Esto es lo que haría Marie Kondo con tu heladera
Perdonen todos, pero una cocina no termina de estar ordenada si la heladera es un asco. Podemos tener la mesada impoluta, los objetos colocados en sus espacios correspondientes y las etiquetas puestas en sus respectivos envases, entre otras cosas, siguiendo el método Konmari. Sin embargo, nada tendrá sentido si al abrir la heladera nos encontramos con frascos de mermelada vacíos y ollas con sobras de comida.
Esto es lo que haría Marie Kondo con nuestro refrigerador para hacernos felices cada vez que abramos la puerta.
Vaciarla
Al contrario de los placards o las bibliotecas, la limpieza se debe realizar una vez por semana para evitar malos olores y rincones de grasa y suciedad. Para limpiarla hace falta vaciarla por completo, inclusive estantes y cajones.
Separar
Una vez vaciada, primero la vamos a limpiar a fondo. Luego, iremos analizando cada alimento refrigerado para chequear su estado y su fecha de vencimiento. Siguiendo el método Konmari nos vamos a preguntar frente a esos alimentos ajenos a la cotidianeidad si realmente los vamos a comer -no si nos hacen felices como dice Kondo-, por ejemplo, un aderezo para ensalada que nos tentó en la dietética y nunca abrimos o unos pepinillos en aceite que seguimos guardando hace meses por las dudas. La heladera no es un lugar para guardar recuerdos ni aferrarse a nada. La moraleja: pensar bien cada vez que vamos a comprar algo para que no eche raíces en la heladera.
Guardar
Las cosas no se guardan de cualquier manera, sino que la heladera también tiene su propio orden. Las frutas y verduras se colocan en los cajones inferiores. Las carnes y pescados deben ir en el sector más frío que es justo por encima de los cajones. Los productos lácteos se colocan en los estantes superiores dejando primero los de fecha de vencimiento cercana tal como lo hacen en los supermercados. No dejemos los huevos en el envase y usemos el espacio específico que trae la heladera para ponerlos.
Usar envases
Al igual que con la ropa, aquí las cajas serán fundamentales. Por eso, los tuppers serán nuestros grandes aliados porque, por un lado, ayudan a conservar la frescura de los alimentos y, por otro, evitan que los olores impregnen toda la heladera. Mejor si son envases transparentes para poder ver todo el contenido de cada recipiente. Un consejo: si queremos ser más felices al abrir la heladera podemos comprar tuppers que combinen entre sí y tener un paisaje en composé.
Utilizar etiquetas
Se pueden colocar tanto en los tuppers como en cada estante para que todos los que usen la heladera sepan dónde va cada cosa.