La experta Laura Rey, de Glitter Iluminación te cuenta cómo aprovechar la iluminación en tu rincón de tareas
Ya sea en casa o en una oficina, el espacio de trabajo es un lugar que se utiliza durante un gran número de horas por día, por lo que una buena iluminación es fundamental.
Lo primero que hay que hacer es aprovechar al máximo las entradas de luz natural, y en función de ello diseñar qué lámparas se van a usar.
Otro punto importante es armar distintas secciones de luz artificial, para limitar el consumo de energía a lo estrictamente necesario en cada momento. Una buena idea es contar con artefactos móviles, cómo lámparas de pie o de mesa, que se puedan trasladar fácilmente y adaptarse a las distintas necesidades.
Un diseño clásico de un espacio de trabajo puede contar con dos tipos de luces: la general, que puede tener cuatro puntos de luz repartidos equilibradamente en el cielo raso y la puntual sobre cada zona de trabajo, con artefactos que den una luminosidad de 500 lux, que es lo que se recomienda. También sobre el escritorio es necesaria una lámpara que otorgue esa cantidad de luz. Se debe colocar del lado opuesto a la mano escritora, de modo que no haga sombra a la hora de escribir.
Un dato a tener en cuenta es saber que la iluminación debe ser lo más pareja posible. No se recomienda crear rincones de mucha luz y otros de muy poca, ya que el ojo necesita acomodarse abruptamente al cambio y esto, a lo largo del tiempo, cansa. Tampoco se debe trabajar en penumbra. Siempre tiene que haber una luz general baja para que el ojo no tenga que esforzarse. ¡Decile "no" a trabajar sobre un escritorio iluminado sólo con una lámpara y el resto de las luces apagadas!
Si el espacio cuenta con una biblioteca, se deberá pensar en una iluminación que sea funcional para ubicar libros y materiales que se organicen en ella y también tiene que tener una función decorativa. En este caso se recomienda colocar un dimmer para regular la intensidad de la luz.
A la hora de elegir las bombitas de luz, se recomiendan siempre las de bajo consumo y las halógenas.
Si hay una mesa central que funcione como punto de reunión para discurtir proyectos, debe iluminarse poniendo la atención en su centro para que todos los usuarios la aprovechen. En ese caso, es fundamental una iluminación general con una lámpara de techo que cubra toda la superficie de la mesa y que aporte una luz natural y cálida.
Reordá que al trabajar en una PC, navegando en internet, leyendo un libro o redactando un trabajo específico, la base para la completa concentración es una atmósfera agradable y motivadora y la luz con la que contemos es un factor fundamental para lograrla.
LA NACION