“Es imposible ir a comer afuera con mi novio porque todo le parece caro”
Para María (24) ir a comer afuera con su novio es una misión imposible. Es que para Germán (23), cualquier restaurante es carísimo y por eso prefiere gastar la plata en otra cosa. El tema es que su novia está estudiando para tener una licenciatura en gastronomía y su plan preferido es salir a conocer las propuestas culinarias que ofrecen los restaurantes y cafés porteños.
"Yo no le pido que vayamos a comer ostras que entiendo que es carísimo y hasta ni yo lo puedo pagar, pero él no quiere ni conocer lugares que yo me muero de ganas. Me molesta mucho porque no es que a él no le gusta comer. Todo lo contrario: le encanta. Sólo que no gasta la plata en eso y sí en fiestas que salen 800 pesos. Yo muchas veces lo acompaño porque entiendo que es un lindo plan para la pareja, pero él no puede hacer lo mismo por mí. Estoy un poco harta de que piense tanto en la guita", escribe por mensaje de WhatsApp.
Consejo
Laura Rejo, coach de parejas, brinda una reflexión sobre este tema:
Lo importante es mirar si es una modalidad que tu novio tiene en otros ámbitos. Si lo que prevalece es la queja entonces quizás sea un buen momento para pedirle que diga lo que siente y haga lo que dicta su corazón. Ser consecuente con ‘no quiero gastar’. En definitiva, se trata de permitirle encontrarse con su propia puesta de límites. Si el tema pasa por si gastar es apropiado o no, el tip es revisar juntos cuánto es aceptable gastar en una salida de ustedes. Si con él no estás para ir a lo del chef de moda y vos querés gastar igual, quizás sea buen momento para revisar qué hacer en tu espacio personal y aplicar los limites propios de ‘darte el gusto porque vos lo querés’, sin que eso sea un conflicto. Estas son algunas preguntas interesantes para hacerse:
Tu novio sale a disgusto y elije quejarse: ¿puedo conversar con él sobre para que está saliendo igual?
¿Estoy dispuesta a que él no comparta lo que me gusta conmigo y se quede en casa?
Otra perspectiva del tema sería que puedas también aprender sobre su punto de vista y escuchar qué entiende por caro y reevaluar tu necesidad de gastar. Entonces, cabe preguntarse ¿para qué quiero gastar en esta salida?
El otro es un enorme recurso si puedo asumir que somos diferentes y que su diferencia puede aportarme aprendizajes.