Estos son los diez peores ingredientes que podés encontrar en las etiquetas nutricionales
La nutricionista Lorena Balerion propone aprender a leer lo que contienen los productos
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Ya llevamos tiempo desde que rige el decreto que regula el etiquetado frontal de alimentos y sorprendentemente muchos alimentos no cumplen aún la normativa de indicar los excesos de grasas, azúcar, sodio y grasas saturadas que exige la ley.
La normativa de los octógonos pide que sean indicados los excesos, pero si esto aún no es regulado podés comprar un producto que no los tiene y ser igualmente una bomba de azúcar o grasa.
A la hora de leer la etiqueta nutricional resulta confuso y hasta tedioso la cantidad de datos, números e ingredientes que figuran; es información poco clara que marea, en vez de orientar al consumidor.
Hoy quiero enseñarte a mirar la lista de ingredientes, el dato más relevante de la etiqueta en sí: si conocemos los ingredientes sabremos mucho más al respecto del producto.
La lista de ingredientes, suele aparecer al final de la etiqueta, y por lo general llegamos a verla abrumados de números que no entendemos y le restamos importancia, pero quiero que te grabes esto a fuego: es lo más importante.
Cuanto más natural y saludable sea un producto, menos ingredientes tiene en su composición. Eso es un detalle no menor a la hora de pararnos frente a la góndola del supermercado. Veamos cuáles son los que hay que tener bajo la lupa:
1. Azúcar en múltiples versiones
De a poco tomamos conciencia de lo nociva que es el azúcar, pero industrialmente azúcar hablando, cuanto más tenga el producto, más ventas conlleva.
Por eso se utiliza, pero “disfrazada” para que parezca que no; cuando leas la etiqueta y veas fructosa, dextrosa, glucosa, (casi todo lo terminado en “osa” es azúcar), maltodextrina, melaza, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, pulverizada, maíz dulce, azúcar invertida, jarabe de arce, almíbar, debe saber que todos son sinónimos de azúcar.
Es obligatorio nombrar los ingredientes desde el que está más presente al que menos, es por eso que para camuflar el azúcar en el podio, una técnica muy usada es incluir distintos tipos de azúcar, así reduce la cantidad de cada uno, ¿sorprendido?
2. Jarabe de maíz de Alta Fructosa (JMAF)
El JMAF contiene fructosa y glucosa aunque no puede ser considerado biológicamente igual a la sacarosa (azúcar). La fructosa se metaboliza en el hígado y el tipo de alimentación occidental contiene mucha fructosa añadida que termina de dañar el hígado.
EL JMAF (no es la FRUCTOSA de las frutas, a no confundir) causa un mal funcionamiento mitocondrial, obesidad y enfermedades relacionadas. Cuanta más JMAF contenga un alimento, peor será para su salud.
3. Aceite de palma y aceites hidrogenados
Son los encontrados en galletas, papas fritas, la mayoría de los productos horneados del súper y alimentos pre fritos congelados. Las grasas trans sintéticas promueven la inflamación.
4. Nitritos y nitratos
Los encontrás en Carnes Procesadas y son conocidos como “Embutidos”. El nitrito de sodio es un conservante muy usado y agente antimicrobiano que da el color y sabor junto a otros colorantes y aromas químicos. En el cuerpo los nitritos pueden convertirse en nitrosaminas, sustancias químicas que causan cáncer.
5. Glutamato monosódico
Es de los peores aditivos alimentarios y de los que más se usa. Se encontró relación entre el glutamato y el aumento de peso.
6. BHA/BHT Benzoato de sodio
Son conservantes que alargan la vida útil de los alimentos. El (BHA) y el (BHT) descienden el sistema neurológico y son peligrosos cancerígenos. Tal vez el “benzoato de sodio” te suena porque lo podés ver en jugos de frutas o aderezos para ensalada; afecta el comportamiento infantil (los niños se vuelven más distraídos e hiperactivos).
7. Colorantes Artificiales
Ya desde 2010 en Europa se exige que productos que los que tienen sean etiquetados con el mensaje “podría tener efectos adversos en la actividad y atención en niños”.
8. Rojo 40/rojo altura/E 129
Es de los de uso más extendido en la industria de alimentos. Lo encontrás en casi todos los refrescos saborizados de frutilla, cápsulas, chicles, puede desencadenar la hiperactividad en los niños.
9. Azul 1, FCF, azul brillante
El que se encuentra en gomitas o M & ’s. Se combina habitualmente con otros colorantes y eso lo hace un poco invisible a simple vista.
10. Amarillo 5 (Tartrazina o E102) y amarillo 6 (E110)
El 5 lo encontrás en papas, Cheetos, Doritos. El amarillo 6 es el de sopas y fideos instantáneos con queso que simula un queso derretido. Además, esta en horneados, dulces y se relaciona con la hipersensibilidad hiperactividad y otros efectos en el comportamiento de los niños.
Cuando vayas a comprar recordá mirar siempre la lista de ingredientes más que las calorías; los “cero por ciento”, “light”, “diet”, “reducido en” y demás palabras intentan atrapar al consumidor. La publicidad dirá algo (que querés escuchar) y, por otro lado, “confunde o esconde” algo más.