneta con el cuadro. Nos encontramos en la puerta, pasamos algunos controles, llegamos al despacho presidencial y Milei estaba solo para recibirnos.
–¿Qué pasó cuando Milei vio el cuadro?
–La obra iba tapada con un lienzo. Cuando la destapamos como que se emocionó. “Estoy fascinado. Estoy fascinado –me decía–. ¡Me encanta!”.
–¿Se detuvo en algún detalle de la pintura?
–Yo le fui mostrando algunos gestos de la obra. Tiene una mirada como de templanza, transmite tranquilidad, seguridad, una mirada muy transparente le quedó a la obra. También le hice un resplandor atrás, como que está iluminado, que le pega el sol de atrás al león... tiene una marca en una oreja que la tiene cortada, como signo de batalla, de haber llegado. Le puse ciertos rasgos a la obra, como la patilla, el color de los ojos y todos los símbolos patrios: la banda presidencial, la bandera, el bastón, el sillón de Rivadavia. Él me escuchaba, parecía que cada vez le gustaba más, estaba muy contento.
–¿Te dijo dónde lo va a poner?
–Primero me dice: “Tengo que buscar el lugar para colgarlo”. Y después me dice: “Ya tengo el lugar exacto. Tengo una sala donde tengo cuadros que me han regalado y cuadros míos. Tengo uno grande, central. Voy a bajar ese y voy a poner este”.
–¿En Casa Rosada o en la Quinta de Olivos?
–Creo que en Olivos, sí.
–¿Qué impresión te produjo ver al presidente?
–No lo había visto nunca personalmente. Tiene mucha presencia, tiene una energía diferente. Como que lo trajimos del momento que está viviendo y lo metimos en la conversación, muy ameno, muy gentil, parecía que nos conocía. Muy macanudo. Tiene una presencia fuerte, y que te agradezca y te abrace está buenísimo. La verdad que la entrega fue un éxito. Al presidente le encantó el cuadro, que es lo importante.
–¿Qué repercusión tuvo este encuentro?
-Acá en Guleguaychú tuvo mucha repercusión. En las redes también. La gente me sacaba del tema político y me felicitaban, no tenía palos. Ponele, de 4000 mensajes, dos eran malos.
–No entró la grieta en los comentarios
–No. Es como que la gente aprecia que el arte es un camino largo, hermoso, pero duro y poder llegar a este nivel de entregar una obra al presidente les da mucho empuje a los artistas en sí. Se puede, hay que pintar, moverse, animarse, agarrar el pincel e ir para adelante. La verdad, todo el apoyo de la gente te da mucha energía para seguir pintando. Estoy contento.
Además de esta obra entregada al presidente de la Argentina, hace unos meses Casanova tuvo también la oportunidad de que uno de sus cuadros termine en la casa porteña de una pareja muy querida del ambiente artístico. Se trata de Luisana Lopilato y Michael Bublé. Gracias a una amiga en común que el pintor entrerriano tiene con la actriz de Casados con hijos, pudo mostrarle a ella su obra, que de inmediato quiso comprar una de sus pinturas. Además de colocar el cuadro, Casanova y los Lopilato Bublé se sacaron una serie de selfies que el pintor exhibe con orgullo en sus redes sociales. “Es gente muy sencilla. Me trataron como si fuéramos amigos de toda la vida. Muy copados los dos”, dijo el artista plástico.
La pinacoteca personal de Javier Milei
La obra pintada por Yari Casanova no es la primera que homenajea a Javier Milei a través de las artes plásticas. El economista libertario que preside la República Argentina ya había sido el modelo central de otros cuadros de artistas del pincel y el lienzo.
En marzo de este año, el propio presidente argentino exhibió en sus redes sociales una imagen de una pintura en la que él mismo aparecía retratado con los atuendos y la estampa del líder político y militar francés Napoleón Bonaparte.
La obra, que el mandatario acompañó en su posteo con su tradicional frase “Viva la libertad, c...”, podría ser un intento del mandatario de compararse con un personaje trascendente de la historia universal, tiene un detalle que de inmediato notaron sus detractores: la pintura original, llamada “Napoleón abdicando en Fontainebleau”, del artista Paul Delaroche, exhibe la imagen del emperador galo derrotado tras haber renunciado a todos sus derechos para marchar recluido a la isla de Elba. De modo que no sería la imagen de un líder en su mejor momento, sino todo lo contrario.
De todas formas, Milei festejó su obra y en mayo de este año se reunió con su autor, el artista Fabián Pérez, quien le dejó un mensaje al presidente en las redes: “Espero q disfrute de su retrato, tanto como yo al pintarlo. Fue un gran honor conocerlo”.
Otro cuadro, esta vez de carácter hiperrealista, que retrata al líder de La Libertad Avanza fue el que realizó Florencia Aise, la artista mendocina que pintó esta obra por el encargo de un empresario porteño que luego le hizo llegar la obra al presidente.
Este retrato fue solicitado a la pintora cuyana a mediados del año pasado, es decir, cuando todavía no se sabía que iba a ser presidente. El dato curioso en la elaboración de esta pieza que fue la foto en la que debía basarse la pintura fue elegida por Karina Milei, hermana del actual presidente y secretaria general de la presidencia. Se trata de una imagen del libertario en una de sus clásicas poses, mirando con seriedad a la cámara y levantando ambos pulgares a la vez.
“Tuve el gran honor de retratar al presidente Javier Milei a pedido para regalárselo. Lo pinté antes de las elecciones y felizmente me avisaron que ya está en sus manos”, escribió la pintora el 5 de marzo de este año.
Como una muestra de que el arte no necesita encadenarse a ideas políticas, vale decir que Aise había retratado anteriormente a otros personajes de la política nacional, como el expresidente Néstor Kirchner o el gobernador mendocino Alfredo Cornejo. Además, en junio de 2021, la artista mendocina visitó en la Casa Rosada al presidente Alberto Fernández, quien había elogiado a la pintora en las redes sociales con un mensaje directo: “Sos un hallazgo en mi vida”. En esa ocasión, Aise se sacó una foto sentada en el sillón del despacho presidencial con el mandatario peronista parado a su lado. “Caballeroso en todos los sentidos”, escribió ella en su cuenta de Instagram, en referencia al político que hoy se encuentra radicado en España.
En marzo de este año, además, se conoció, a través de las redes sociales el óleo sobre madera con la imagen de Milei que había pintado Somonte. El artista, nacido en La Habana en 1991, pintó al presidente argentino en lo que parece ser uno de sus discursos, ya que se encuentra en actitud vehemente, con la boca abierta, el ceño fruncido y la cabellera alterada.
Además del presidente argentino, Somonte también pintó, y exhibió en el mismo posteo de Instagram, un retrato del abogado español Jesús Huerta del Soto, exponente de las ideas de la Escuela Austríaca y un personaje al que refiere con frecuencia Milei en sus discursos y conferencias.
El mandatario argentino se hizo eco de esta novedad del retrato suyo creado por el artista cubano y, como es habitual, expresó su opinión a través de las redes sociales. “Richard Somonte, pintor contemporáneo antiestatista, contrario al régimen opresor cubano y afincado en España, acaba de terminar estos cuadros en honor del Presidente Javier Milei y del profesor Huerta de Soto que ya se han hecho virales en España. El díptico se titula “Reflexión Libertaria” el de Huerta de Soto, y “Acción Libertaria”, el del Presidente Milei ¡Viva la Libertad Carajo!”, escribió el titular del ejecutivo en su cuenta de Instagram el 4 de marzo pasado. En el posteo aparecían las dos pinturas mencionadas. Esta obra, sin embargo, no fue entregado al presidente.
Pero no solo el presidente ha sido el centro de la expresión artística de sus seguidores o los pintores en general. En octubre del año pasado, en uno de los actos que el entonces candidato a presidente de La Libertad Avanza hacía en la ciudad de Salta, alguien se le acercó para regalarle un cuadro de Conan, el perro de Milei. El actual mandatario, que se encontraba en el evento junto a su hermana Karina, recibió la pintura de su adorado mastín inglés, fallecido en 2015, con una visible emoción. Con una gran sonrisa, el libertario levantó el cuadro para mostrarlo a la multitud que lo rodeaba.
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