Colores, muebles e iluminación que siguen la tendencia Hygge.
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¿Cómo tener un espacio cálido, sencillo y funcional a la vez? Esa es la cuestión. La respuesta está en este estilo que marca tendencia.
En las últimas décadas, el diseño nórdico comenzó a extenderse y pisar fuerte más allá de las fronteras de Escandinavia. Surgió entre las dos guerras mundiales, por ello en sus orígenes buscaba generar entornos cómodos, alegres y luminosos en el interior del hogar. Con el correr de los años, la modernidad en el diseño tomó protagonismo y agregó confort y calidez a la funcionalidad de los muebles que se utilizaban hasta entonces.
De la mano de las nuevas tendencias en decoración de interiores, el Hygge cruzó las fronteras nórdicas para instalarse en el en el hogar y vida diaria de los amantes de este estilo, combinando la elegancia propia de Escandinavia con la sencillez de movimientos artísticos como el Constructivismo y La Bauhaus. El objetivo es crear ambientes acogedores, motivado por las condiciones climáticas presentes en Escandinavia: mucho frío, viento y lluvia, acompañado de pocas horas de luz entre octubre y marzo. Gracias a esta realidad, cada espacio decorado en casa, bares o el trabajo crean la misma sensación: unas ganas irrefutables de querer quedarte ahí un buen rato y refugiarte de lo que pase afuera.
En esta nota, te comparto 5 tips para que puedas apropiarte de este estilo y hacer de tu casa un lugar ideal.
Muebles
Los muebles hechos en madera son imprescindibles. Siempre en colores claros, líneas rectas y sin mucha ornamentación, para darle al hogar esa sensación de confort que estamos buscando. Es parte esencial de este estilo decorar sin recargar la casa de objetos para crear espacios serenos y libres de desorden.
Los muebles son funcionales y cómodos, atemporales. La versatilidad se encuentra en la combinación de lo rústico y lo clásico, en la aceptación de lo minimalista y lo industrial. Un emblema de este estilo es el arquitecto Arne Jacobsen, quien introduce el concepto de Casa del Futuro en los años 30, brindando modernidad a la funcionalidad de cada elemento.
Colores
Para generar espacios luminosos y amplios, los colores son lo más importante. Paredes y techos blancos son ideales para que la luz natural que ingresa aporte la luminosidad necesaria y logre ampliar el ambiente que vamos a decorar. El contraste que genera con elementos en madera y objetos en tonos grises, marrones y nude son la combinación ideal para este fin.
En los últimos años, los colores pasteles comenzaron a tomar protagonismo en la decoración nórdica. Rosa, verde y azul se identifican y fusionan a la perfección, dándole vida y mayor calidez a cada espacio.
Estampados y Texturas
Hay elementos que son la frutillita del postre: láminas, lámparas y textiles de materiales naturales como el lino, la lana o el algodón. Los estampados pueden acompañar, siempre con motivos geométricos.
Naturaleza como protagonista
La mayoría de los elementos, texturas y motivos del estilo nórdico, provienen de la naturaleza, lo que realza y genera el confort. Si bien los colores neutros son primordiales, utilizar el verde para resaltar el espacio es un must, así como decorar los ambientes con plantas, flores y elementos que invoquen a diferentes espacios de la naturaleza.
Hay elementos decorativos básicos: monos, elefantes, hipopótamos de todos los tamaños y hechos en madera están presentes en cada hogar de Copenhague. De la mano del diseñador danés Kay Bojesen’s, los animales de madera se instalaron y motivan esa sensación de cercanía a la naturaleza: es simple y natural, fiel al concepto del Hygge.
Iluminación
Maximizar los espacios y el ingreso de luz natural es lo más importante para generar el ambiente cálido que estamos buscando. Además, podemos acompañar la decoración con lámparas de estilo industrial (el color metálico da un brillo ideal) ya sea en el techo, o de pie. ¡Para lograr un ambiente mágico: velas, alfombras y almohadones no pueden faltar en casa!