¿Es el fin del "pool"? Nuevos hábitos para viajar en auto con chicos

Hasta enero de este año, cuando entró en vigencia una modificación a la Ley Nacional de Tránsito, el uso de sillita o Sistema de Retención Infantil (SRI) en su nombre más técnico, era obligatorio hasta los 4 años de edad, siempre con los niños ubicados en asientos traseros. Hoy en día en nuestro país la ley extiende su uso hasta los 10 años y en la de la Ciudad de Buenos Aires en particular –cada jurisdicción adhiere a la Ley Nacional de forma autónoma– hasta los 12 años o hasta alcanzar la altura de 1,50 m. Este cambio generó un ajuste de los productores que tuvieron que comenzar a importar o producir modelos que permitieran soportar más peso. Silvina Meriggi, Marketing manager de Chicco Argentina reconoce que desde diciembre a hoy se percibe un incremento notable en las ventas de butacas multigrupo: "Son las más elegidas, ya que abarcan un grupo etario más amplio. Utilizar una butaca de seguridad, siempre homologada, te garantiza una mayor protección del niño dentro del vehículo, y aún más aquellas que cuentan con el sistema ISOFIX, que es un tercer punto de anclaje que permite que la butaca quede como parte integrada del chasis del vehículo, reduciendo los movimientos de rotación y de impacto frontal."

Según un estudio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) del 2016 en el que se relevaron 82.545 automóviles, solo el 46,4% de los niños de 0 a 4 años que viajan en el asiento trasero del auto utilizan la sillita. Cuando es una mujer la que conduce el vehículo, esa cifra asciende al 58,6%. La Asociación Civil Luchemos por la vida estima que del total de 7.213 muertos en accidentes de tránsito en Argentina en el 2017, el 6 % son niños menores de 9 años.

El problema del "pool" de madres y padres

Desde hace años que para ahorrar tiempo en traer y llevar a los chicos de la escuela y de sus actividades extracurriculares, muchas madres y padres se asocian para transportarlos en un solo auto, ganando tiempo y en épocas de aumento de nafta, dinero. Sin embargo, con la vigencia de la nueva legislación, este hábito podría desaparecer. En la Ciudad de Buenos Aires los menores que cursan hasta quinto grado deberán tener su propia silla o booster. La reeducación de la sociedad es necesaria pero se ve desafiada por la opinión de algunos padres. "No tiene sentido ser multado por no tener una silla adecuada en mi auto si cuando me subo a un taxi con mis dos hijas a veces no funcionan ni los cinturones de seguridad. Sería bueno ver que estas leyes se aplican a todos por igual, tanto a autos particulares como a taxis y al sistema de transporte público en general", señala Natalia Pazos, madre de dos nenas de once y un año.

Según el Dr. Alberto José Silveira, presidente de Luchemos por la Vida, "los decretos que modifican la ley necesitan ser ratificados por todas las provincias porque si no no existe una vigencia total. Incluso si existiera, sin duda hay que analizar lo que pasa con taxis y remises, y con el transporte de pocos pasajeros en general. Si no tenés auto y viajás en taxi, no queda claro a quién le corresponde la obligación de cargar e instalar en el vehículo la butaca".

Reeducando a padres e hijos

Los cambios legislativos no sirven de mucho si no vienen acompañados de una educación general a nivel sociedad, y un derribamiento de mitos como la idea de que los niños viajan seguros en los brazos de sus seres queridos, o de costumbres como la de llevar a niños en la falda del conductor para simular que manejan, una imagen un tanto en desuso pero aún no del todo erradicada. En el marco del Día Mundial de la Seguridad Vial que se celebra hoy 10 de junio, Silveira agrega "Las modificaciones a la ley tienen claramente una buena intención pero tenemos que verlas aplicadas. Es necesario educar con conciencia para entender cómo se va a controlar la aplicación de dicha ley y qué sanciones habrá para los que no cumplan con las nuevas normas." En el Decenio de Acción para la Seguridad Vial fijado por la ONU no se ha logrado disminuir significativamente los muertos en el tránsito en la Argentina, mientras que otros países si lo lograron. "Necesitamos implementar la educación vial sistemática y continua en escuelas primarias y secundarias, capacitando a los docentes", concluye Silveira.

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